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Inseguridad: Algo más que una sensación invade diariamente a La Matanza

INSEGURIDAD.

Una nueva zona liberada se suma al Municipio más grande de Zona Oeste. Esto quedó demostrado en dos ocasiones en acontecimientos en donde los habitantes del territorio son víctimas de la inseguridad en su propio barrio, en la puerta de su casa, en el lugar de su trabajo e incluso en zonas aledañas al distrito local.

Por: Melanie Martínez

melamartinez92@gmail.com

La Matanza es considerado incluso como una provincia más para sus habitantes, debido a la cantidad de personas que incluye dentro de sus fronteras, es el más poblado de toda la provincia de Buenos Aires, forma parte del Aglomerado llamado en los medios como el Gran Buenos Aires, es el más extenso del Conurbano Bonaerense según muestran las estadísticas que suman 1.775.816 habitantes, siguiendo lo que dice en la página oficial del Municipio marcado por el censo realizado en 2010 por el INDEC.

La primera camada de egresados de la policía municipal se hace notar en las calles de zonas como Ramos Mejía, cuadras aledañas a la Universidad Nacional de La Matanza, donde muchos de ellos se formaron en la escuela que allí funciona en su nuevo año consecutivo. En centro de San Justo es otro de los lugares elegidos por los vestidos, en el caso matancero, por boina y pantalones celestes, chaleco anti balas negro y botas de ese color. Los alrededores del shopping de San Justo es el centro de encuentro donde cerca de las 7 de la mañana se juntan y parten a su zona asignada, entre las mencionadas y otras.

A pesar de eso, mientras otra generación de uniformados se entrena en las instalaciones de la casa de altos estudios, y los candidatos se atribuyen el gran logro de incrementar la seguridad por este medio. Sin embargo, como en la vida en general, no todo es color de rosa para los matanceros y aledaños.

“Tierra de nadie”

Así la llaman los vecinos del lugar que se quejan de la falta de presencia policial como posible solución al problema nacional que aqueja al país sin excepción alguna, que además claramente requiere una amplia atención política y social al respecto de los próximos elegidos en las elecciones generales a realizarse durante el mes de octubre y los que actualmente desempeñan su rol en las altas esferas y cargos públicos, y aquellos que desde su lugar creen que pueden, como todos, aportar su granito de arena al problema que preocupa a los argentinos.

´Levantaron a los policías que andaban por acá´, ´Están todos en la plaza´, ´Nos roban como si nada´, son algunas de las frases que se escuchan en zonas cercanas a la General Paz, e importantes Avenidas del distrito donde se supone, debido a la circulación de gente y colectivos que hacen sentir a los argentinos en compañía, más seguros, y que algo debería notarse frente a la autoridad competente.

El caso

Un grupo de jóvenes le robó el auto a una pareja cerca de una de las plazas más coloridas, reformadas de La Matanza en el barrio de Lomas del Mirador. Los delincuentes portaban un arma con la cual amenazaron al dueño del vehículo solamente para quedarse con el móvil, provocándole un mal momento difícil de pasar a un vecino que con esfuerzo había logrado conseguir su transporte personal.

Lo cierto es que cuando se suelen debatir estas cuestiones tanto en los medios como en los hogares, se cuestiona la raíz y el origen, además de las posibles soluciones a un problema que se agranda con el paso del tiempo, sin precedentes, en las distintas esferas, a pesar de las propuestas parciales.

¿Quiénes transgreden la ley son totalmente culpables? Sergio “Cherca” Prieto, pionero en la provincia de Córdoba del teatro de comedia más accesible, diferente del conocido monólogo, oriundo de Estados Unidos, el Stand Up, abordó el tema hace algunos años con algo de humor y hace reflexionar al público de Showmatch al respecto.

Un milagro

Otra pareja fue víctima de un siniestro en una zona cercana al caso anterior en Lomas del Mirador, cuando salían de la casa del novio, con la camioneta que pertenecía al padre, pasadas las once de la noche, el 18 de agosto, luego de volver de la Universidad de La Matanza que recién inicia la segunda parte del ciclo lectivo corriente, para acercar a su mujer a su casa.

En medio de la tensa situación de forcejeo, con miedo, la mujer se acercó al timbre para notificarle la situación a los familiares. Dos disparos irrumpieron el silencio de la noche, uno rozó la cabeza del novio y rajó la moderna camioneta, mientras que el otro lo hirió y desangró. Ante la situación el delincuente se asustó y huyó con su arma nueve milímetros.

La bala que entró y salió del brazo del joven no fue impedimento para que éste salga corriendo hacia la esquina y ocultarse con su pareja del delincuente armado que les hizo pasar un ingrato momento. La mujer le vendó el brazo con una chalina para evitar que pierda más sangre y volvieron a su casa donde su padre los esperaba atónito.

El Policlínico de San Justo recién reformado fue el destino para corroborar que todo esté bajo control. Al parecer la bala salió sin dañar ninguna arteria, por ende, no pasó a mayores ni fue necesaria una intervención quirúrgica para quitar los restos de la bala, si el paciente así lo hubiese querido pero, según declaró, no se prestaría a entrar al quirófano.

La víctima también aseguró que hubo faltantes durante las horas que pasó en el hospital, en donde perdió el conocimiento durante su estadía debido a la cantidad de sangre que perdió por el disparo que dejó una gran cicatriz en su brazo, el cual hasta el momento esquiva el agua en cantidad, circula vendado y con un sostén que comúnmente utilizan las personas enyesadas a modo de pañuelo cruzado.

Distinto escenario, mismo problema

En barrios aledaños a La Matanza, en pleno partido de Morón, Haedo toma protagonismo durante el último tiempo, no sólo por las imparables picadas de autos y motos sin casco que hacen piruetas por la Ex Avenida Gaona restaurada recientemente y la Avenida Rivadavia, a pesar del caso que se hizo conocido en los grandes medios; sino también por la inseguridad.

Los vecinos denuncian robos, asesinatos, intentos de entraderas y otros delitos que forman parte del habla cotidiana, incluso en las cuadras que costean la supervisión policial de la comisaria principal. Por este motivo, realizan reuniones en asamblea donde definen políticas propias para evitar disgustos.

Conformaron una alerta vecinal, aplican el botón anti pánico sugerido por las autoridades de ese Municipio pero, a pesar de ello, y la existencia de cámaras que suelen apuntar a las vías del tren y muchas no están en buen estado, los hechos de inseguridad no cesan desde hace un tiempo.

Si hacemos cronología de hechos, un conocido periodista del área deportiva y del barrio fue asesinado a dos cuadras de la plaza de Haedo Sur cuando evitó que delincuentes ingresaran en su casa a amenazar a su familia armados, y lo mataron cerca de las diez de la noche.

Lo cierto es que la luz del día no los frena, ya que durante el último fin desemana un comerciante sufrió el hurto de su celular durante la realización del reparto de su mercadería a unos metros del lugar donde aconteció el hecho antes descrito.

Los vecinos del barrio de Morón declararon que viven con miedo de sufrir un hecho de inseguridad, perder mercadería que utilizan para vender y subsistir. Ya la calle no es un lugar de juegos para niños y tranquilidad. ¿A futuro los hogares tampoco?

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