Número de edición 8328
Opinión

SOLICITADA: «Disculpen, es lo que hay» Por: Carlos Enrique Galli.

SOLICITADA Macri

Los abajo firmantes, millones de argentinos aún estupefactos, hacía mucho tiempo que lo veníamos palpitando. No era que lo aguardáramos con exultación ni mucho menos, ya que en definitiva, sabíamos que más temprano que tarde no podríamos  ocultarlo más y llegaría el tan temido momento de su primer salida oficial al exterior.

A lo largo de tantos años -cadena oficial mediante-, viéndola dar cátedra, sin repetir y sin soplar frente los más variados, diversos y conspicuos auditorios del orbe, no podíamos evitar el ineludible parangón y nos inquiríamos: che, ¿se imaginan si en lugar de CFK hablando frente a la Asamblea General de la ONU estuviera MM? Lamentablemente el instante llegó, y la 49º Cumbre de jefas y jefes de Estado en el sello del Mercosur, lo encontró encabezando la delegación argentina con gesto adusto y mirada hierática, frente a un auditorio oscilante entre alguna simpatía cómplice y ciertos indisimulados rechazos.

Los más optimistas suponíamos algún fugaz visteo a las disparadores usuales garrapateados  para plantarse frente a la asistencia pero no, terco y sin tener en cuenta que esta vez iba “en serio”, se largó a declamar monocordemente, con su infaltable balbuceo producto de  ausencia de convicciones, el discurso habitual redactado por la sección Billiken del multimedios. Cierto es que no contribuía a la ceremonia el marco edilicio brindado por esa especie de SUM, utilizado tanto para el cónclave, como para el sorteo de la próxima Copa Libertadores auspiciada por una muy devaluada Conmebol.

Durante la lectura del mensaje, estábamos como frente a esa película insulsa aguardando el momento de la “explosión” pero no hubo caso. La retahíla de lugares comunes, frases tan huecas como hechas y la ausencia de énfasis militante no sólo nos defraudó a nosotros a la distancia sino que, la torpeza de algún novel  camarógrafo nos hizo partícipes de más de un bostezo ajeno a pesar de la economía del tiempo utilizado por el disertante. No parecieron mellar el ánimo o espíritu a la mayoría de los coparticipantes las arengas de (des)uniones, alguna velada amenaza o los “gracias” repartidos profusamente. El momento tal vez más álgido haya sido la premeditada referencia a temas inherentes a un país hermano solicitando “libertades”, para delitos cometidos por individuos que sí la hubieran logrado ya de estar bajo la toga bienhechora de algunos jueces argentinos. Recibiendo con cierta ofuscación la respuesta adecuada, cerró pálidamente su alocución prometiendo intentar mejorar para una próxima ocasión.

Por todo lo expresado, ante la imposibilidad terrena de contar con presencias de la talla de Juan Domingo, María Eva, Raúl Ricardo, Néstor Carlos o, simplemente Cristina, nos vemos en la obligación de solicitar disculpas a los señores Jefas y Jefes, Embajadores, Diplomáticos, Eminencias Reverendísimas, Secretarios y público en general. Por ahora, es lo que hay.

Carlos Enrique Galli (y siguen las firmas…)

carlosgalli@yahoo.com

22-12-2015

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