Número de edición 8330
Opinión

Opinión: Jorge Luis Conngett

Jorge Luis Congett1
“Un día vendrán los hombres sencillos de esta tierra, aquellos que fueron sus soldados a preguntar que hicieron cuando la Patria se apagaba lentamente, que hicieron cuando los pobres consumían sus vidas en el hambre y la de sus hijos en la enfermedad y la miseria, que hicieron cuando los gringos vinieron a imponernos esa nueva forma de vida “occidental” que todo lo corrompe y compra con dinero”. Quizás para ese momento, la vergüenza que provoque el silencio como respuesta no sea suficiente como castigo.”

Bernardo Alberte

Destacado militante de base de la Juventud Trabajadora Peronista, desde donde llevó a cabo importantes tareas de esclarecimiento y formación de cuadros políticos jóvenes.

También realizó una importante tarea pastoral por distintas iglesias de la zona, llegando a ser director de Caritas San Justo durante el período 1971-1973.

Lo obsesionaba la problemática social que sufrían los más humildes, por lo que volcó en ellos todo su esfuerzo, participando activamente en la búsqueda de soluciones que pudiesen paliar sus necesidades.

En 1968 ingresa como empleado en la Municipalidad de La Matanza, como poseía un título de perfoverificador, pasa a cumplir funciones en el área de Cómputos, por aquella época, Junto con otros compañeros, trabaja ad honorem luego del horario habitual para finalizar las obras que hoy goza esa Dirección.

Ya en la década del 70 pasa a Acción Social, que por aquel entonces dependía de Salud Pública, cumpliendo una destacada labor en distintos trabajos de erradicación de villas, campañas de salud, etc. Es electo delegado gremial y pasa a representar los intereses de los trabajadores de esa área. Participa activamente en la intervención del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Matanza, en abril de 1973, proceso que culmina en Setiembre del mismo año con elecciones “las más puras y democráticas que se efectuaron en nuestro gremio” según palabras del propio Congett.

Con la asonada militar de Marzo de 1976 comienza un proceso (el más siniestro que registra nuestra historia) de persecución y represión generalizada cuyos principales objetivos son militantes de todo cuño, aquellos comprometidos con la realidad social de su pueblo, quienes con mística, vocación de servicio, sensibilidad y responsabilidad continuaron su diario batallar en busca de esa patria Justa, libre y soberana.

Supo en esas horas de terror contener a todos sus compañeros. Sin exponerlos inútilmente, protegiéndolos.

Lo detuvieron un 20 de Noviembre de 1976 en su casa ante la presencia de su esposa e hijas, aún permanece desaparecido.

Quienes lo conocieron lo recuerdan por su valentía, su compromiso militante, sus convicciones, su solidaridad y su aborrecimiento a la injusticia. Quienes no lo conocimos, vemos en el un ejemplo de amor y de coraje digno de imitar.

Hoy queremos recordarte de la única forma que se recuerda a un militante: continuar la lucha que tú emprendiste.

Que su lucha no sea en vano, sino un espejo donde mirarnos en la lucha por nuestras derechos como trabajadores.

Agrupación Política y Sindical

“Volver a Perón”

“Un necesario retorno a las fuentes”

Miguel Feniello

Presidente

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Un comentario

  1. Gracias por seguir valorando su honestidad y su ejemplo como persona de bien, que su búsqueda del bien común y dignidad del hombre, no hayan sido en vano!!
    … el mejor homenaje es seguir su ejemplo, y hacer de la política y la militancia una vocación de servicio , y que ningún interés superior pueda sobreponerse a los de una sociedad democrática y libre en todos sus aspectos.
    Flia. Congett.

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