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A 17 años de la histórica movilización que se denominó “el catanazo”, la planta de disposición final de residuos ubicada en González Catán sigue activa. “Es necesario que el Estado realice un plan integral de tratamiento de la basura pero no hay voluntad política”, aseveró el referente vecinal.
Por Soledad Martínez
El cierre de la planta que la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) tiene en González Catán es, a esta altura, una deuda histórica con los vecinos que padecen día a día los efectos de la contaminación ambiental.
Hugo Osores, referente vecinal de la lucha colectiva, recordó aquel 3 de noviembre de 2006, fecha en la que se llevó a cabo “el Catanazo”, una masiva movilización que tuvo como fin denunciar los graves efectos que la CEAMSE tenía sobre la salud de la población y pedir el cierre de la planta.
Como resultado de la marcha, Osores recordó que la CEAMSE dejó de recibir residuos de CABA y 17 municipios de la provincia de Buenos Aires, medida que se sostiene hasta la actualidad. “Esa gran movilización que desbordó las calles de González Catán puso en crisis el entierro de los residuos y además se logró que las escuelas de la zona sean provistas de bidones de agua potable”, expresó.
El referente vecinal contó además que “como resultado de la presión popular”, se implementó el Programa Agua Más Trabajo en la zona pero que esta medida no representó una solución a la problemática de la contaminación del agua.
“Lo que nosotros planteamos es que tiene que haber una red de agua corriente de planta de tratamiento y no de pozo como es este caso”, explicó Osores. Lo que ocurre, es que el agua proviene de una bomba sumergida a 90 metros que solamente es potabilizada con cloro, el cual elimina bacterias pero no la presencia de metales pesados.
“En ese sentido seguimos reclamando el cierre definitivo de la CEAMSE, el tratamiento integral de los residuos, agua corriente con plantas de tratamiento y un sector en el hospital del 32 destinado al seguimiento y control de los efectos de la contaminación en los vecinos”, resumió Osores.
Un daño irreversible
Con respecto a la contaminación de las napas de agua de González Catán, Hugo Osores amplió: “los acuíferos El Pampeano y El Puelche están contaminados como resultado de la política del CEAMSE que viene de la dictadura”.
Por este motivo, lo que exigen la comunidad es “la puesta en funcionamiento de una planta de tratamiento de residuos con los filtros adecuados para tratar los metales pesados y evitar la contaminación”.
El referente vecinal evocó el informe elaborado por el Juez Federal de Morón Juan Pablo Salas, quien ordenó una investigación para establecer si efectivamente las napas de agua de los barrios aledaños a la CEAMSE estaban contaminadas y sí en efecto dañaban la calidad de la misma.
“A partir de los exámenes de las muestras que se retiraron de los domicilios y de escuelas, se determinó que el agua no sirve ni para cepillarse los dientes”, manifestó Osores, qua además indicó que desde ese momento “se instó al municipio y la provincia de Buenos Aires a que provea de agua potable a los vecinos de González Catán”.
También, en la resolución se intimó a la CEAMSE a tramitar el certificado de efluentes gaseosos, ya que realizaba quemas de basura “generando gases nocivos para la salud de la población”, remarcó Osores. Además de las napas de agua, la contaminación ambiental alcanza también al suelo y al aire.
“No hay decisión ni voluntad política”
A 17 años del “catanazo” el cierre de la CEAMSE no parece estar cerca. “No hay de parte del municipio de La Matanza, intención de realizar el tratamiento integral de los residuos”, aseveró Osores.
El referente vecinal remarcó que “nunca hubo voluntad y decisión política de tratar el tema de la basura y hacer la recolección diferenciada en, por lo menos, cuatro plantas sociales para tratar los distintos materiales y poder hacer el reciclado”.
Este proyecto es vital para los habitantes de la zona ya que, según explicó Osores, también “generaría trabajo genuino para mucha gente desocupada y en particular para la organizaciones sociales que nos acompañan siempre en la lucha contra la contaminación”.
Para el referente vecinal, “la magnitud de los residuos que se generan en La Matanza es tanta que es necesario que el Estado realice un plan integral pero no hay voluntad política”.
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