La Argentina tendrá una de las delegaciones más numerosas que participarán de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río de Janeiro 2013, un encuentro multitudinario del Papa con los adolescentes y jóvenes de todo el mundo que se realiza de manera internacional desde 1987, cuando el beato Juan Pablo II compartió el Domingo de Ramos con más de 1.000.000 de fieles en la avenida 9 de Julio, en Buenos Aires.
Los fieles argentinos, que tendrán los ojos del mundo puestos sobre ellos, al ser los connacionales del santo padre Francisco, superarán las cifras estimadas al momento por la organización, que tiene en sus listas a 11.871 jóvenes de entre 14 y 35 años, además de religiosas, religiosos y sacerdotes.
No obstante las cifras oficiales, desde la organización informaron a AICA que sólo un tercio de los que viajan realizan el proceso de inscripción.
“En el caso puntal de la Argentina, muchos van a ir en familia, por lo que no van a inscribirse. A su vez, las políticas cambiarias hacen que el porcentaje de inscriptos sea aún menor de lo normal porque es realmente engorroso hacer la transferencia”, señaló una voluntaria argentina desde Río de Janeiro. “Sin embargo, acá todo puede pagarse con tarjeta, por lo que la gente va a venir igual”, añadió.
La Argentina, además, aportará alrededor de 700 voluntarios, de los cuales 137 pertenecen a la arquidiócesis de Buenos Aires, 128 a la de Córdoba, 48 a la de Mendoza, 47 a la de Santa Fe de la Vera Cruz, 21 a la de Rosario, 17 a la de La Plata, 15 a la de Paraná, 12 a la de Corrientes, 10 a la de Resistencia y 8 a la de Tucumán.
Entre las diócesis, habrá 14 voluntarios de San Isidro, 13 de Santa Rosa, 10 de San Juan de Cuyo, 10 de Misiones (Posadas, Oberá y Puerto Iguazú en conjunto), 8 de La Rioja, 8 de Lomas de Zamora, 8 de Jujuy, 6 de San Luis, 6 de San Rafael, 6 de Catamarca y 5 de Mar del Plata. Las cifras estimativas se obtienen de un mapa interactivo entregado desde la organización a esta agencia.
Asimismo, se espera que, junto a las arquidiócesis y diócesis, muchos obispos argentinos viajen al Brasil y así, aprovechen la ocasión para estar cerca de quien fue durante 20 años compañero en el orden episcopal, y quien ahora tiene la misión de conducir a la Iglesia Universal.
