Número de edición 8397
Fototitulares

Pablo Medrano: Necesita un medicamento de 23 millones

Lo escuchaste en No Te Duermas 

Rocío Mendoza relató la desesperada búsqueda de la medicación.
Rocío Mendoza relató la desesperada búsqueda de la medicación.

Rocío Mendoza compartió la difícil situación que enfrenta su hijo Pablo Medrano, de 15 años, quien fue diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda de alto riesgo hace cuatro meses. La falta de respuesta de la obra social ha llevado a la familia a una carrera contra el tiempo para obtener la medicación vital.

Por Paula Tevez Varela
paulatv56@gmail.com

Sobre el diagnóstico de Pablo su madre relató que “fue diagnosticado hace cuatro meses con leucemia, linfoblástica aguda de alto riesgo. La cual venía bien con el tratamiento que iba llevando, los primeros 33 días llegó a negativizar la médula y seguíamos con el protocolo que tenía que hacerse”.

Sin embargo, la situación dio un giro preocupante. Rocío continúó: «El 13 de diciembre la doctora le hace una nueva punción de médula para iniciar otro bloque de quimio y le salta que tiene la médula nuevamente positiva a un 3,17%. A lo cual ella me dice: te voy a pedir otra medicación específica porque él tiene la médula nuevamente positiva, pero es poco. Sin embargo, le hacen otra punción el 15 de enero, perdón y le salta que la médula está positiva, pero a un 50%, es como que ese bloque de quimio no le resultó nada”.

La entrevistada compartió su sorpresa al descubrir que estaba afiliada a una obra social. Aunque formaba parte de una cooperativa que les proporcionaba este servicio 13 años, Rocío admitió que nunca había hecho uso de este beneficio y, de hecho, desconocía su existencia. La revelación se produjo cuando su hijo Pablo fue diagnosticado con leucemia. En medio de la crisis de salud, le informaron que tenía una obra social y que debía comenzar a solicitar la medicación a través de ese canal.

El costo de la salud y la difícil decisión de venderlo todo

“Les mando la receta a un 3 de enero, diciéndole a la urgencia del caso, que mi hijo necesitaba porque estaba con la médula positiva, que era poco pero que estaba positiva. La obra social me dice: “Lo mandamos a auditoría”. Quedo con eso, le mandaba mensajes. La única respuesta era “Mandamos auditoría”, no había otra respuesta”, lamentó.

Sobre la obra social, explico que “Total Integral de Salud es una gerenciadora, eso es lo que ahora me enteré.Es una gerenciadora de apuntadores marítimos, no tiene un lugar físico esa obra social, yo mandaba por WhatsApp, las recetas”.

La situación alcanzó un punto crítico el 15 de enero, cuando la doctora solicitó el número de la Obra Social para abordar la urgencia del caso. Sin embargo, la respuesta fue desalentadora; la auditora comprendió la urgencia, pero reveló la incapacidad de la obra social para cubrir los costos.

Ante el impactante costo de 23 millones de pesos por cada una de las 8 ampollas necesarias para el tratamiento de su hijo, Rocío tomó una decisión drástica en un intento desesperado por garantizar la medicación urgente para su hijo. Compartió: “Cuando la doctora me dijo que la necesitaba estado urgente, he decidido con mi esposo vender mi casa, vender mi tele, vender lo que tenga para poder acceder a esa ampolla y no esperar de la obra social”.

“Pero cuando me dicen el precio tan abismal que sale esto es algo, no alcanzaría. Ni vendiendo todo lo que tenga no va a alcanzar a comprar las medicaciones porque él sí o sí necesita a las 8 ampollas para poder hacer el tratamiento porque es un nene de 15 años que pesa 100 kilos”, agregó.

La odisea por medicación sin respaldo de la obra social

Sobre la posibilidad de un trasplante de médula, Rocío explicó que “esa medicación es para hacer que negativice nuevamente la médula para llegar al trasplante del cual, el donante es mi marido que salió compatible, casi 87% de compatibilidad”.

En la hipotética situación de Rocío Mendoza si no contara con obra social el hospital habría facilitado la medicación necesaria. No obstante, su experiencia previa fue que la doctora solía proporcionarle la medicación, y luego la obra social se la reembolsaba.

“Yo le he pasado los papeles al Estado para ver si me pueden dar esa medicación y al ver el precio, investigan todo y dicen: “no, tienen obra social”. De la Obra Social he recibido una llamada de la cual me dicen: “date de baja la obra social en 15 días en los municipios se tiene que hacer cargo”, no hay otra solución fácil”, manifestó.

Ante esta situación, expresó su frustración: «Me dicen porque esto es un montón de papeleo, un montón de tiempo; esta medicación viene del extranjero». Buscando soluciones alternativas, Pfizer, confirmó tener la medicación, pero la obra social no facilita los fondos para la entrega.

Ante la falta de respuestas concretas, compartió que buscaron ayuda en la Fundación Flexer, la cual proporcionó un abogado que presentó una cautelar favorable. “Lo que me dice el abogado es que hay millones de casos de esto, es como que me dice que no se va a poder hacer, ya que va a tardar porque hay muchos casos de amparos, porque hay muchas obras sociales que están con este mismo tema”, señaló sobre la complejidad del proceso legal.

TE PUEDE INTERESAR:

Publicaciones relacionadas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo