La cifra refleja el impacto que tuvo la pandemia para la economía argentina.
De los 31 aglomerados urbanos que conforman el universo de la estadística, Gran Buenos Aires tiene mayor cantidad de personas pobres del país.
Análisis económico: Darío Banga
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) presentó, el pasado miércoles, los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) la cual arrojó datos de una realidad alarmante: la pobreza llegó al 40,9 por ciento y afecta a 18,5 millones de personas.
En una nueva columna para “Haciendo Radio” (producción de Diario NCO que se emite por la 2020 NCO Radio de lunes a viernes de 10 a 13) el especialista en economía, Darío Banga, reveló de qué manera se llevó a cabo la encuesta y qué implican estos resultados.
“Tanto la línea de indigencia como la de pobreza se miden a través de los ingresos de las personas, ingresos que tienen que llegar a completar una canasta básica alimentaria para salir de la indigencia y una canasta básica totalpara salir de la pobreza”, comenzó.
En este sentido, Banga señaló que la canasta básica es “la que contiene los alimentos calóricos necesarios que el ser humano necesita para poder vivir y la canasta básica totalincluye bienes y servicios como la vestimenta, vivienda, etc.”.
“Se calcula que se necesita un ingreso total familiar promedio de 25.759 pesosy una canasta básica total promedio en el hogar de 43.785 pesos. Los hogares que no llegan a cubrir sus ingresos con la canasta básica total son los que ingresan a la situación de pobreza”, agregó Banga.
Con esa introducción, el especialista explicó que para este estudio se realizó un relevo de 9,4 millones de hogares, lo cual significa que la cantidad de personas que forman parte de esta encuesta son más de 28 millones.
El nuevo índice
Para Banga, los datos arrojaron son 2,85 millones de hogares los que se encuentranen situación de pobreza y“esto representa un 30,4 por ciento que, cuantificado en personas, son 11,7 millones de personas, o sea, un 40,9 por ciento”.
Asimismo, existe un 22,3 por ciento de pobres no indigentes, “estamos hablando de 2,1 millones de hogares y ocupa a 8,7 millones de personas, es decir, un 30,4 por ciento”, diferenció.
Respecto al nivel de indigencia de este primer semestre 2020, son 754 mil los hogares sumidos en esta situación (8,1 por ciento), lo que implica que son casitres millones las personas que están por debajo de la línea y representan el 10,5 por ciento.
“El lado positivo, si se quiere, es el 69 por ciento de hogares no están en la pobreza; son 6,5 millones de hogares y estamos a hablando del 59,1 por ciento de personas que no entrarían en la pobreza, unos 16, 9 millones cubren la canasta básica total y alimentaria básica”, indicó Banga.
Cifras que encienden las alarmas
Sintetizando lo expuesto, se puede definir que:
- El 30,4 por ciento de hogares está por debajo de la línea de pobreza
- El 40,9 por ciento de las personas están por debajo de la línea de pobreza
- El 8,1 por ciento de hogares está por debajo de la línea de indigencia
- El 10,5 por ciento de las personas se encuentra por debajo de la línea de indigencia
“Para el universo de los 31 aglomerados urbanos, son 2.849.755 los hogares que están por debajo de la línea de pobreza e incluye a 11.680.575 personas”, detalló Banga.
A su vez, añadió que “dentro de ese conjunto,754.155 hogares y 2.995.878 personas son indigentes, es decir, tenemos a casi 3 millones de personas que no completan la canasta básica alimentaria y once millones que no completan la canasta total”.
Para el analista en materia económica, el 40,9 porciento de personas en la pobreza significa“un escenario bastante difícil para el Gobierno nacional, sobre todo con todo el gasto que esta haciendo para que esto no suceda”.
Sobre esto, Banga se refirió a todos los programas de asistencia económica que el gobierno de Alberto Fernández se encuentra llevado adelante, tales como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) que garantiza el pago de los salarios.
“Esto es complicado porque significa que hay niños que no están completando su alimento diario, que es la base fundamental para un futuro en la Argentina y, también, tenemos a la Educación que estácolapsada por la pandemia”, evidenció.
Como punto a parte, Banga consideró que“las clases virtuales no cumplen el rol de lo que eran las clases presenciales” y que, pese a que las tareas para el hogar intentan compensar esto, “son los padres los que comienzan a cumplir esa función” pese a no tener algún tipo de conocimiento pedagógico.
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