Magín del Carmen Guzmán

Nace un 8 de Noviembre de 1923 en la Provincia de Tucumán, con apenas 2º grado debió dejar la escuela para ayudar a sus padres en el campo, ya que la pobreza y la injusticia abundaba en esos tiempos. Esa misma injusticia es la que llevó en su juventud a revelarse contra los usureros que con bajos préstamos se quedaban con la cosecha de los sufridos campesinos.

Pasaron los años y vio con alegría el advenimiento del Gral. Perón, que traía justicia y protección para los más necesitados. Sintió que su lugar estaba en Buenos Aires, sin olvidar el monte que lo vio nacer. Ya instalado en Buenos Aires, en el 1946 mas precisamente en la localidad de La Tablada. Con el tiempo formalizó su familia enrolado en la Policía Federal, desde entonces no paró ni un minuto de su vida en su lucha incansable por enaltecer al Peronismo y su doctrina.

Fue en 1955 con la caída del general, que sintió las palabras de la compañera Evita, que si la Patria estaba feliz, ser peronista era un derecho, Magín entendió la otra palabra de la compañera Evita que si la Patria estaba en peligro, ser peronista era una obligación.
A fines del mismo año, se pone a las órdenes del general Juan José Valle para sumarse a la resistencia Peronista.

Dueño de una vida digna de respeto y reconocimiento, dentro de la resistencia peronista, siempre bregando por la unidad del peronismo, levantando bien alto las banderas de la justicia social, la independencia económica, y la soberanía política.

Doña Dominga Páez, su esposa y fiel compañera durante toda su vida, que junto a sus tres hijos Julio César, Carlos Aníbal y José Evaristo debieron hacerle frente a todo tipo de situaciones manteniéndose siempre a su lado, tanto en las buenas que fueron muy pocas, como en las malas que fueron la inmensa mayoría de las veces.

Su modesta casa de calle Alvear y Merlo fue un baluarte peronista siempre había un vino y algo para comer para el recién llegado. Medio peronismo debió haber pasado por ella.

En su lealtad al peronismo y su lucha conoció la persecución, la tortura y muchísimos años de cárcel (pasando por la Brigada de San Martín, la cárcel de Las Heras, Devoto, Rawson, Tierra del Fuego, etc.), sin que nadie lo haya escuchado jamás quejarse ni arrepentirse.

Cuando el Gral. Perón piso el suelo argentino después de tantos años, vi en el rostro duro de Magín, correrle una lágrima y al ver pasar al Gral. Se sintió el hombre más feliz por haber logrado el objetivo de repatriarlo.

Matanza 2012 recordamos el aniversario de Magín del Carmen Guzmán, hagamos honor a lo que fue siempre su pensamiento, que Matanza fue, es y será peronista.

Tu Familia