Número de edición 8394
La Matanza

Paya Raiders es, “Buscar la felicidad en la felicidad del otro»

Paya Raiders es, “Buscar la felicidad en la felicidad del otro"
Paya Raiders es, “Buscar la felicidad en la felicidad del otro»

Como todos los años desde 2010, Adrián Colonna y su equipo Paya Raiders salen el tercer domingo de agosto a llevar sonrisas, juguetes, golosinas y alegría a los niños de El Palomar para festejar su día. El primer punto de encuentro es en la panadería de Luis Clementino (Rosales 700) y de ahí trasladan la fiesta y los colores al Hospital Posadas.

Por Daniela Viola

danieladeniseviola@gmail.com

Las donaciones

Durante los meses de junio y julio, el grupo solidario se encarga de juntar juguetes que pueden ser de plástico y de peluche (previamente lavados) a través de redes sociales, los retiran a domicilio, los higienizan con alcohol, arreglan los que llegan rotos, descartan los que no sirven, los empaquetan y les ponen la etiqueta de Paya Raiders.

A veces también reciben bolsas plásticas, cintas de colores, abrochadoras, tijeras, hay imprentas que les donan folletos. “No recibimos dinero porque el fin es regalar un juguete”, aseguró Colonna y contó: “Casi siempre terminamos poniendo 100 pesos cada uno para cubrir todos los gastos porque sabemos que recibimos mucho más de lo que vamos a dar y vale la pena el esfuerzo físico, espiritual y emocional que hacemos ese día”.

Además, desde el año pasado, también preparan regalos con frases motivadoras para los adultos del hospital ya que “el fin del servicio es que todos tenemos un niño adentro y ese día hay que festejarlo y celebrarlo para regalar una sonrisa. Siempre decimos que salimos a regalar narices, globos, juguetes y sonrisas para hacer una diferencia en los demás”, señaló.

El Día del Niño

El punto de partida es a las 11 de la mañana en la panadería de Luis y, según el representante del grupo “la gente del barrio ya sabe que estamos ahí entonces casi siempre hay 200 personas esperándonos. Llegamos en caravana de autos, haciendo ruido, bocina, corneta, ponemos música en la puerta, jugamos con ellos, regalamos juguetes y a las 12 del mediodía nos vamos al Hospital Posadas”.

“Los chicos ya nos esperan, saben que vamos. Gracias a Dios van muchos grupos solidarios de algunas iglesias, vecinos, gente solidaria”, relató Colonna y una vez allí, piden permiso a papás y doctores e ingresan en cada habitación de a tres payasos, “compartimos con ellos, nos sacamos fotos, les regalamos juguetes y se ponen contentos”, siguió.

Entre los internados hay niños que pueden hablar y otros que no, hay gente sorda, hay algunos que están en sectores de cuarentena u oncología y no pueden tener contacto con las visitas. Sin embargo esto no frena a los payasos solidarios, pues se acercan a sacarles sonrisas de lejos e incluso los que saben lenguaje de señas logran comunicarse igual y transmitir alegría y festejo.

“Y bueno el día es espectacular, explicarlo con palabras cuesta mucho, yo le doy la oportunidad al que quiera vivirlo que se involucre con el equipo y lo viva, es algo hermoso. Yo ya hace ocho años que lo hago y cada año es otra cosa, me llevo una emoción distinta, una reflexión diferente, una nueva historia”, remarcó el líder de los payasos.

La mística Paya Raiders

“Nos juntamos el día del evento a las ocho de la mañana, compartimos un desayuno todos juntos, ponemos música, nos ponemos los trajes, empezamos a maquillarnos, a armar todo lo que es la previa, la entrada en calor, para empezar a mover la energía del grupo y después salimos a la calle”, contó Adrián.

Así salen con el personaje de payaso a flor de piel con el único objetivo de regalar sonrisas y llevar alegría, allí cada voluntario desarrolla una empatía diferente, ya sea acercándose a los niños, o a sus papás y hasta quizás a algún familiar, como parte de ciertas estrategias de equipo “porque el hospital es muy fuerte, las personas nuevas casi siempre tienen inconvenientes porque ven a chicos que están muy débil de salud”, explicó.

Como tradición, una vez finalizada la recorrida, se juntan todos los voluntarios a compartir unas pizzas y los miembros recién incorporados deben volver a sus casas así disfrazados y pintados “para que sepan en el barrio, sus familias que ese día hizo una diferencia en otra persona –comentó- Y ya una vez que participas del servicio Paya Raider, sos un payaso para toda la vida y podes formar parte del grupo cuando quieras”.

Los inicios

El proyecto nació del grupo scout Niño Jesús y a partir del ejemplo que daba el panadero de la zona que “siempre se disfrazaba de payaso y salía a regalar juguetes y golosinas a todos los niños del barrio, cuando nosotros éramos chicos”, recordó el titular de la organización y agregó: “Entonces nosotros al ser grandes creamos un servicio para contarles la historia de Luis, y lo manejamos los adultos con los chicos de 14 años para arriba”.

Al principio el grupo estaba conformado por seis personas, en 2015 se abrió a la sociedad y hoy son más de 50 los voluntarios. “Todo esto lo hacemos más que nada para regalar sonrisas y marcar la diferencia ese día que por un instante estas personas, familias y chicos, sientan la felicidad del amor incondicional, sin esperar nada a cambio de otra persona que es un regalo, una visita, o solamente una mirada”, expresó.

Por lo tanto, no hace falta que sean scout, cualquier vecino de El Palomar puede sumarse, lo único que tienen que hacer es pasar por tres etapas: la primera es recolectar juguetes, la segunda higienizarlos y empaquetarlos y la tercera es ir a entregarlos, para esto deben armarse un traje de payaso bien colorido y maquillarse.

Otras campañas

Desde el 2016, los Paya Raiders agregaron el servicio de Navidad, acompañando a su mentor Luis que también suele disfrazarse de Papá Noel y regalar juguetes en el barrio. Para esto armaron un trineo enganchado en el tráiler de un auto y recorren la avenida Rosales vestidos como payasos, en caravana con el camión de los bomberos, mientras los rodean más de 5mil personas en la calle.

“Vamos viendo las circunstancias de la vida, nos acerca gente que necesita una mano y nosotros ahí ayudamos”, aseguró Colonna y mencionó cuando hicieron servicios en jardines de El Palomar, en uno de Palermo, en comedores por ejemplo de Entre Ríos, cuando se van de campamento, entre otros.

Además han realizado la campaña “Audífonos para Diego” para ayudar a un niño que es sordo, su mamá no podía costear el aparato y la obra social no se lo cubría, por lo que el grupo de payasos organizó un Teatro Solidario gracias al que recaudaron 50mil pesos, incluso hubo gente que donó cosas y hasta el dueño de una ortopedia donó el 50% de lo que valía el audífono y así cumplieron el objetivo.

En septiembre del año pasado, para el Día Internacional de la Fibrosis Quística, una ONG de Hurlingham organizó una campaña para impulsar la donación de órganos y allí estuvieron los Paya Raiders, trabajaron en conjunto con los anfitriones y regalaron juguetes en la plaza. “Así que siempre surgen eventos especiales y estamos ahí, acompañando”, concretó el animador infantil.

Sin banderas

Para el 9 de julio de este año, el Municipio de Morón, por primera vez en ocho años, invitó a los Paya Raiders como una entidad reconocida en El Palomar, para cerrar el desfile en el festejo por el Día de la Independencia Nacional, allí  repartieron golosinas a los niños presentes y hasta recibieron el saludo del intendente.

Sin embargo, Adrián Colonna aclaró: “No hacemos actos políticos ni religiosos, nosotros vamos a ayudar a la gente, no juzgamos, no criticamos” y, aunque aceptó que han recibido donaciones de políticos y de la Iglesia, explicó: “Somos un grupo heterogéneo, aceptamos todo tipo de religiones, pero el fin es la sonrisa que nosotros vamos a obtener de ese niño”.

Las anécdotas

La retribución que recibe este grupo de voluntarios no viene solo de la sonrisa y el cariño de los niños, también llega de parte de sus familiares: “Tenemos papás que este año donan juguetes porque vieron, estuvieron con sus hijos internados en el hospital otros años y nos reconocen, nos comparten fotos”, contó el animador y siguió: “Una vez nos dijo una abuela: ‘Gracias porque gracias a ustedes hoy le puedo regalar un juguete a mis nietos’”.

Así también la energía de los Paya Raiders llegó a su mentor, su “superhéroe” como le dicen en el grupo, que el último Día del Niño volvió a ponerse el traje de payaso para visitar el Hospital, después de tanto tiempo, e incluso lo usó hace poco en el desfile, y para la Navidad pasada desempolvó el disfraz de Papá Noel.

“Y esto nosotros salimos a hacerlo de corazón y nos llevamos tanta felicidad que vale la pena tanto trabajo, esfuerzo y dedicación. Como dice nuestro creador del movimiento scout Baden-Powell: ‘Seamos felices haciendo felices a los demás’, así que esa es nuestra meta”, concluyó Adrián Colonna.

Si quieren colaborar con donaciones pueden contactarse vía Facebook al perfil Paya Raiders o a Grupo Scout Niño Jesús. También pueden contactarse vía telefónica por Whatsapp al número de Adrián Colonna: 15 32602443

 

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