Si bien, el candidato presidencial libertario se presenta como un outsidery un personaje ajeno al sistema político tradicional, sus ideas económicas fueron aplicadas en el pasado con resultados poco provechosos para la mayoría de la población y sus ideas políticas se dan contra la pared de los tozudos hechos de la realidad.
Por Matías Rodríguez Ghrimoldi
matiasrodriguezghrimoldi@gmail.com
Nueva derecha, viejas ideas
El salto en la pobreza y el desempleo durante el Gobierno de Carlos Saul Menem fue un hecho difícil de ocultar: La Universidad de La Plata calculó los datos oficiales de pobreza desde 1992 con la vara actual con la que mide el INDEC y encontró que la pobreza alcanzaba el 30% en 1992, mientras que en 1999 era cercana al 40%.
En materia de desocupación, el llamado menemato llevó la cifra de desempleados de 7.5% a 17,5%, Estos son algunos de los datos del deterioro que sufrió la mayoría de los argentinos que combinados con el aumento de la deuda externa y las privatizaciones de las principales empresas, a un valor bastante bajo, da una idea rápida del desempeño de la gestión gubernamental por aquellos años.
Sin embargo, no a todos les fue mal, antes del menemismo, según el mismo estudio de la casa de altos estudios platense (considerada la mejor de la argentina y una de las mejores de Latinoamérica), el 10% más rico ganaba 23 veces más que el 10% más pobre. Luego del menemismo, ganaba 24 veces. Pobres más pobres, ricos más ricos.
Es sabido que una pieza fundamental de las políticas del menemismo, que luego continuó con el Gobierno de Fernando De La Rúa, hasta que lo echó una multitud de personas en la calle, fue el ministro de Economía, Domingo Cavallo, de quién Javier Milei dice que fue el “mejor ministro de la historia”
“Yo hablo con Cavallo. Discutimos de economía, hablamos de economía. Para mí es un honor hablar con Cavallo”, expresó el dirigente libertario. A confesión de parte, relevo de pruebas decía un refrán injustamente olvidado. Ahora, ¿por qué Milei diría algo así de un ser tan odiado? El dirigente libertario y Cavallo comparten concepciones económicas: ambos quieren limitar al máximo la injerencia del mercado y defienden un libre ejercicio de oferta y demanda.
Milei por un lado, manifestó que considera “al Estado como un enemigo; los impuestos son una rémora de la esclavitud». Por otro lado, Cavallo recientemente analizó que «si predominan las tendencias estatistas e intervencionistas del Presidente (Alberto Fernández), puede venir una hiperinflación como predice Javier Mieli. Dos caras de la misma moneda.
Las referencias al pasado lamentablemente no terminan acá: “hemos dado vuelta una hoja del intervencionismo estatizante y agobiante de la actividad económica para dar paso a la liberación de las fuerzas productivas”, indicó el ministro de Economía de la dictadura militar, Martinez de Hoz el 2 de abril de 1976, a pocos días de que la Junta Militar haya dado el golpe de Estado.
No debe ser tan necesario remarcar los desastres que acarreó esta política: aumento de la pobreza, de la desocupación, de la deuda externa y la expansión de las villas miserias. A los sectores de la población que resistieron contra este avance en contra de las condiciones de vida de los sectores populares, se los reprimió brutalmente llegando al asesinato, el secuestro, la desaparición de personas y el robo de bebés.
Negacionista de los 30 mil desaparecidos
«Se trata de una visión tuerta de la historia, dame todos los nombres que llegan a 30 mil. ¿Sabés cuántos tiene registrados la Secretaría de Derechos Humanos? Quiero ver si lo sabés», vociferó enojado Miei contra un periodista en la capital de la Provincia de Tucumán. A su lado, se encontraba su aliado local: Ricardo Bussi, el hijo del ex militar declarado como genocida, Antonio Bussi. Como verán, este punto tiene algo de contacto con el anterior.
Más allá de que la propia dictadura admitió haber desaparecido más de 22 mil personas, la cifra de 30 mil es una cifra estimada dado que los archivos estatales de 1976 a 1983 jamás fueron abiertos. La represión fue estatal e ilegal, por lo que es difícil conocer la verificación que el propio Estado escondió. De hecho, cómo es de público conocimiento, aún se siguen recuperando nietos apropiados por personas ligadas al gobierno militar.
El escritor Martín Kohan, en un programa emitido en el 2017 explicó que «se postula una cifra a partir de la estimación de los casos no denunciados, porque mucha gente no se anima a hacer la denuncia por miedo. Todavía hay razones para temer. Julio López fue desaparecido en plena democracia, con una democracia relativamente consolidada».
«Entonces existe la necesidad histórica y política de estimar una cifra, de correrse de la lógica de la verificación, porque al que le toca hacer esa verificación es el Estado. El Estado es el que tiene que informar a cuántos asesinó y dónde están sus cuerpos, a cuántos bebés robó y dónde están ahora. El Estado tiene que informar. La dictadura nunca reveló sus archivos», explicó Kohan.
Negacionista del calentamiento global
Ante la pregunta de un influencer sobre que pensaba Milei de este fenómeno, el libertario contestó: “Es otra de las mentiras del socialismo y es parte de la agenda del marxismo cultural”. Es decir, en resumidas cuentas, para el candidato presidencial de Libertad Avanza, el tema es una fake news de la izquierda.
Según el Informe Especial sobre Cambio Climático y Salud de la COP26, publicado en 2021 por la Organización Mundial de la Salud, los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, tormentas e inundaciones, se cobraron miles de vidas y afectaron a millones de personas. Al mismo tiempo, amenazaron los sistemas de salud y la infraestructura de las ciudades, colocando a diversas poblaciones en situaciones de vulnerabilidad.
Esto solo por mencionar uno de los tantos estudios que se encuentran cuando se busca en internet sobre el tema. La opinión de Milei es nociva para la salud de las personas, pero si se transformara en el presidente de un país podría implicar desastres en la salud y las condiciones de vida de sus habitantes.
Cabe recordar que estas son solo tres de otras tantas razones de por qué no se debería votar a Javier Milei. En momentos de lógico y justo enojo con los políticos habituales, no hay que dejar que gane la bronca y hay que tomarse el voto con mucha seriedad e informarse sobre las propuestas de los candidatos, sus ideas, que hay detrás de ellas y qué sucedió cuando fueron aplicadas.
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