Masacre de Morón
Patricia Fuño Rodríguez, hermana de la joven asesinada junto a sus hijos en Morón, aseguró que está convencida de que su ex cuñado mató a su familia y que actuó en complicidad con otra persona.
«Creemos que fue él y que alguien lo ayudó, estoy convencida, no pudo haberlo hecho solo» sostuvo la mujer sobre Antonio Orlando Cajal, y reclamó que «la Justicia actúe para que pueda volver a estar preso».
La mujer criticó al fiscal Marcelo Tavolaro, que instruyó la causa, y aseguró que no investigó la pista de un hombre que fue visto en la puerta a la hora cercana a los crímenes y que, a su entender, pudo haber actuado como «campana».
Patricia dijo que cuando su hermana Lilian y sus sobrinos, Brian y Rocío, fueron asesinados, no pensó que el homicida había sido su cuñado «porque es el papá», pero después se fue enterando de detalles que desconocía.
«Empezamos a rebobinar sobre el por qué de semejante horror y tenía sentido que él pudo haber sido, nunca fue un buen padre, no quería a los chicos», dijo la mujer.
Afirmó que desde que su hermana se casó con Cajal «la relación fue muy conflictiva», y que incluso estuvieron un año separados y después volvieron a estar juntos, tras lo cual ella quedó embarazada de su último hijo.
«Ella estaba a punto de dar a luz y estaba feliz con su embarazo. Los nenes no veían la hora de que naciera su hermanito, eran hermosos, adorables, inteligentes», afirmó entre lágrimas al recordar a sus sobrinos.
«Pero ella no nos contaba nada, así que no pudimos ayudarla porque no sabíamos lo que pasaba entre ellos», aseguró Patricia, quien dijo que su familia se mantenía distanciada de Cajal y solo veía a Lilian y a los chicos.
Sobre los motivos del crimen, especuló que «él tenía dudas sobre el embarazo porque ella había tenido una relación con otro chico cuando estaban separados, así que lo planificó con mucho tiempo».
