De esta forma se expresó el sacerdote y escritor de más de 25 libros, Juan Carlos Flores, fundador de la Asociación Civil Presbítero Juan del Rey, en la que contó el trabajo social que hacen en las zonas más carenciadas de La Matanza.
En un nuevo programa de Haciendo Radio, que se emite de lunes a viernes de 10.30 a 13 por la 2020 Radio NCO (www.diario-nco.com/Radio) el entrevistado puntualizó la gran ayuda que brindaron, a través de su fundación y ocho centros, a cientos de familias y cómo llegaron a entregar más de 20 mil kilos de alimentos en los últimos cinco meses.
En el inicio de la charla, el sacerdote recordó cómo se creó la Fundación Presbítero Juan del Rey y explicó que “nació para mejorar la situación y creía que podía lograrlo si tenía una fundación. Fue creciendo el deseo interior hasta que en 2017 fui a trabajar a Virrey del Pino, era una zona muy humilde y se me vinieron recuerdos de África”.
En esta zona de La Matanza cuentan con ocho centros de esta fundación: “En Virrey del Pino tenemos un movimiento muy grande, un movimiento social. Ponemos el énfasis en la parte humana, multiplicar el pan y los peces. No se puede predicar la palabra de Dios con el estómago vacío”.
Asimismo, reconoció el aprendizaje que tuvo y sigue teniendo en su misión pastoral. “También aprendí que cuando las personas más cómodas están, mejor reciben el mensaje. Por eso trabajamos con nuestras “dos piernas” que es lo religioso y lo social”, afirmó.
En lo que va de la pandemia, esta fundación ha sido de gran ayuda para las zonas más pobres del Distrito, ya que diariamente están entregando más de 600 viandas de comida a familias y además han dado a la comunidad más de 20 mil kilos de alimento.
En tanto que, el entrevistado tiene una larga experiencia predicando la palabra de Dios y teniendo una misión social muy fuerte, ya que durante ocho años trabajó en Sudán por las divisiones que había en esa zona del continente africano para luego venir al país y seguir con esa labor en el partido de La Matanza.
Un gran equipo de colaboradores para seguir con este sueño
Sobre cómo se agrandó el sueño y la gente con la que cuenta, Flores explicó que “en todos los centros tenemos referentes. Va de la mano el crecimiento edilicio de los centros con el crecimiento y la formación de las personas que están ahí. Las personas para ser referente de un centro se tienen que formar y tener un liderazgo”.
“Implica mucho esfuerzo de formación y ahí hemos hecho hincapié en Virrey del Pino. Tenemos muchos jóvenes que están en proceso de formación y necesitan tener esa enseñanza en distintas áreas sociales”, añadió el referente de la Fundación Presbítero Juan del Rey.
Sobre la extensa formación que tienen los que quieren trabajar para la fundación, el entrevistado detalló que “el año pasado llegamos a dar 36 cursos diferentes, ya que tratamos de incluir todos los cursos formativos que podamos ofrecer a las personas, además de conferencias y películas, tomar todo esto y hacerlo propio”.
Estos ocho centros están estratégicamente ubicados en distintas zonas del Distrito, con la parroquia como punto principal, que está ubicada en el kilómetro 46,500 de la Ruta 3.
El apoyo de la gente como pata fundamental
Todas estas acciones no se logran de manera individual, sino que cuenta con el apoyo de la sociedad: “La gente nos va conociendo y se va uniendo después de muchos años de trabajo. Ven que las colaboraciones que hacen son muy positivas para la sociedad. Principalmente la ayuda viene de las personas”.
“Después a través de la asociación tengo contacto con la Fundación Itaú Argentina y con la fundación del Banco Santander. La verdad que han ayudado mucho durante la pandemia”, valoró el referente de la Fundación Presbítero Juan del Rey.
El clérigo contó que pueden encontrarlos a través de la página de Facebook San José Obrero y la cuenta de Twitter Padre Juan del Rey: “Yo invito a la gente que nos conozca porque una vez que nos conocen se dan cuenta del trabajo y la ayuda que brindamos para la gente”, enfatizó.
Por último, dejó un mensaje esperanzador de cara al futuro y concluyó que “debemos estar bien nosotros interiormente como personas y de ahí se va a desprender todo lo que uno pueda hacer para las personas, la familia y la sociedad, fortalecer a los demás”.
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