Se trata de la Escuela Especial Juntos Para Crecer, la cual advirtió que por la falta de pago de una obra social podría dejar de prestar su servicio. Además, en abril, el personal cobró solo el 60% de su sueldo.
En el marco de la delicada situación económica que atraviesa la Argentina, una escuela de educación especial ubicada en pleno corazón de San Justo advirtió que podría cerrar sus puertas debido a la falta de pago de una obra social.
Se trata de la “Escuela de Educación Especial Juntos Para Crecer”, un colegio privado subvencionado por el Estado que trabaja con alumnos con distintas discapacidades de nivel inicial y primario. Se encuentra ubicada en Monseñor Marcón 3.039, pleno corazón de San Justo, desde 1991.
La dramática situación en la que se encuentra se debe a un conflicto con IOMA
Según consignó El 1 digital, el servicio de cobertura médica le debe a la escuela una suma que supera los 30 millones de pesos, según aseguran. Pero ese no es el hecho más preocupante: los reclamos se convirtieron en amparos cuyos fallos se dieron en favor de las familias. A pesar de la seria implicación legal en el asunto, IOMA “sigue sin dar la cara”, protestan.
La directora de la institución, Laura Esperanza, afirmó que el colegio no recibe “un solo peso” desde julio de 2023. A partir de abril del corriente año, todo el personal de la entidad educativa cobró únicamente el 60% de su sueldo, es decir, la parte que está subvencionada.
Esperanza detalló que ellos no son los únicos prestadores que dejaron de percibir el pago.
De hecho, en los amparos presentados por las familias se explica que, por conocer la situación, ninguna escuela quiere recibir a niños con IOMA. En estos casos, los padres son “afiliados cautivos” y no tienen posibilidad de elegir otra obra social.
“En promedio, tenemos seis facturas impagas por alumno. Esto hace que la escuela esté colapsando, en crisis y no pueda seguir brindando el servicio. Esto no solo afecta a los alumnos de IOMA, sino a todos”, lamentó la directiva escolar. Y continuó: “No tenemos otra herramienta que hacer esto visible y que las autoridades que están por encima nuestro tomen cartas en el asunto”.
“Sabemos que los afiliados de IOMA son ´cautivos´, no pueden elegir otra obra social, y los aportes están en tiempo y forma. Entonces, no pueden decir que no los reciben. Eso se constata en los aportes de sueldo de los trabajadores. IOMA recibe aportes pero no hace los pagos a los prestadores, ¿qué hace con esa plata?”, planteó Esperanza.
Cabe recordar que el colegio tiene más de 30 años de trayectoria y trabaja con alumnos de nivel primario con discapacidad intelectual. Además, ofrece el servicio de apoyo e inclusión escolar con alumnos que hacen su trayectoria en jardines y escuelas primarias y secundarias de la provincia de Buenos Aires.
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