En esta segunda parte de la entrevista realizada por Diario NCO al médico neonatólogo y directivo de la CICOP, Orlando Restivo, el especialista habló acerca de los estudios y la legislación de los agrotóxicos en Argentina.
Por Paula Tevez Varela
paulatv56@gmail.com
Los estudios sobre agrotóxicos se centran en investigar los impactos y riesgos asociados al uso de estos productos químicos en la agricultura. Estos estudios analizan los efectos en el medio ambiente, la salud humana, la biodiversidad y la seguridad alimentaria.
Los resultados de estos estudios son fundamentales para informar políticas, regulaciones y acciones destinadas a minimizar los impactos negativos de los agrotóxicos en el entorno y la salud pública.
En el contexto de la entrevista llevada a cabo por Diario NCO con el medico neonatólogo y directivo de la CICOP, Orlando Restivo, el entrevistado compartió información sobre las investigaciones realizadas en nuestro país.
Investigaciones alarmantes: Peligros en la producción agrícola
En primer lugar, explicó: “El ingeniero agrónomo Javier Souza Casadinho realizó un análisis de los agroquímicos empleados en distintos cultivos. Señaló que un 36% de estos productos son altamente peligrosos”.
Además, señalo que, en el territorio argentino, se otorgaron autorizaciones para el uso de 107 plaguicidas, los cuales son considerados prohibidos o no autorizados en otros países.
De acuerdo con los criterios establecidos por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha determinado que aproximadamente el 36% de estos plaguicidas son altamente peligrosos.
En relación con esta preocupante realidad, el entrevistado destacó que “la legislación en Argentina relativa al registro, comercialización y aplicación de plaguicidas es incompleta, permisiva y obsoleta”.
Ante la interrogativa de si el estado puede avalar el uso masivo de estos agrotóxicos, expresó: “La organización Naturaleza de Derechos analizó y sistematizó los resultados de los controles oficiales del SENASA entre 2017 y 2019 en todo el país y detectó: En los 48 alimentos estudiados por el organismo oficial había 80 principios activos (agroquímicos)”.
La situación de los agroquímicos en Argentina es aún más preocupante, ya que se ha observado que en el 31% de los casos, los niveles de agrotóxicos presentes en los alimentos superan los «límites legales» establecidos por el ente nacional, en este caso, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Desafíos en la regulación de agroquímicos en Argentina: Una legislación obsoleta
En los últimos años, surgió una creciente preocupación en todo el mundo sobre el uso indiscriminado de agroquímicos y sus efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente. En respuesta a esta problemática, se han impulsado diversas iniciativas para frenar el uso de agroquímicos y promover prácticas más sostenibles en la agricultura.
Estas acciones buscan proteger la salud de las personas, preservar la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo. A través de regulaciones más estrictas, programas de educación y concientización, así como la promoción de alternativas agroecológicas, se busca reducir el uso de agroquímicos y promover un enfoque más equilibrado y sustentable en la producción de alimentos.
Acerca de la regulación en Argentina, comentó que “en 2017 la Asamblea General de Naciones Unidas instó a la Argentina a disminuir progresivamente el uso de estos agrotóxicos con los siguientes argumentos. “La dependencia de plaguicidas peligrosos es una solución a corto plazo que menoscaba el derecho a una alimentación adecuada y el derecho a la salud de las generaciones presentes y futuras”.
“Los argumentos que sugieren que los plaguicidas son necesarios para salvaguardar el derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria chocan con el derecho a la salud, en vista de la infinidad de efectos negativos para la salud que se asocian con determinadas prácticas en el ámbito de los plaguicidas. Sin embargo, la extensión del cultivo de soja sigue en aumento y el uso de plaguicidas peligrosos también”, agregó.
Para finalizar, sobre la posibilidad de denuncia sostuvo: “la realidad es que no, ya se han hecho infinidades de denuncias por parte de Médicos de Pueblos Fumigados, y ellos permanentemente están denunciando, pero hasta ahora no hay ninguna institución ninguna organización que se haga cargo de esas denuncias”.
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