San Justo: Aumentan las quejas de los comerciantes por las obras del Metrobus
El BTR3 o Bus de Tránsito Rápido de la Ruta 3 que unirá las localidades de González Catán y Ramos Mejía para conectar con los ramales de los trenes Sarmiento y Belgrano Sur a través de la Ruta 3 y que, según lo estimado trasladaría en forma rápida alrededor de 240.000 matanceros diariamente, lleva 13 meses de construcción, y de acuerdo la estimación del presidente Macri cuando estuvo en La Matanza para fiscalizar las obras, estaría listo en el mes de marzo.
Por: Emilio González Larrea
lapaz50@yahoo.com.ar
El costo de la obra es de 1200 millones de pesos, con financiación del Banco Mundial y la construcción a cargo de un Consorcio argentino-brasileño, Queiroz Galvao S.A. Esta empresa junto con Odebrecht y otras constructoras está implicada en el Lava Jato en su país de origen, Brasil.
Creciente malestar
Son muchas las quejas de los matanceros por los inconvenientes que les está causando la obra; los usuarios del transporte público que no encuentran las paradas de colectivos por el cambio del recorrido de los mismos y algunos que no respetan el trayecto convenido, el peligro que causa la eliminación de las aceras -los peatones esperan sobre la ruta y el tráfico les pasa rasante con el peligro que esto conlleva-, los riesgos de accidentes por zanjas y roturas en gran parte de la traza.
Los automovilistas se quejan porque por los desvíos y la lentitud del tránsito se hacen largos los trayectos, por otra parte, hay calles cortadas que impide la conectividad del barrios a un lado u otro de la Ruta -a modo de ejemplo, esto ocurre en el centro de la ciudad de Isidro Casanova donde los vecinos y comerciantes pretenden que no se clausure el cruce en la calle Islas Malvinas- , como telón de fondo, la lentitud de la obra que avizora que no se van a cumplir los plazos estimados, por lo cual este karma matancero se prolongará más allá de marzo para que, en algún momento de este año, disfrutemos de sus beneficios. Por ahora para una parte de los vecinos de La Matanza se trata de sobrevivir a esta importante obra.
BTR o “la tortuga”
El 6 de diciembre de 2016, hace casi 80 días, se comenzó a romper la Ruta en la cuadra entre Dr. Ignacio Arieta y Monseñor Marcón para realizar los trabajos; ese tramo esencial de San Justo tenía un importante movimiento de personas por las paradas de colectivos, además concentra en esa vereda, donde estaba la dársena de las paradas, a varios pequeños negocios que viven del flujo de personas que iban a tomar los vehículos públicos. Estos comercios hace 80 días que conviven con veredas rotas, zanja, parantes precarios para sostener los toldos y encerrados en un corralito donde son pocos los osados que se atreven a circular por esa vereda. Están solos y esperan que algún día se termine la obra y sus negocios, si sobreviven, vuelvan a la normalidad.
“Que terminen la obra y no nos sigan castigando”
Juan Alejandro Troncetti, dueño del maxikiosco ubicado Ruta 3 y Monseñor Marcón comentó que han perdido alrededor del 85% de las ventas; en su caso trabajaba su hijo ayudándolo pero le tuvo que decir que se buscara otro trabajo y también contó que está sacando de sus ahorros para cubrir las pérdidas. Solo quiere que termine la obra ya que, si se prolonga mucho la situación, no sabe si va a sobrevivir.
A su vez Diego Sebastián Escuder hace 20 años que tiene el negocio de chorizos, hamburguesas y panchos -este cronista muchas veces se ha comido un “chori” en el lugar-, tiene un empleado, paga un alquiler de 10.000 pesos y nos dijo: “Sobrevivo por unos clientes fijos de unos bancos que vienen a comprar, pero esto nos está matando”, y agregó que “nadie nos da una respuesta a nuestros reclamos, tuvimos una entrevista con la secretaria de Tránsito municipal (Leticia Piris) y nos dijo que ella no podía hacer nada porque era una obra del gobierno nacional, además de tratarnos con mucha soberbia. Solo quiero que terminen la obra ya y no nos sigan castigando”.
Por su parte, Eduardo Luis Estini -propietario de otro maxikiosco en la misma vereda cerca de Arieta, especializado en panchos, “los mejores panchos de San Justo, con 36 tipos diferentes de aderezos” (dice orgullosamente)- suma su queja por la lentitud de la obra y señaló que puede sobrevivir ya que es el propietario y no paga alquiler. Luego saca dos libros de abajo del mostrador y los muestra diciendo: “Mirá lo que trabajo, en un par de días los terminé de leer” y termina comentando, “yo creo que aquí no han planificado bien cómo hacer la obra para no perjudicarnos tanto tiempo, ni realizaron un estudio del impacto que causaría negativamente, también deberían trabajar las 24 horas, por turnos, esta es una ruta nacional. Nadie te da una respuesta acerca de porqué es así, ni tampoco dan precisiones de cuándo se termina la obra”.
El comerciante manifestó además un sentimiento común en todos los entrevistados, el desamparo por el abandono de las autoridades, que se lavan las manos con la respuesta de que la obra es de otra jurisdicción y viene de otro “palo político”.
María Esther Lorenzo, se vio obligada a trasladar su puesto de diarios a unos metros del lugar donde estaba, en la parada de colectivos, reduciendo el espacio que ocupaba el mismo y, debido a esta situación, estuvo más de un mes con el puesto cerrado y para seguir sobreviviendo lo abre algunas horas durante el día. Ella cree que debe tener un resarcimiento por el daño económico y psicológico, pensó hacer un juicio a través de su gremio, el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, pero la desalentaron, “es muy complicado y largo” le dijeron. Su parada de diarios es un negocio familiar de varias décadas, iniciado por su padre y su tío y que ella mantiene con gran esfuerzo. Esa parada es un centro de información permanente ya que María Esther con su don de gente, orienta a todo aquel que se acerque a preguntar algo .De eso ha sido testigo este cronista muchas veces.
