El Tribunal de Casación Penal bonaerense confirmó la condena a perpetua de un ladrón de autos, que mató a un policía que lo seguía con un tiro en la frente, disparado con un arma que tenía una mira láser.
El fallo confirmó el criterio tomado en 2006 por el Tribunal en lo Criminal Nº 4 de la Matanza, que halló culpable a Javier Narciso Duarte, del delito de homicidio agravado por alevosía del cabo primero Víctor Segovia, de 35 años, quien se desempeñaba en la comisaría de San Justo.
El crimen fue perpetrado el 20 de julio de 2002, cuando Segovia se enfrentó con una banda que asaltaba automovilistas en las inmediaciones de la villa Santos Vega, en el partido de La Matanza.
El enfrentamiento ocurrió alrededor de las 2.30, cuando la patrulla de Segovia se dirigió hasta la calle Provincias Unidas, entre Nazca y San Martín, de San Justo.
Allí, entre cinco y seis delincuentes aprovechaban la luz roja de los semáforos para asaltar a los automovilistas e intentaron robar al conductor de un Volkswagen donde viajaban tres policías federales, que mantuvieron un primer enfrentamiento con la banda.
Según las fuentes, al llegar la policía bonaerense y sin mediar palabra, los delincuentes comenzaron a disparar con armas de grueso calibre provistas de miras láser.
En primera instancia los efectivos intentaron parapetarse y no contestaron la agresión, para preservar la seguridad de los vecinos.
El cabo Segovia persiguió a los malhechores hasta una cancha de fútbol y allí fue alcanzado por dos balazos, uno en la cabeza y otro en el pecho, pese a que llevaba puesto el chaleco antibalas.
Según testigos, Duarte dirigió la mira láser de su arma a la cabeza del policía y efectuó un disparo que impactó entre ceja y ceja.
El suboficial fue trasladado de urgencia hasta el Policlínico de San Justo, adonde llego fallecido.
Al confirmar la condena, los jueces Jorge Celesia y Carlos Mahiques, de Casación, tuvieron en cuenta los testimonios de los policías que estaban junto con Segovia y de los vecinos que vieron el hecho.
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