El tiroteo entre policías federales y bonaerenses en Avellaneda

Ocurrió el viernes por la noche, a metros del Parque Avellaneda Shopping, donde policías de la bonaerense y la federal comienzan un tiroteo que sería uno de los hechos policiales más inéditos de los últimos tiempos.

El comisario de la DDI de Lanús-Avellaneda Hernán David Martín falleció en el acto y otros tres efectivos de la bonarense, también parte de la dependencia policial fueron detenidos en el lugar del hecho. Se trata del Subcomisario Luis Edgardo Otero y el Oficial Subayudante Silvio Ricardo Vergara, ambos del Gabinete Antisecuestros de la DDI; y el Capitán Eduardo Ángel Franicevich del Gabinete Antidrogas. Este último fue el hombre al que lo vieron recibir el dinero de la extorsión.

La denuncia de la extorsión

Todo comenzó con la denuncia que hizo una mujer ante la fiscal Soledad Garibaldi jueves donde le aseguró que un grupo de policías de la bonaerense la habían extorsionado para pagar un dinero o de lo contrario le armarían una» causa por tráfico de drogas».

La mujer había pagado ese día $30 mil pero los bonaerenses le habían exigido que al otro día (por el viernes) pague otros $170 mil el viernes a las nueve de la noche en el salón de comidas de la estación de servicio Shell donde ocurrió el tiroteo.

La fiscal inmediatamente montó un operativo para hacer el pago y detener a los policías involucrados y solicita la intervención de la División Antidrogas Urbanas de la Policía Federal. En total participaron 12 efectivos de la fuerza federal.

Con la llegada de los presuntos extorsionadores, los efectivos procedieron a interceptarlos, lo que derivó en un enfrentamiento a tiros en el cual murió el comisario Hernán David Martín, de 43 años, que había sido ascendido a ese cargo en enero pasado dentro de la División policial.

La fiscal inmediatamente monta un operativo para hacer el pago y detener a los policías involucrados y solicita la intervención de la División Antidrogas Urbanas de la Policía Federal.

En tanto, dos agentes de la PFA resultaron baleados y fueron trasladados de urgencia al primero al Hospital Fiorito y después al Churruca: uno de ellos quedó internado en grave estado con cuatro disparos (cuello, abdomen y dos en las extremidades) identificado como Claudio Andrés De Caro, mientras que el otro recibió un tiro en una pierna, el sargento Sergio Gabriel Aran.

Desde el lugar del hecho, el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, detalló: «Nos dieron aviso que unas personas que podrían ser policías abordaron a una mujer ayer (jueves) y que recibieron una parte de dinero. Esos policías le pedían 170 mil pesos más que se debían entregar en la estación de servicio y se armó el operativo con doce policías alrededor de ella de forma encubierta».

Roncaglia contó que la mujer se desplazó a un bar y le entregó el paquete «con plata que estaba documentada por la división Drogas Peligrosas» al capitán Franicevich, quien fue detenido luego del intercambio. En tanto, el comisario Martin que estaba con él «se alejó, se subió a un auto de la fuerza policial, embistió a un policía, fue perseguido y se produjo el tiroteo donde resultó muerto«.

Todas las pericias realizadas en el lugar fueron hechas por la Gendarmería Nacional. La fiscal montó un operativo en la zona donde todavía se encuentra trabajando.

Quien disparó primero

Es uno de los puntos cruciales de la investigación. Según fuentes de la Policía Federal Argentina, el comisario abatido de la bonaerense fue el que disparó primero pero todavía no está confirmado. Lo cierto es que el auto blanco Toyota Etios tenía al menos seis disparos y era un móvil policial perteneciente a la DDI de Lanús y Avellaneda. «Se citaron en un lugar público, una estación de servicio con cámaras, todo muy impune. Parece que se trata de una conducta«, señaló una fuente de la investigación.

Policías desafectados

Asuntos Internos de la Policía Bonaerense inició una investigación interna en la DDI de Lanús -Avellaneda. No sólo realizó un allanamiento en el que secuestraron varios materiales de interés entre los que hay documentos, papeles escritos a mano, teléfonos y computadoras del lugar.