El Comité Ejecutivo de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE) junto a sus organizaciones miembro en los 18 países que la integran, convocaron a sumarse a las jornadas de paros y movilizaciones en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Uno de los ejes principales que se tocaron fue, entre otros reclamos, la lucha por la adhesión y aplicación del Convenio 190 sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo, aprobado el año pasado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Es muy importante luchar para lograr la ratificación del convenio 190 en cada uno de nuestros países”, dijo Julio Fuentes, presidente del CLATE. “Esto será un desafío tremendo frente a un problema que crece día a día, ya que va atado directamente a la flexibilización laboral, a la falta de protección a las trabajadoras y trabajadores, al retiro de los Estados de su control sobre el mundo del trabajo”, agregó
“El aumento de las situaciones de acoso en los ámbitos de trabajo es posible en contextos de precarización laboral”, señaló y continuó: “Hay que concientizar a los y las dirigentes nacionales de que es un tema prioritario y que hay que trabajarlo”.
Por otro lado, la secretaria de Género y Diversidad de la CLATE, Ángela Rifo (por la ANEF de Chile) expresó que “saludamos todas las iniciativas, el trabajo, el empeño y la lucha para poner en primera línea las demandas de las mujeres y lograr importantes acuerdos”.
En un marco de alta conflictividad social en la región, las mujeres trabajadoras hemos estado a la altura y hemos podido avanzar con nuestras demandas, visibilizarlas y articularlas”, destacó Rifo una de las dirigentes de la CLATE presente en la aprobación del convenio en la OIT.
“Quedan muchos desafíos. El convenio 190 es muy importante y se va a convertir en un instrumento que puede ayudarnos a avanzar en la discriminación, la segregación y las inequidades que tenemos en el mundo del trabajo”, dijo. “Nos espera un año de mucho trabajo y desafíos”, concluyó
¿Qué es el Convenio 190?
El Convenio 190 fue aprobado por la OIT en junio de 2019. Se aplica a todos los sectores, público o privado, de la economía tanto formal como informal, en zonas urbanas o rurales y alcanza tanto a trabajadores como a trabajadoras, cualquiera sea su situación contractual.
Pero reconoce que son ellas las más expuestas a la violencia y al acoso laboral y, sobre todo, aquellas que se encuentran en situaciones más vulnerables, como quienes realizan tareas nocturnas o son migrantes.
Las definiciones de violencia y acoso varían de país a país, por lo que la OIT definió esos conceptos como un conjunto de comportamientos y acciones inaceptables y que tengan por objeto provocar, ocasionen o sean susceptibles de ocasionar, daños físicos, psicológicos, sexuales o económicos.
Así, abarcan el abuso físico o verbal, la intimidación y el hostigamiento, el acoso sexual, las amenazas y el acecho, sin perjuicio de otros actos. La norma contempla que el trabajo no siempre se realiza en un lugar físico específico y, por lo tanto, sus disposiciones abarcan las comunicaciones profesionales, en particular las que tienen lugar mediante tecnologías de la información y la comunicación.
El Convenio 190 es importante porque por primera vez se establece en un instrumento internacional, el derecho a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso.
Es importante saber que los convenios de la OIT, una vez que son ratificados por el Congreso, adquieren relevada importancia como los tratados internacionales y deben ser cumplidos por el Estado.
De este modo el país debe adecuar su legislación al contenido del convenio y la prevención y el abordaje de la violencia y el acoso laboral deben incluirse en las leyes internas.
La OIT mediante la Recomendación 206 que complementa este convenio recomienda además que la temática se incluya en los convenios colectivos de trabajo, y deben ser materia de la discusión paritaria.
De todas formas, ya existe jurisprudencia que reconoce la violencia y el acoso laboral como incumplimiento de las obligaciones patronales y como violación de los derechos humanos de las personas que trabajan.
Pero el Convenio 190 fija un marco común y claro para prevenir y abordar esta problemática, con un enfoque integral, y que tiene en cuenta las consideraciones de género. La ratificación significa darle otro status.
Además, el Convenio tiene elementos muy novedosos como contemplar la extensión de lo que es lugar de trabajo, a los mensajes de WhatsApp, lo que puede suceder en la calle entre trabajadores y sus superiores jerárquicos, o en un evento social vinculado al trabajo.
Por otro lado, establece una regla en los procesos de reclamo: la inversión de la carga de la prueba, si procede, según el caso porque sabemos que las situaciones de violencia y acoso laboral suelen ocurrir a puertas cerradas, sin testigos y es muy difícil para la víctima probar lo ocurrido.
Este principio, que debe conjugarse con el derecho de defensa y el principio de inocencia, está expresado de forma novedosa y con clara perspectiva de género.
Es decir, que basta con que la víctima aporte indicios de que sucedió lo que denuncia para que sea el denunciado quien deba probar lo contrario, yotra novedad, es que reconoce el impacto en el ámbito laboral de la violencia doméstica, es decir, aquella que sufre la trabajadora en su hogar.
¿Qué quiere decir? Si una empleada sufre violencia en su relación de pareja, esa situación tiene impacto en su trabajo, por tanto, también le incumbe a su empleador que tiene la responsabilidad de tomar en cuenta esa situación, esto pone fin a considerar que los problemas de pareja son de índole privada.
Pero el proceso va a ser largo, primero debe aprobarse en el Congreso y depositarse el instrumento de ratificación en la sede de la OIT, en Ginebra y para que entre en vigencia el convenio, dos países, mínimo, tienen que seguir ese procedimiento.
