Número de edición 8396
Destacadas

Africanismo: el culto a los Orixás

Africanismo: el culto a los Orixás

Siglo XVI: las embarcaciones provenientes de África transportaban esclavos a América y ellos consigo traían su fe. Con el tiempo fueron contándole a los nativos de los Orixas, de Olodumare y del batuque. Esas fueron las semillas que germinaron, fueron creciendo y que hoy se conoce como africanismo.

Por MATÍAS RODRÍGUEZ
matiasrodriguezghrimoldi@gmail.com

Una fe perseguida, estigmatizada, reprimida pero resistente. Una fe que surgió en tribus africanas, que acompañó a sus fieles vendidos a sus esclavistas y que hoy, en nuestro país, vive en los barrios populares.

La prensa ha tratado a esta religión con desprecio, amarillismo y falta de respeto. A pesar de esto, el africanismo continuó creciendo y hoy es un culto reconocido por el Estado y sostenido por una importante cantidad de fieles. NCO habló con Iya Mónica de Yemanja. Ella es la autoridad religiosa de la Ile Reino Das Aguas, un templo africanista en Villa Luzuriaga, La Matanza.

Mónica hace 35 años empezó a soñar con el mar. Soñaba que el mar la llevaba y que la devolvía. Fue un sueño insistente, un sueño que volvía cada noche. Decidió empezar a investigar y encontró la historia de Iemanjá, la madre de todos los Orixas, una divinidad muy importante para el africanismo que se relaciona con el mar y el agua. Fue en ese momento que empezó a acercarse a la religión y nunca más la abandonó.

“Hace 35 años que cultivo esta fe a la cual amo profundamente. Nosotros hacemos culto a Orixa, acá estamos hace doce años y antes estuve en Ciudadela 20 años en otra ile en la calle San Martin”, contó.

¿Qué es Orixa?

El panteón de deidades que son adoradas en el africanismo tiene diferentes procedencias. Al respectó Monoica explicó: “Los Orixas son seres divinos que, en su momento, algunos vivieron en la tierra, en distintas zonas de África y fueron divinizados, otros estuvieron en Orum, lo que sería el cielo y bajaron a la tierra a dar sus bendiciones. Algunos Orixas fueron reyes de tribus en Nigeria y Benin”.

“Nuestra religión está basada en la naturaleza: agua, fuego, tierra y aire. Cada Orixá se manifiesta, está asociado a algún elemento de la naturaleza. La madre del mar, por ejemplo, es Iemanjá. Son dieciséis Orixas los que cultivamos. Hay algunos más, pero normalmente cultivamos esos”, agregó.

En el africanismo hay una divinidad suprema. Mónica indicó que “Olodumare es nuestra divinidad más sagrada. Es, como para que entiendan, Dios. Igual Dios es de todas las religiones y no es propiedad de ninguna. Es de todos. Lo llamemos Dios, Alá, Olodumare, es dios, el poder mayor”.

Los Orixás tienen diferentes características y acompañan a sus fieles de una manera particular. Cada fiel debe pasar por un proceso llamado Jogo de Buzios: a través de unas pequeñas piedras, el sacerdote o sacerdotisa procede a averiguar que Orixa acompañará a la persona de manera más cercana.

“Cada fiel tiene un Orixa de cabeza, un adjunto que te acompaña y uno de pasaje. Es como un ángel de la guarda”, aclaró la Iya.

Vida y religión

Mónica se explayó sobre su cosmovisión sobre la vida: “Estamos para vivir, no hay nada más maravilloso que la experiencia de la vida. Vivirla intensamente, vivirla felizmente, con las dificultades que cada uno tenemos. Estamos para vivir y para crecer, para ser cada vez mejor persona. Eso es lo más difícil. El humano tiene un montón de miserias, de egoísmos, de mezquindades. Hay que ser mejor persona día a día y luego hay que ser buen religioso”.

“Para mí la religión no es un deber, es un error para mi pensar eso. Así se manipula a la gente con el miedo y la culpa. Vos te acercas porque viste, lo sentiste, o tuviste un sueño. La función del culto a Orixá es ayudar a que día a día seamos mejor persona para contener a quien necesita ayuda”, remarcó.

La Iye dio su punto de vista sobre los pecados y aseguró: “Más que pecado hay errores, equivocaciones. Hay cosas simples y errores más grandes como delinquir, pero bueno es la vida y el humano es en su gran mayoría es miserable. Vanidosos, egoístas, mezquinos, eso es lo que hay que ir puliendo, esas mezquindades”.

Para Mónica los Orixas no eran perfectos necesariamente. Al respecto analizó: “Ogum, por ejemplo, era un rey. Tal vez habrá cometido actos que no estuvieron bien. Habrá tenido mezquindades, pensemos que era un rey de una tribu que conquistaba territorios. Pero luego fue puliendo esos aspectos y evidentemente así lo hizo porque fue divinizado por su pueblo y por Olodumare”.

“Más que bien y mal hay positivo y negativo. El mal y el bien es un concepto moralista. Yo más que en la moral creo en la ética ¿Está bien que una persona se enamore de otra y deje a su mujer/marido y sus hijos? Y depende, depende de cómo lo veas ¿Si se enamoró verdaderamente de otro ser? ¿Está bien o está mal? ¿Pero si queda con esa pareja y se queda por un formalismo y no por amor? Nosotros creemos en el amor profundamente”, completó.

¿Qué pasa después de la muerte?

Lo que sucede cuando nuestra vida terrenal termina es visto de manera distinta por cada religión. En relación a esto la Iye contó: “Para nosotros cuando nos morimos viajamos al Orum. Olodumare nos abre sus puertas y evalúa si estás puro como para poder acceder a algo tan maravilloso y si no quedaremos como almas en pena”.

Según Mónica la posibilidad de acceder al Orum no depende de la frecuencia con la que se asiste a la Ile. Olodumare no tiene trato preferencial con los religiosos más disciplinados y de los más esporádicos. La tarea es pulir esas miserias y mezquindades del ser humano.

Te pueden interesar:
https://diario-nco.com/radio

https://facebook.com/diarionco

Publicaciones relacionadas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo