Enfoque político: «B.A.C.» Por: Carlos Enrique Galli

Enfoque político. Durante los últimos días, he compartido a los compañeros con los que habitualmente intercambiamos ideas, esquelas, humores o sentimientos, dos cartas denominadas B.A.I, Boludos Argentinos Irrecuperables y B.A.D, Boludos Argentinos Desmemoriados.

Llegó el turno de dar a conocer los rasgos de los B.A.C, Boludos Argentinos Conformistas que son, esencialmente, aquellos que, habiendo escogido o no a un gobierno básicamente indocto pero pecaminoso; elitista al tiempo que procaz y tan excluyente como escandaloso, resisten firmemente admitir su desacertada decisión a fuerza de ser tan lastimados como quienes no lo ungimos.

Por: Carlos Enrique Galli

carlosgalli@yahoo.com

Antes de entrar de lleno en la cuestión que me ocupa, explicaré someramente las dos acepciones más comunes de qué es ser un boludo. Según la RAE, se trata de una persona irresponsable o que hace o dice tonterías; también, algunos historiadores relatan que el gauchaje, durante las guerras de la Independencia, formaban tres líneas de combate: la primera eran los pelotudos, armados con voluminosas piedras conque abatían los caballos enemigos, luego venían los lanceros, munidos de facas y lanzas y por último, los boludos que, dotados de boleadoras, remataban al invasor caído. Cada uno de los aludidos sabrá en qué condición ubicarse.

A tan solo siete meses de su instalación, han sido tantos y tan  profundos los asaltos materiales y morales al organismo de la Nación que, por lo menos yo, no estoy dispuesto a ser compasivo, condescendiente ni a “darle tiempo para ver cómo gestionan”. Este es el argumento que más se escucha en boca de los BAC, casi tanto como el de “dar gobernabilidad por la herencia recibida” o el “yo quiero que al gobierno le vaya bien”. Vamos por partes. A pesar de haber vendido durante su millonaria campaña electoral que eran el mejor equipo gubernamental de los últimos cincuenta años, son tan brutos, torpes, básicos, ignorantes y elementales que sus procederes, si no fueran trágicos serían cómicos. Hombres y mujeres sin cultura, preparación ni  conocimientos, se ufanan, sin sonrojarse de escupirnos en la cara que “lo suyo es un aprendizaje, que se verán las cosas sobre la marcha y que de los errores toman nota”.

Triste destino el de los BAC puestos a competir en el lugar de cobayos de laboratorio, cuando hasta hace poco tiempo atrás tenían en sus manos un derrotero común bajo la tutela de un Estado benefactor y proteccionista. Si de gobernabilidad se trata, no pueden los BAC ignorar todas y cada una de las dificultades que le plantearon a CFK durante sus mandatos, como el destituyente paro agrario de casi cien días, o complotando, retaceando apoyos, minando voluntades, conformando un siniestro grupo A y llegando al delirio en 2009 cuando, por falta de quórum, Cristina debió gobernar con el presupuesto del año anterior.

En relación a la herencia recibida, no hubo durante las décadas pasadas un traspaso de mando -dentro de las posibilidades de la Argentina en un mundo en ruinas- tan ordenado y con perspectivas como el que recibió el presidente Federico Pinedo. Por último, deseo subrayar que YO NO QUIERO que al gobierno le vaya bien, en primera instancia, porque de hecho ya le está yendo bien, lo grave es que no nos va bien a nosotros, puesto que, la bonanza del ejecutivo no se condice con las penurias de los gobernados. En más de una oportunidad, los procesados que fungen como funcionarios en Economía, abonaron la teoría “del derrame” o sea, esperemos que los ricachones del país terminen de digerir las exquisiteces del festín y luego el resto, si podemos, lamamos los pisos en busca de las migajas. La experiencia nos indica que los oligarcas jamás vertieron siquiera un vaso de agua caliente en el Sahara sobre quienes “no pertenecen”.

Deben saber los BAC que no quiero que le vaya bien a una banda de piratas del asfalto que despidieron cientos de miles de trabajadores, que transfirieron fortunas bajo la quita de gravámenes o retenciones, que resignaron soberanía a manos de nuestros opresores, que desmantelaron todo lo desmantelable, que se valen de la corrupta Corporación Judicial de la mano de Clarín para acosar, perseguir, denigrar o extorsionar a caballo del “caso López”, sin dudas un ladrón descubierto y filmado revoleando frenéticamente valijas con dinero, al contrario de los gerentes del régimen que hacen lo mismo, multiplicando por docenas las maletas, solo que lo hacen silenciosa y  pulcramente vía reputados estudios letrados nativos y foráneos.

Concluyendo, no quiero que le vaya bien a quienes decidieron hambrear al pueblo, congelarlo u oscurecerlo, desinstruirlo, enfermarlo, enloquecerlo a la espera de facturas asombrosas y que retacea hasta el consumo de agua o la compra de medicinas. Por todo esto y mucho, muchísimo más, no comparto en absoluto la postura asumida por millones de BAC, por el contrario, desde mi lugar, como sea, como pueda, no me resigno, no me conformo y lucho, y continuaré haciéndolo para que definitivamente les vaya mal, muy mal y que, a corto plazo sean sólo un horrible recuerdo en nuestras vidas y nada más.