Con tan solo diez años, la jugadora del Club Platense, donó más de 400 pares de calzado deportivo a distintos clubes de barrio e instituciones del conurbano para que muchos niños y niñas puedan tener la posibilidad de jugar al fútbol.
Al enterarse que muchos jóvenesde su misma edad estaban descalzos y no podían patear una pelota, decidió comenzar un proyecto junto a su madre que poco a poco fue creciendo y en el que la solidaridad de la gente afloró, para cumplirle el sueño de jugar al fútbol con botines propios a cientos de chicos de barrios pobres del conurbano.
En comunicación Radio Provincia, la creadora de la movida explicó que “la idea nació porque conocí chicos y chicas que no tenían la oportunidad de tener su calzado para jugar al fútbol. Entonces le dije a mi mamá que empecemos a ayudar y comenzamos a postear en las redes”.
“La primera entrega fue de 123 pares en Villa La Cava y en un hogar de niños sin padres. Y para el Día de la Niñez entregamos 280 pares a la Mesa de Niñez y Adolescencia de San Fernando y un club llamado Jóvenes Deportistas de Villa Lugano”, puntualizó la futbolista del Club Platense.
Asimismo, se mostró muy contenta por haber realizado esta acción solidaria para quienes no pueden acceder a este tipo de calzado: “Entregar estos botines fue como meter un gol, pero fuera de la cancha. Recibí hermosos mensajes de la primera entrega de botines que se hicieron y prometieron que cuando pase todo esto (la pandemia) van a empezar a usarlos”.
La ayuda que brotó desde muchos lugares
Sobre cómo fue que tomó la decisión de avanzar con esta idea, la jugadora de la categoría sub-10 de Platense planteó que “me llamó mucho la atención como alguien no puede tener un par de zapatillas o botines para jugar al fútbol y para mí todos tendrían que tener al menos un par para poder jugar”.
“Me ayudó un montón de gente que no conocía para ir sumando los botines. Al principio fueron mis compañeros del colegio, pero luego se fueron sumando mucha más gente. Fue increíble”, complementó la futbolista de tan solo diez años.
Es preciso destacar que esta joven recibió el apoyo de muchas figuras públicas del deporte que aportaron su grano de arena para visibilizar esta campaña, como el caso del exjugador Roberto Fabián Ayala y el apoyo de medios nacionales.
Su incipiente carrera y sus sueños de grandeza
Sobre sus comienzos en el deporte favorito de los argentinos, Puente rememoró que “a mí me pasó que han querido que no juegue al fútbol, pero yo igual jugaba con cualquiera, no me importaba nada. Yo nací con una pelota abajo del brazo y a los tres años ya empecé a jugar”.
Zoe juega al fútbol desde muy chiquita y la pelota siempre fue su juguete preferido. Su primer compañero fue Tomás, su hermano mayor, que hoy tiene 14 años. Ella lo acompañaba a las clases en la escuela del ex futbolista Claudio Marangoni en San Isidro y un día uno de los coordinadores la invitó a sumarse a los partidos junto a los varones.
Dentro de su posición en el campo de juego, sus inicios en Platense fueron como centrodelantera, para después incursionar como volante central hasta finalmente encontrar su posición dentro del once titular, jugando como mediocampista por la derecha. “Me gusta hacer caños, pegarle al arco, hacer pases”, añadió la futbolista.
Su referente como futbolista a seguir es Alex Morgan, futbolista profesional estadounidense de 31 años y una de las mejores en el fútbol femenino. “Mi sueño sería poder jugar en la Selección Argentina, en Barcelona y en Boca porque soy hincha”, deseó la joven promesa del fútbol femenino.
Con tan solo diez años ideó una campaña para ayudar a miles de chicos y chicas que no pueden comprarse unos botines para jugar al fútbol y asistió y seguirá asistiendo a varios lugares más, para que a través de estas nobles acciones, la inclusión social y el deporte sigan siendo un faro guía para lograr mayor igualdad.
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