Salud Mental Abandono de pacientes y vaciamiento en el Hospital Borda
El Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda es un hospital psiquiátrico de la Ciudad de Buenos Aires, que ha sido una de las principales instituciones dedicadas a la salud mental en la República Argentina, así como un importante centro de investigaciones en neurobiología, psicopatología y relaciones psiquismo-cerebro. Alberga alrededor de 1400 pacientes. De la misma importancia es el contiguo Hospital Braulio Aurelio Moyano. El primero es para pacientes varones y el otro para mujeres.
Por: Emilio González Larrea
lapaz50@yahoo.com.ar
Marcela Coloiera es gerontóloga, especializada en demencia y trabajadora voluntaria como acompañante terapéutica en esa institución desde hace 4 años. Habló con NCO sobre la situación que viven los pacientes en ese famoso centro de salud mental.
-¿Qué podes decir de la situación de los pacientes del Borda?
-La situación del Borda es que hay muchos pacientes sin la adecuada atención. Están abandonados, es decir sin psicólogo, sin acompañamiento terapéutico y se dan altas sin estar preparados para salir a la calle; la argumentación que se usa para dar esas altas es que los pacientes se drogan, claro que lo hacen, pero no se tiene en cuenta que es parte de su enfermedad mental y hay que atender esas adicciones. Hay casos que pasan más de 3 meses sin atención psiquiátrica o psicológica que les han dado el alta sin estar en condiciones de una vida en el exterior, se dan expulsiones de pacientes por brotes de violencia, producto de crisis sicóticas, algunos casos vuelven y se instalan para dormir en la puerta del hospital, ya que quedan en situación de calle.
¿Se ha ido vaciando el hospital?
-Tal cual… Hace 4 años que hago trabajo voluntario y veo que en este tiempo se ha ido vaciando y no por falta de espacio, el hospital tiene capacidad para muchos más pacientes de los que alberga. Esto sucede en varios pabellones. Los pacientes a la noche muchas veces se encuentran solos en los pabellones sin cuidado y contención del personal y es cuando se producen desbordes de los internos que tiene como consecuencia que se les castiga con el alta, pues los consideran problemáticos. El consumo de drogas que es real que existe, muchas veces es fomentado por el personal de seguridad.
-¿Cuál es la situación de los pacientes? ¿Realizan actividades o permanecen ociosos?
-Hay algunas actividades culturales como es el caso de la radio La Colifata, pero no están integradas al conjunto de los pacientes. El que se acerca por su propio interés participa, pero no se hace un trabajo de ir a buscar a los pacientes y tratar de sumarlos a esas actividades para contenerlos; la mayor parte del tiempo los pacientes permanecen ociosos y abandonados a su suerte. Tenemos todas las semanas lastimados producto de peleas internas o intentos de fuga. Siento que se está llevando adelante una política de vaciamiento. Al achicar la cantidad de internos a través de las altas prematuras se van cerrando servicios.
Yo atiendo un grupo de pacientes, les llevo alimentos que son producto de donaciones de amigos. Hay muchos que no tienen familia o que los abandonan, por eso la labor del acompañante terapéutico es crucial. Por ejemplo, el centro cultural, donde hay actividades de teatro, exposiciones o conciertos una vez por mes, lo manejan los acompañantes terapéuticos.
-O sea que no se les ayuda a integrarse a la sociedad…
-Claro. Hay quienes tienen el alta hace dos años pero siguen viniendo a vivir en la institución pues no hay un seguimiento afuera para ayudarlos a insertarse en la sociedad, a través de un trabajo, estudio o vivienda. Le dan una pensión durante 6 meses pero no se ocupan de seguir su evolución, sobre todo de los que no tienen una familia para integrarse. Entiendo que no se les da herramientas para organizar su vida en la sociedad. Existe solo una ayuda económica, de 3.500 $ durante 6 meses en un hotel compartido y nada más, y eso es insuficiente.
El presidente Macri había prometido las denominadas Casas de Medio Camino para los que tienen el alta del hospital, es decir crear una instancia intermedia y prepararlos para la inserción social, pero nunca cumplió. También ha sacado muchos acompañantes terapéuticos, desde diciembre que no hay nombramientos. Los pacientes tienen mucho tiempo muerto, solo se le da lo básico, la medicación y la comida.
Deterioro
Una triste realidad: “El hospital se ha transformado en una cárcel”
“La verdad es que el Borda se ha transformado en una cárcel, hay internos como minino desde hace 2 años, otros de 10 a 15 años y algunos de 30 años. Todas las internaciones son prolongadas. Hay que preguntarse por qué no se curan; la institución es un depósito de la población con problemas de salud mental. Desde que está Macri en el gobierno nacional, asistimos a un deterioro permanente de la situación del hospital”, señaló la profesional.
