Número de edición 8394
La Matanza

“No existía sacar el servicio de hemoterapia de los hospitales” 

Lo escuchaste en No Te Duermas

Donación. Un proyecto inédito.

Andrea Colombo, fundadora de DAR por Más Sonrisas relató cómo fueron los inicios de la ONG matancera que se dedica a la promoción de donación de médula ósea, y las gestiones que tuvieron que encarar para poder realizar las campañas solidarias. A 15 años de su creación, su accionar es reconocido y se replica en todo el país.

Por Soledad Martínez 
martinezgoledad@gmail.com 

Entrevistada en No Te Duermas (lunes a viernes de 10 a 12 hs por Radio Hexa), la fundadora de DAR por Más Sonrisas, Andrea Colombo, relató cómo  nació la ONG matancera que desde hace 15 años promueve la donación de médula ósea.
Andrea es mamá de Lautaro, un joven que pronto cumplirá 18 años y que transitó prácticamente toda su vida luchando contra la leucemia. En ese proceso la familia del, por entonces, pequeño de Virrey del Pino, no solo se enfrentó a la dura enfermedad, sino también a las dificultades que rodeaban el tratamiento.

Andrea recordó que la ONG surge a raíz del caso de un nene de 2 años que había sido diagnosticado en el Hospital Garrahan, donde se atendía Lautaro, con una leucemia muy agresiva, que solo se curaba con un trasplante de médula ósea y requería de transfusiones frecuentes.
“En ese tiempo, 15 años atrás, no existía el modelo de donación de sangre voluntaria, era de reposición.

La familia tenía que llevar 70 donantes al hospital para poder atender las necesidades de un paciente con leucemia que requiere muchas transfusiones de sangre y plaquetas”, se explayó la mujer.

Ese fue el puntapié para comenzar a pensar qué podían hacer para abordar, no solo la enfermedad de Lautaro, sino la de todos los pacientes que estaban en la misma situación.

La primera acción fue enviar una carta de lectores que fue publicada en medios nacionales, generando un impacto muy fuerte en la comunidad.

“Nosotros escribimos la situación que observamos y solicitamos en carta abierta que vengan a donar para todos los pacientes del Garrahan, no solamente para Lautaro. Sorpresivamente explotó en una respuesta positiva de alto impacto para el hospital”, rememoró Colombo.

De esa manera, el tema se fue instalando en la agenda social. “Veíamos que con las cartas de electores no era suficiente, que había cada vez más pacientes en el hospital y empezábamos a ver casos en los que la sangre no llegaba oportunamente y, obviamente, las chances se reducían. Esto era muy fuerte y ahí dijimos ‘tenemos que hacer campaña”, continuó la mujer.

Un proyecto inédito

“Comenzamos con la doctora Ana del Pozo, que en aquel momento era directora del Servicio de Hemoterapia (del Hospital Garrahan) a recibir instrucciones, una serie de capacitaciones en cómo ser realmente un agente activo de promoción de donación. Ella fue la maestra de nuestro proyecto”, contó la mujer.
Pero las acciones que querían realizar debían tener un marco legal. Por este motivo, la familia de Lautaro elaboró un proyecto que fue avalado por las autoridades sanitarias  correspondientes a nivel municipal y provincial. También obtuvo legitimidad para ser desarrollado en cualquier parte del territorio argentino.

El proyecto DAR por Más Sonrisas, habilita a la organización de campañas de donación de sangre y médula ósea en distintos ámbitos sociales y educativos. “Fue algo  inédito. En ese momento no existía el servicio de hemoterapia de los hospitales”, destacó Andrea Colombo.

La primera experiencia se llevó a cabo en Tucumán, en una escuela rural en la cual es docente una tía de Lautaro. “Encaró el proyecto allá porque como papás estábamos en el hospital, y estábamos aislados. No podíamos salir y todo nuestro contacto era a través de la pantalla de la computadora”.

Esa campaña culminó con éxito. “Había que socializar esa información para que se replicara, entonces solicitamos al INCUCAI que emitiera un comunicado de prensa que informara que esto se podía hacer, que se animaran”, explicó la creadora de la ONG.

Al aire libre también

Luego de la primera experiencia en Tucumán, tomó la posta una escuela secundaria Córdoba. “Unos amigos de allá nos dicen ‘lo vamos a hacer’, así que nosotros desde acá comenzamos con las gestiones”, contó Colombo.

Cabe destacar que para realizar las campañas de donación implica trasladar al personal de salud fuera de su ámbito de trabajo cotidiano, por lo que se requieren autorizaciones institucionales, permisos, seguros y montar la infraestructura adecuada.

En esa primera experiencia en Córdoba, el sector educativo no autorizó la acción solidaria, por lo que la recolección no podía realizarse en el establecimiento. “La escuela estaba movilizada, los jóvenes estaban movilizados, entonces lo que hicimos fue incentivarlos a decir ‘ocupemos los espacios públicos’, ‘vayamos por los permisos municipales’. Efectivamente con ayuda del cuerpo de bomberos se montó una infraestructura en una plaza y se hizo la primera colecta en la vía pública”, recordó la mujer.

 

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