Lo escuchaste en No Te Duermas
La docente y vecina integrante de la Asamblea Popular Ramos en Lucha analizó lo que perciben en las calles con cada actividad de la organización barrial. Según expresó, el apoyo a Javier Milei “va decreciendo”. También destacó “lo que pasó en las calles fue fundamental” para la caída de la Ley Ómnibus.
Por Soledad Martínez
martinezgsoledad@gmail.com
La profunda crisis social y económica reflotó el fenómeno de las asambleas populares como manera de canalizar los reclamos colectivos y en La Matanza, crecen día a día. Ana Paredes Landman, docente y miembro de Ramos en Lucha, contó en No Te Duermas (Radio Hexa, lunes a viernes de 10 a 12 hs) las devoluciones positivas que tienen en cada convocatoria.
“Para nuestra sorpresa, cada vez que hacemos los cacerolazos y las asambleas en Avenida de Mayo, que es una zona de mucho tránsito, recibimos comentarios positivos y la gente se acerca, quiere ser parte del grupo”, contó la docente.
Cabe recordar que la asamblea se reúne en la plazoleta ubicada en la intersección de Avenida de Mayo y Avenida Rivadavia en Ramos Mejía. “No estamos recibiendo tanta crítica. Yo milito y nos ha tocado estar en alguna campaña o por alguna razón en particular volanteando en ese triangulito y es más común que se acerque gente con una ideología más de derecha a criticarte, pero no es lo que está pasando”, agregó Paredes Landman.
La composición de la asamblea es heterogénea e incluye militantes de distintos espacios políticos y personas que prefieren mantenerse al margen de lo partidario. Por este motivo, la bandera que los identifica fue realizada en una jornada cultural y refleja aquello que los une; las consignas “No a la Ley Ómnibus”, No al DNU y la exigencia de continuidad del plan de lucha.
El peso de la calle
“Vemos la necesidad de la continuidad de las medidas y, a la vez, no nos quedamos esperando, también elaboramos nuestro propio plan de lucha. No se trata solamente de quedarse esperando que la CGT o la CTA llamen”, remarcó la docente.
Incluso, junto a otras asambleas están evaluando realizar alguna acción, como un cacerolazo en las puertas de la CGT, para exigirles la definición de una medida de fuerza o que afronten “el costo político de la decisión que toman de no convocar”.
En este sentido, Paredes Landman analizó: “este es el mejor momento para nosotros. Salimos a pelear algo que parecía que no iba a salir, porque se decía que tenían los votos, parecía que estaba resuelta la cosa con la rosca parlamentaria y no fue así”.
La docente señaló que más allá de “las desprolijidades, el desconocimiento de los propios reglamentos porque muestran un nivel de improvisación importante, la calle tuvo un peso fundamental” en la caída de la ley Ómnibus.
En descenso
Apenas caída la ley ómnibus, rápidamente entró en escena una nueva polémica: un proyecto que deroga la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que causó encontronazos en el propio oficialismo.
Y es que el proyecto que ingresó a la Cámara de Diputados contaba con la firma de legisladores del bloque de La Libertad Avanza que salieron rápidamente a desligarse de la iniciativa y el vocero presidencial, Manuel Adorni aseguró que “no estaba en agenda” abordar el tema.
En tanto, en la asamblea Ramos en Lucha ya se sometió a votación si se tomaría postura y se definió unánimemente apoyar la defensa de la ley. “Con esta discusión lo que vi es que no termina de ser una media oportuna ni siquiera para los propios del gobierno, porque hay que decir que la crisis está llegando a todos lados y empieza a mostrarse algún nivel de arrepentimiento”, afirmó la docente.
Para Ana Paredes Landman, este aspecto aún “no se termina de mostrar con fuerza, activamente en las calles”, pero sí es evidente que “hay un nivel de apoyo que va decreciendo”.
