Número de edición 8328
Policiales

Cuatro horas de terror: Lo secuestraron en Lomas de Zamora y lo liberaron en La Matanza

Cuatro horas de terror: Lo secuestraron en Lomas de Zamora y lo liberaron en La Matanza

Cuatro horas de terror: Lo secuestraron en Lomas de Zamora y lo liberaron en La Matanza

El jefe de Seguridad en el Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Matías Lauandos (31) había ido a ver un show gratuito de Bersuit Vergarabat en Adrogué y volvía a su casa en su camioneta cuando lo asaltaron y estuvo secuestrado por espacio de cuatro horas. Un amigo escuchó todo mientras hablaban por teléfono.

Secuestro express al voleo

“Quedate, quedate, no te muevas que te mato, quedate piola, no hagas nada”, le gritaron a Matías Lauandos (31) cuando lo interceptaron el sábado a la noche. Estaba en Llavallol, en el distrito de Lomas de Zamora, camino a su casa de Floresta y hablando por teléfono con Sebastián Sacomano (31). Organizaban un plan para la noche cuando por el “manos libres” del auto su amigo escuchó los gritos. Desesperado, éste llamó a la Policía y empezó una odisea que duró casi cuatro horas. A Matías lo secuestraron, lo golpearon y lo liberaron recién el domingo a la madrugada en Camino de Cintura y Ricchieri, partido de La Matanza después de que su familia pagara un rescate.

Todo empezó a las 22.05 del sábado. Matías Lauandos, que es jefe de seguridad del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) de Buenos Aires, había ido a visitar a su familia y amigos de Adrogué, en Almirante Brown, al sur del Gran Buenos Aires. El joven, funcionario del gobierno porteño y fanático de San Lorenzo, está casado con Yesica Rodríguez y convive con ella en Floresta.

Esa noche, Bersuit Vergarabat dio un espectáculo gratuito en la Plaza Brown, por los festejos de los 144 años de Almirante Brown. Matías había pasado por ahí con alguno de sus amigos y allí también estaban su mamá y dos de sus hermanos, pero no los encontró. “Me voy para mi casa que estoy cansado y mañana trabajo”, le dijo a Adriana Prestera (52), su madre, antes de irse.

Después de cortar con ella, empezó a hablar con Sebastián, su amigo. Mientras charlaban, Matías tomaba avenida Frías para ir camino a su casa. Tenía la ventanilla baja y el codo afuera. Hablaba por el “manos libres” cuando le cruzaron un auto y lo bajaron a empujones. “Ya está, llevate todo”, les alcanzó a decir. Pero no querían su camioneta Jeep Renegade color negro, ni su celular, tampoco la billetera. “Lo golpearon y lo cambiaron a otro auto, lo tiraron en el asiento trasero y se lo llevaron”, contaron a la prensa sus familiares.

El padre pagó el rescate

La víctima del secuestro vive en la avenida Directorio al 3300, en el barrio de Floresta y su amigo Sebastián Sacomano llegó a escuchar los gritos y, sin saber qué pasaba, llamó a la Policía y avisó a sus familiares. Hasta que hicieron el primer llamado extorsivo todo fue desesperación e incertidumbre.

“En ese momento se dio intervención a la Fiscalía N°7 por la denuncia del joven. Pero no hubo actuaciones hasta que no estuviera confirmado el hecho”, relataron fuentes policiales. Casi una hora después, el padre de la víctima recibió el primer llamado exigiendo un rescate y recién a partir de allí la DDI de Lomas de Zamora empezó a intervenir.

Primero pidieron a su familia que no estuvieran en sus casas, por temor a que lo llevaran a alguno de los domicilios bajo amenazas. En su edificio de Floresta dejaron un patrullero de guardia hasta que avisaron de su liberación. En la casa de sus padres, en Adrogué, simplemente hicieron que la familia esperara en la comisaría durante horas hasta que tuvieron noticias de la DDI de Lomas de Zamora.

“Yo estaba desesperada, con un ataque de nervios. No podía pensar del susto. Hasta que no lo vi no podía creer lo que estábamos viviendo. Fue una situación horrible, le pegaron en la cabeza, en la cara”, lamentó Adriana, la madre de la víctima, todavía conmocionada por lo que pasó su hijo mayor.

La pesadilla de los Lauandos terminó alrededor de la 1.45 del domingo, cuando pagaron el rescate, del que no se conoció el monto. “Lo dejaron en Puente 12, sobre Camino de Cintura, en el Partido de La Matanza, luego de que el padre pagara”, confirmaron fuentes policiales a la prensa.

Según detallaron, el joven golpeó en varias casas, donde “le cerraron la persiana” por temor. Hasta que llegó a un club donde había una fiesta y “le ofrecían cerveza”, mientras él pedía un teléfono para llamar a su familia y que lo fueran a rescatar.

La investigación quedó a cargo de la Fiscalía Federal de Lomas de Zamora y de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), donde confirmaron que esa misma noche hubo otro hecho similar en Quilmes, donde también tuvieron que pagar un rescate por la liberación.

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