Bono de fin de año. Los pequeños y medianos empresarios del país manifiestan serias dificultades para pagar el adicional de $2000 debido a la crisis que afecta al sector industrial. Lo reveló un estudio de la CAME a nivel nacional.
Por: Valeria Virginia Villanueva
villanueva.valeriavirginia@gmail.com
Apenas un tercio de los pequeños y medianos comercios del país podrán afrontar el pago del bono de fin de año para los empleados por $2000. El dato surgió de un relevamiento hecho por la confederación que los nuclea (CAME) durante esta semana entre 350 industrias pymes del país.
En total, sólo el 37,4% de las empresas decidió pagar el bono, mientras que el 42,3% ya decidió no pagarlo y el 20% restante aún está evaluando la situación. Según argumentaron, se debe al agravamiento de la situación económica que afecta en particular al sector industrial.
Entre los principales motivos con los que argumentan los empleadores que no tienen la posibilidad de ofrecer ese beneficio a su personal, en primer lugar se halla la paralización de las ventas que desembocó en un freno de la producción. Esta situación se refleja en especial en pymes dedicadas a rubros que vienen muy perjudicados, como el de máquinas y herramientas, de material de transporte, y de calzados y textiles.
En segundo lugar, se mencionan el impacto de los incrementos en las tarifas de servicios públicos que las dejó sin resto financiero ni liquidez, y el aumento en los costos generales de las industrias, que no está pudiendo ser trasladado a los precios por la baja de ventas. De hecho, sólo el 20% promedio de las subas de costos se incorpora al precio de venta, afirman en el estudio.
Asimismo, la apertura a las importaciones está colaborando en la baja de ventas en algunos sectores como calzado, juguetes, textiles y electrónica. Todo esto, sumado al incremento en la presión fiscal y la intensificación de los organismos tributarios provinciales o municipales, “que obligó a las fábricas a destinar la liquidez a cancelar deudas o cumplir con normativas a veces poco oportunas para el momento (por ejemplo, salidas de emergencias en locales pequeños a la calle), a fin de que no les clausuren el establecimiento”, según sostienen desde CAME.
Por último en esta cadena que colabora en la crisis se enumeran las demoras en los pagos de clientes e incremento en los cheques rechazados que limitan los fondos para el bono.