El presidente Javier Milei dio a conocer un plan de reformas a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) titulado “Bases para la reconstrucción de la Economía argentina”, desencadenando un amplio abanico de modificaciones.
Por Paula Tevez Varela
paulatv56@gmail.com
Durante una cadena nacional, Milei delineó un conjunto de medidas destinadas a desregularizar la economía argentina y eliminar un amplio espectro de leyes, incluyendo las de Alquileres, Abastecimiento, Góndolas y Compre Nacional. Estas acciones, según el mandatario, tienen como objetivo principal liberar las fuerzas del mercado y generar un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento económico.
Las reformas propuestas abarcan más de 350 cambios en la normativa, entre los que destacan la privatización de empresas públicas, la transformación de estas entidades en sociedades anónimas para su posterior venta, la flexibilización del mercado laboral para abaratar costos de contratación y despidos, y modificaciones en leyes como la de Tierras y Manejo del Fuego para impulsar la inversión extranjera y potenciar sectores específicos de la economía nacional.
El presidente, rodeado de sus ministros y Federico Sturzenegger, quien fue señalado como el cerebro detrás de estas reformas, justificó la necesidad de estas acciones argumentando la urgencia de romper con regulaciones que, según él, han sido obstáculos para el desarrollo económico del país.
Entre los puntos más destacados de las reformas anunciadas se incluyen cambios significativos en el ámbito de la medicina prepaga y las obras sociales, con la eliminación de restricciones de precios, la incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales y la implementación de la receta electrónica para agilizar el servicio y reducir costos.
Cambios y llamados al Congreso
Asimismo, se prevén modificaciones en el ámbito deportivo, permitiendo que los clubes de fútbol se conviertan en sociedades anónimas si así lo desean, y se anuncia la desregulación de servicios como el internet satelital y el sector turístico, buscando eliminar monopolios y fomentar la competencia.
“El objetivo es comenzar el camino de reconstrucción de nuestro país, devolverle la libertad y la autonomía a los individuos y empezar a desarmar la enorme cantidad de regulaciones que han impedido, entorpecido y detenido el crecimiento económico, pero este es solo el primer paso”, declaró el mandatario.
Y agregó: “En los próximos días llamaremos a sesiones extraordinarias al Congreso Nacional y enviaremos un paquete de leyes pidiéndole al Congreso la colaboración para avanzar en este proceso de cambio que la sociedad eligió en un contexto de crisis que requiere de acción inmediata”.
Cacerolazos y Consignas en todo el país
Sin embargo, el anuncio desencadenó manifestaciones en varios puntos estratégicos de Argentina, incluyendo el Congreso, barrios de la Ciudad de Buenos Aires, La Plata, regiones del interior del país y localidades de La Matanza.
Ramos Mejía fue uno de los epicentros de estas protestas, con la intersección de las avenidas de Mayo y Rivadavia como punto focal de la manifestación. Los participantes corearon consignas como «Unidad de los trabajadores» y «paro general», reflejando la inquietud y el descontento generalizado.
En otras localidades como La Tablada, San Justo, Gregorio de Laferrere y González Catán, también se hicieron sentir los reclamos. Allí, los sonidos de cacerolas y bocinazos resonaron en las calles mientras los manifestantes expresaban su rechazo a través de consignas como «La patria no se vende», dejando en claro su postura frente a las medidas económicas anunciadas.
En la Ciudad de Buenos Aires, los barrios porteños de Palermo, Recoleta y Caballito fueron testigos de cacerolazos multitudinarios frente al Congreso de la Nación, donde decenas de personas expresaron su rechazo a las políticas propuestas por el líder de La Libertad Avanza (LLA).
La provincia de Buenos Aires fue escenario de manifestaciones masivas, con concentraciones significativas en La Plata, la Quinta de Olivos, la Plaza San Martín de Morón y San Miguel. Los ciudadanos expresaron su descontento ante las medidas anunciadas, ondeando banderas y entonando cánticos en señal de protesta.
Estos eventos no se limitaron a la capital y su provincia, extendiéndose hacia el interior del país. Ciudades como Rosario y Mar del Plata presenciaron cacerolazos y bocinazos tras el anuncio.
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