- La sed es la mejor alarma de que a nuestro organismo le falta agua. El agua segura, bebidas deportivas entre otras, contribuyen a hidratarnos; existen soluciones de rehidratación oral que contienen glucosa y minerales que según cada caso particular pueden ser indicadas por los médicos.
- Tomar poca agua es tan malo como tomar mucha y en forma desmedida, por ello en gente joven y consciente el mecanismo de la sed es el mejor indicador. No ocurre lo mismo en el caso de los lactantes o ancianos que dependen de terceros quienes son los responsables de asegurarles una hidratación adecuada.
- Los requerimientos diarios de agua en los niños son muy variables ya que dependen de la edad y el peso. La recomendación general es que se deben consumir mucho líquido todos los días sobre todo en días calurosos y mientras estén realizando ejercicios, incentivándolos a tomar agua cada 15 minutos mientras estén en actividad.
- En el adulto se estima entre 30 a 35 ml/Kg/ día, ósea para una persona de 70 kg aproximadamente, libre de enfermedad y en condiciones ambientales normales, serían alrededor de 2 a 2,5 litros diarios, esta cantidad debe superarse en condiciones especiales de enfermedad, altas temperaturas o cuando realizamos ejercicios.
- Las embarazadas y mujeres en tiempo de lactancia necesitan más de 2 litros por día. Teniendo en cuenta que dos tercios del aumento del peso durante el embarazo es agua, esta condición aumenta el volumen sanguíneo, ayuda a mantener una adecuada cantidad de líquido amniótico y crecimiento del feto , de hecho el huevo fecundado es un 90% de agua y en el embrión llega a un 85%; en el caso de la lactancia si tenemos en cuenta que un 87% a 90% de la composición de la leche es agua resulta obvio la importancia de mantener una ingesta hídrica adecuada si queremos preservar la cantidad y calidad de la leche. Durante el primer trimestre se debe tomar 2 a 2,5 litros por día; durante el segundo y tercer trimestre al igual que en el período de lactancia aproximadamente 3 litros diarios.
Fuente Diario26