En la segunda parte de una entrevista exclusiva para No Te Duermas, por Hexa Radio, coproducción de Periódico SIC y Diario NCO, Alejandro Enrique, director de la UDAI Casanova, habló sobre su trabajo dentro de esta entidad y opinó sobre la actualidad del periodismo.
Por Florencia Sutil Barrios
“Al momento que acepté ser parte de una estructura política, sabía que tenía que estar capacitado para hacer cualquier cosa”, recordó el director de la UDAI Casanova al ser consultado por sus inicios en la Subsecretaría de Cultura, en donde desarrolló su función durante 12 años.
“Yo fui a una entrevista con el intendente Fernando Espinoza por un trabajo que yo estaba haciendo en colaboración con Canal Encuentro sobre una serie que se hizo sobre La Matanza y yo estaba a cargo de la historia de ese documental. Yo fui como investigador y salí con una propuesta política”, contó.
En el año 2019, debido a ciertos cambios en el gabinete de Espinoza, Enrique dejó la Subsecretaría para trasladarse a la Vice Jefatura de Gabinete, en donde, junto a Daniel Barrera, realizaban diferentes actividades y se ocupaban de cuestiones relacionadas a la gestión. Sin embargo, la llegada de la pandemia fue un punto de inflexión en la carrera del funcionario, ya quesu trabajo tuvo que adaptarse a ciertas medidas sanitarias.
Los cambios a raíz de la pandemia por Covid-19
“Tuve la labor de organizar los centros de aislamiento donde iba la gente que se contagiaba y no podía ir a su casa para contagiar al resto. Daniel me puso a cargo de estos centros y armamos aproximadamente 10, de los cuales se utilizaron tres: la actual Ciudad Universitaria de González Catán, el Presidente Perón del km. 32 y el Colegio Don Bosco”, mencionó Enrique.
En esos lugares, contaban con un servicio de catering el cual les otorgaba cuatro comidas por día, también tenían un servicio de lavandería dos veces por semana, servicios de desechos tóxicos, seguridad, limpieza y voluntariado. El funcionario resaltó que “era como un hospitalito donde estaban los médicos y los enfermeros que se encargaban de la asistencia, yo esa parte no la manejaba obviamente pero el resto de la estructura dependía de mí”.
De esta manera, el director de UDAI Casanova trabajó en conjunto desde marzo hasta junio, mes en donde el intendente Espinoza le ofreció hacerse cargo de las UDAI, que son las delegaciones de ANSES ubicadas en diferentes ciudades de La Matanza.
ANSES: El nuevo desafío
Al ser consultado sobre su labor en UDAI Casanova, Enrique contó que, actualmente, cuenta con un plantel de 149 trabajadores, pero que, apenas había comenzado, eran cuatro personas que trabajaron durante dos meses. “Había cosas que estaban paralizadas desde marzo y pudimos abrir recién en agosto”, mencionó en relación con la importancia de habilitar estas oficinas, en las cuales se realizan trámites básicos y necesarios referidos a jubilaciones y pagos de asignaciones y planes sociales.
En ese momento, existía una atención virtual pero consideraron que la presencialidad era menester ya que se tenían en cuenta las realidades de, por ejemplo, adultos mayores que no tenían acceso a Internet. “Hay personas de los 50 para arriba que les cuesta hacer cosas por Internet, imaginate un señor de 70 años jubilado”, ejemplificó el funcionario.
De esta manera, hubo que regenerar todo un esquema que incluía sistemas de trabajo, de funcionamiento y recursos humanos. Enrique resumió: “ANSES tiene una gran virtud que es que es una especie de superestructura que es como un elefante que anda solo, el tema es que el elefante se cayó y había que levantarlo”.
“Yo creo que está el periodismo y los operadores de prensa”
Al ser consultado acerca del periodismo actual, el director de UDAI Casanova opinó que “es un momento difícil para ser periodista, que difícil debe ser para los compañeros que yo conozco salir a bancar los espacios y tener que soportar que un señor que se pone la ropa de periodista deje pegado al resto”.
En este sentido, señaló que en la década del noventa, periodistas como Magdalena Ruiz Guiñazú, Jorge Lanata y Mariano Grondona construyeron un inconsciente colectivo en la sociedad en el cual el trabajo del periodismo era algo “impecable e impoluto”.
“Yo también me creí que era un espacio para transformar la realidad y después me di cuenta de que no, entonces esa construcción que se hizo era para generar que los medios sean las grandes figuras, y que poco tiene que ver con el trabajo que se hace en los territorios”, expresó.
En esta línea, Enrique agregó que “había una mirada naif acerca de que todo lo que pasaba por ahí era un espejo que traducía la realidad” y concluyó que “el gran problema es que todavía hay algunos que están enmascarados que le hacen mucho daño a la profesión y está bueno seguir dando batalla».
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