La Mazamorra. La banda folklórica La Mazamorra, que tiene su origen en el Partido de La Matanza, se presentó el último domingo con su música de raíz y vuelo en la casa de los cantores Catulo Tango, ubicada en Anchorena y Zelaya, perteneciente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Por: Melisa Correa
La Mazamorra compartió escenario con músicos como Lucrecia Longarini y Madeo Claudia, así como las Danzas de Leonardo Freire y la Compañía Folklorica Popular, con quienes deleitó a los presentes durante toda la exposición.
La banda agitó con sus ritmos y melodías el corazón de los presentes en el encuentro, en el cual brillaron profesionales artístas musicales con los estilos que nacieron desde hace tiempo en nuestro país
La Banda
La banda suena desde el 2000 con un repertorio, voces e instrumentos que nos cuentan sobre su música, la reinvención y búsqueda constante de su identidad, mediante el folklore naciente desde este tiempo, lugar y sobre todo, desde la sensible mirada de quienes integran este grupo.
Los integrantes ejecutantes de los instrumentos musicales que componen La Mazamorra son variados y van desde voz y flauta a cargo de Malena Villaverde, en percusión Diego Frescura, voz y guitarra Cristian Alderete y en guitarras y bajo Matías Peralta. En tanto que en varias ocasiones suelen contar con invitados especiales como Aldana Bello en charango, Alejandro Andreu en quenas y sikus y Héctor Gómez con el saxo.
Pero si de pasión por este arte hablamos, estos músicos no sólo integran la banda, sino que también tienen distintos cargos que van desde talleres de lutería en los cuales se construye y repara instrumentos, programas de enseñanza de música en zonas de riesgo, de danza y música en nivel terciario y hasta la producción de una marca propia de instrumentos musicales.
Otros detalles
En cuanto a las curiosidades en la labor de los músicos, el caso de Matías es el claro reflejo de uno de los tantos emprendimientos matanceros que se desarrollan, ya que trabaja como profesor de guitarra en la Orquesta Infanto Juvenil del km. 32, en la localidad de González Catán, una modalidad que surgió en Venezuela y acá se reprodujo en todo el país. Al respecto, Alderete entusiasmado remarcó que “es un lugar en donde se dan situaciones muy llamativas, muy lindas, porque son chicos que en la escuela tiene problemas de conducta y sin embargo ahí forjan respeto y dedicación entre ellos y hacia la música”.
Con un primer disco editado, y el próximo a editarse Tras el fuego, afianzan y profundizan la propuesta, la cual llevan adelante cada día con un compromiso social y la convicción del arte como herramienta transformadora, incluyendo composiciones propias y de otros autores.
