Número de edición 8395
Política

Celeste y Blanca Construye: De la promesa “pobreza cero” al camino de la exclusión

TRABAJADORES SOCIALES

Celeste y Blanca Construye. Texto de l@s Trabajador@s Sociales de la “Celeste y Blanca Construye” Bs. As., donde fijan su posición y hacen una profunda reflexión respecto los cambios que se están produciendo en materia social que han derivado en un crecimiento exponencial de la pobreza.

“Desde el Trabajo Social debemos problematizar el aumento de la pobreza en la Argentina como consecuencia de la injusta distribución, que el actual gobierno nacional de Macri, realiza de la enorme riqueza de nuestro país. Nuestro compromiso como colectivo profesional es monitorear las políticas sociales, denunciar la vulneración de derechos, promover la articulación de redes y organización social para la comprensión y resolución de problemas sociales que afectan la dignidad humana de nuestro pueblo.

Un problema que se agrava

Como trabajador@s sociales que nos desempeñamos en diferentes ámbitos de la Provincia de Buenos Aires (salud, educación, justicia, desarrollo social, etc.) y conformamos el colectivo profesional “La Celeste y Blanca Construye”, observamos con preocupación e indignación el crecimiento de la pobreza en los últimos meses.

Las consecuencias de las políticas que este Gobierno instrumenta con la clara decisión de fragmentar la sociedad empobreciendo a las mayorías, ya no puede ser negado por los medios hegemónicos de comunicación. Un ejemplo de esto fueron las protestas  de los ruidazos nacionales como consecuencia de  los tarifazos en los servicios públicos y  la inmensa movilización por Paz, Pan y Trabajo en el reciente día de “San Cayetano”.

Nuestra participación laboral directa en el campo social nos permite tomar nota de estos cambios. La creciente desocupación, pérdida del poder adquisitivo y los aumentos desmedidos en los bienes y servicios básicos, dan cuenta del deterioro que sufren las clases trabajadoras y sectores más vulnerables.

Lo que hoy planteamos y advertimos como colectivo profesional, basado en el principio fundamental de promocionar los Derechos Humanos, es que los sectores populares más vulnerables, históricamente silenciados por gobiernos de derecha, están siendo rápidamente excluidos del sistema ante la persistencia de políticas solo favorables a los sectores más concentrados de la economía.

Las necesidades básicas de la población están siendo hostigadas, provocando el empobrecimiento creciente de los sectores más vulnerables, la clase trabajadora ve resentido su salario; y no menos importante es el clima social que se percibe en la población que siente violentados sus derechos, al tiempo que sufre el destrato y el maltrato por parte de quienes tienen la obligación de asegurar el cumplimiento de sus derechos.

No sólo tenemos un Estado que está siendo debilitado y achicado en recursos y funciones de protección social, sino que estamos en presencia de un sistema generador de pobreza. Quienes llevamos años en esta profesión, sabemos que reconstruir tanto el tejido social, como la matriz de desarrollo para incluir a los sectores más desprotegidos, lleva décadas de trabajo y la firme decisión del Estado de instrumentar políticas públicas de desarrollo con inclusión social.

Construcción social

Ante esta realidad es preciso plantear que entendemos y cómo explicamos la pobreza a partir de definiciones y debates pertenecientes al ámbito de las ciencias sociales. Los enfoques dominantes relacionados al estudio de la pobreza se centran en la cuantificación y descripción de la misma opacando las corrientes que priorizan las explicaciones causales de su origen, así como su reproducción y mantenimiento en el transcurso del tiempo. El considerar el fenómeno de la pobreza como una construcción social nos permite cuestionar las corrientes que la presentan como “un estado” en el cual se hallan determinados actores sociales y a quienes se responsabiliza por dicha situación.

El enfoque relacional sostiene una perspectiva basada en la tradición Latinoamericana que se focaliza en la constitución del “polo de la pobreza” de manera relacionada con la construcción del “polo de la riqueza” en el marco de procesos sociales complejos (Cattani, 2008), es decir cuestionando el sistema de desigualdad y mecanismos que la originan. Autores como Gutiérrez (2007) y Cattani (2008) señalan “la necesidad de examinar las dimensiones relacionadas que existen entre pobreza y riqueza, partiendo de la idea que la pobreza no es un fenómeno aislado o marginal, sino que se reproduce conjuntamente con la riqueza, en el marco de la reproducción de las relaciones sociales”.

Para comprender la producción y evolución de la pobreza es preciso comprender la relación entre Estado y mercado, la primacía de una u otra lógica condiciona la distribución de recursos y de oportunidades. El neoliberalismo implica la expansión del mercado frente al Estado, así como la vulnerabilidad y pobreza para importantes sectores de la sociedad. En relación a las políticas sociales en un contexto neoliberal y conservador, las mismas funcionan como atenuantes de los efectos negativos de la política económica y se muestran incapaces de desarticular los procesos de reproducción de la pobreza.

Otro aspecto a considerar en este contexto es la relación pobreza trabajo. La precariedad laboral y la falta de empleo es una variable a tener en cuenta para analizar la pobreza en amplios sectores de la sociedad ya que produce fragmentación social y  disminuye la capacidad de respuesta de los trabajadores a partir de sus organizaciones, generando competencia y el traspaso de un plano grupal a un plano individual, desarticulando redes solidarias.

Reducción del Estado

Habiendo dado cuenta de la necesidad de comprender la pobreza como construcción social íntimamente ligada a la producción de la riqueza, resulta evidente la imposibilidad de concretar la promesa de “pobreza cero” en este gobierno de marcada tendencia liberal, donde se prioriza el mercado y se busca reducir al Estado a su mínima expresión, donde además se reducen puestos de trabajo y se recortan los programas sociales.

Los Trabajadores Sociales seguramente nos vamos a enfrentar con una nueva definición de “pobre”, acorde a esta realidad que nos atraviesa.

Esta nueva restauración conservadora nos propone una visión de la pobreza, cuya solución se encuentra en la beneficencia y el asistencialismo. De esta manera “el pobre” de este modelo social y económico se caracteriza por recibir “ayuda social” y demostrar agradecimiento y complacencia con el poder que le otorga “beneficios”, este estereotipo de pobreza puede verse encarnado por ejemplo en Margarita Barrientos. Concepto que se contrapone al de ciudadana/o sujeto de derechos, organizada/o en una comunidad y empoderada/o, reflejado por ejemplo en la figura de la dirigente Milagro Sala,  a quien se quiere mostrar irreverente porque exige derechos, organiza a la comunidad y no se manifiesta sumisa ante el poder.

Esta categoría de “pobreza” y su comprensión como construcción social es tema a debatir entre l@s Trabajador@s Sociales y es preciso además poder plantear este debate con la población que recibe dicha categorización.

El trabajo como articulador social

Desde nuestra profesión, creemos en el trabajo como el gran articulador social. Creemos en la organización de los sectores populares que surge ante las tensiones entre los poderes económicos,  el estado y el pueblo. Tenemos la certeza que los movimientos sociales, además de dar a conocer su problemática a la opinión pública, también han sabido canalizar las necesidades y buscar alternativas que den solución a sus problemas.

Nuestra profesión valora y promociona la organización de base como opción transformadora. Hoy, vemos con tristeza la criminalización de la pobreza y de la protesta social. Debemos alertar acerca de los niveles de violencia que genera el Estado, muchas veces con complicidad de la justicia.

Por eso, como colectivo profesional exigimos la libertad de la dirigente social Milagro Sala y los compañeros de la agrupación Tupac Amaru, presos políticos del gobernador Morales y el Presidente Macri, y el cese de la persecución mediática/política/judicial a dirigenta/es sociales y políticos que manifiestan diversidad de ideas y defienden los derechos humanos.

Por todo lo expuesto, invitamos como especialistas de las ciencias sociales a:

– Profundizar la evaluación diagnóstica en los diferentes ámbitos de intervención, con el fin de contar con la sistematización empírica necesaria que nos permita refutar el discurso hegemónico de los medios y las falsas justificaciones de funcionarios del gobierno nacional y provincial de que no todo/as podemos gozar de derechos básicos

– Intervenir activamente denunciando en forma permanente el avasallamiento a los derechos humanos, sociales, y laborales.

– Continuar trabajando en la defensa de todos y cada uno de los derechos adquiridos por los ciudadanos, movilizándonos cuando los mismos se sientan amenazados, haciendo cumplir los principios de nuestra profesión.

– Avanzar en la construcción de una red que nos permita actualizar el diagnóstico social, buscando alternativas viables en la reparación de derechos vulnerados.

–  Seguir construyendo organización colectiva profesional del trabajo social en articulación con organizaciones sociales, políticas y gremiales  del campo popular

Convocamos entonces a adherir a nuestro repudio a las políticas económicas instrumentadas por el actual gobierno nacional y provincial que generan altos niveles de exclusión social y un creciente aumento de la pobreza, así como la ausencia de políticas públicas de desarrollo con inclusión social”.

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