“Al menos siete dotaciones de bomberos combatieron, el martes 15 de junio por la mañana, un incendio de grandes proporciones declarado en una maderera de la localidad bonaerense de Villa Celina, partido de La Matanza.
El siniestro se inició alrededor de las 6 en el predio ubicado en la calle Unanué, entre Giribone y Strangford, por causas que se investigan. A raíz del incendio y del intenso humo se evacuaron por precaución, las viviendas de la cuadra”.
Este fue el escueto comentario periodístico que se hizo respecto a la noticia, pero con el paso del tiempo, se pudo esclarecer un poco más situación.
En primer lugar, los Bomberos Voluntarios al llegar al lugar del siniestro notaron que la puerta estaba abierta y que la misma, no había sido forzada.
Por la voracidad del incendio y la gran humareda reinante, se pensó que se trataba de una maderera ó una fábrica de muebles, pero en realidad se trataba de un depósito de escenografías de un conocido canal de aire.
Una vez finalizada la intervención de los Bomberos Voluntarios se procedió a realizar el análisis pericial de siniestro y no se encontraron elementos que fuesen determinantes para establecer si la causa del incendio fue intencional ú accidental. Al no haber denuncia policial ó víctimas, se demoró más de lo previsto el informe correspondiente.
Pero algo siempre se escapa y uno puede enterarse del entramado oculto de las cosas: el depósito tenía un seguro millonario, arriba de los dos millones de dólares y el mismo fue cobrado presentando únicamente el certificado de intervención extendido por los Bomberos Voluntarios. Dicho dinero se utilizó para el reequipamiento tecnológico de la emisora.
Según fuentes judiciales se abriría, en pocos días, una causa por defraudación al dueño del inmueble siniestrado y a las autoridades de la emisora.
