Número de edición 8330
La Matanza

Un joven de Villa Maldonado que cursa en la UNLaM le responde a Vidal

Un joven de Villa Maldonado que cursa en la UNLaM le responde a Vidal

Un joven le responde a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, quien preguntó si era justo «llenar la provincia de universidades públicas cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad».

Por Saúl Nieva
Fuente APU

«Todos sabemos que nadie que haya nacido en la pobreza llega a la Universidad», exclama la actual gobernadora de la provincia, y resuenan en mi cabeza los pasos apresurados que se escuchan en los pasillos de la Universidad de La Matanza, de los pibes y las pibas que llegan después de salir del laburo. Desde mi lugar, una pequeña villa en Ciudadela, en el conurbano bonaerense, quería referirme a los dichos de mi gobernadora.

Soy hijo de laburantes, nieto de una abuela santiagueña que me crió toda mi infancia. Ella ni siquiera tuvo la oportunidad de acceder a la educación primaria y fue empleada doméstica (en negro) hasta el último día de su vida. Siempre lo llevó con mucho orgullo. Con esta información, no es difícil imaginarse las condiciones de mi infancia. Imagínense la cara de esa vieja cuando le conté que aprobé el curso de ingreso en la Facultad para estudiar Derecho. Fue la misma expresión que brilló en su rostro cuando se enteró que merecía una jubilación a pesar de que había laburado toda su vida en negro (pero esa ya es otra historia).

Hoy, con 27 años y en 4° año de la carrera, me he cruzado con infinidad de historias como la mía de pibes y pibas de Lafe, Catán, Casanova, Merlo, Moreno. Primera generación de hijos de obreros que llegan a la Universidad, entre los cuales hoy muchos y muchas ya se han recibido y pudieron cambiar la realidad en la que nacieron.

Eso de tener universidades públicas y gratuitas por todos lados algunos lo llaman igualdad de oportunidades. Otros lo llaman populismo. Qué poco tacto tiene este gobierno para tirar esa frase sin ningún tipo de reparo, tapujo o vergüenza, ignorando mil historias de ascenso social y sacrificio.

En la actualidad, el 94% de los estudiantes de la Universidad de la Matanza son los primeros en su familia en acceder a la educación superior ¿y vienen a decir que nadie nacido en la pobreza llega a la Universidad? ¿Cuántas «nadie» y cuántos «nadie» cruzamos a diario la puerta de la Jauretche (Universidad Nacional de Florencio Varela), de la UNTREF (Universidad Nacional de Tres de Febrero), la de Avellaneda, Lomas, Lanús, San Martín, Moreno?

Esos y esas nadie crecimos en calles de tierra, con nuestros viejos que capaz no terminaron ni la primaria y nos llevaban a upa hasta una calle asfaltada para que llegáramos a la escuela con las zapatillas limpias, que conocimos el cine y las vacaciones ya entrada la adolescencia, que vimos a nuestra familia romperse el lomo para que lleguemos a la universidad, el mismo lomo que hoy nos rompemos nosotros, que llegamos a la universidad siendo «nadie».

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