La otra noche André estaba enferma…una patada al hígado la tenía a mal traer y yo como hombre de la casa tuve que hacerme cargo de cocinar, lavar los platos y atender a nuestros hijos. la vida viste…esa que sigue y no para y que te desafía y te cachetea y parece no ser sensible a tus deseos…
Por mauro Villaverde
Cejas1771@gmail.com
Divagaciones del escritor aparte. Salí a hacer las compras, la noche invitaba a caminar con tranquilidad. Vecinos saludando (hace casi 50 años vivo por estos lares) autos pasando…perros ladrando luces titilando el almacén de siempre …
Mas el detalle que me dejo casi sin aliento fue pasar por la estrella que recuerda el incidente vial por el que se desencadeno el asesinato de mi hijo…se sabe (y si no, ahora sí) que acá en La Matanza por alguna decisión que desconocemos no se nos permite repintar las estrellas.
En cristiania al 900 estuvo pintada la de mi hijo…y digo estuvo porque el pasar y pasar de los vehículos casi la ha borrado por completo. Pedimos repintarla y ya te digo desde el municipio nos dieron una respuesta negativa. Aun cuando le ofrecimos pagar de nuestro bolsillo la pintura y los gastos. La respuesta no vario. Él no fue terminante. Como F.d.V. no puedo evitar sentir esa onda de que nos siguen tratando de esconder bajo la alfombra.
Pero ese no es el problema. El meollo del asunto es la no empatía de la mayoría a la que no les paso algo como a nosotros.
Esa noche además de ver estas cuestiones también me tocó ver como en la cartelería que recuerda a mi hijo, algún vecino coloco bolsas de basura para cuando pase el basurero…
….
Esos puntos que puse intentan representar un silencio de reflexión…aunque parece ser un ejercicio poco practicado en estos días. Sentí que le estaban poniendo bolsas de basura en la tumba a Lau…y ya tuve que soportar algunos meses después del asesinato que, en esa calle, en ese lugar se haga un corso todos los años (incluso cuando aún el cuerpo de mi hijo no se había enfriado) y los vecinos bailen sobre el lugar donde respiro por última vez mi chiquito al ritmo de la murga de turno.
Todos los días hay muestras de cero empatías de una parte de la sociedad que nos considera una enfermedad contagiosa y eso duele…duele mucho amigo amiga…duele saber que el club siempre tiene lugar para uno más …al club de los familiares de víctimas todos los días se le suman nuevos integrantes y ese podes ser vos …ese que está ahí…o aquel otro.
Y si te toca vas a ver lo que es que te ignoren los que te tienen que escuchar, que te “verdugueen” los que te tienen que proteger y que te dejen solo los que te tienen que acompañar. Por el simple hecho de saber que el único dolor que se soporta, es el dolor ajeno…
Bolsas de basura en un lugar que por lo menos merece el respeto y la empatía. El mundo a veces es tan cruel.
Hasta la próxima amigos
(si queres saber que son y de que se tratan las estrellas amarillas y su cartelería http://www.estrellasamarillas.com.ar )
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