Número de edición 8328
Morón

Morón | Grave denuncia de mala praxis en el Hospital Municipal

Lo que debía ser un parto normal tras un embarazo controlado, se convirtió en una pesadilla para una familia de Morón. Denuncian negligencia, ocultamiento de información y mala praxis.

Morón | Grave denuncia de mala praxis en el Hospital Municipal
Morón | Grave denuncia de mala praxis en el Hospital Municipal

Por @zuranog | 

Sofía de 24 años y Juan Pablo (31) habían soñado vivir otra experiencia en lo que sería el nacimiento de su hijo Jeremías. Ella quería un parto normal y él estar a su lado, presenciándolo. Nada de eso pasó.

El 6 de diciembre del 2018 a las 2 de la mañana, Sofía ingresó al Hospital Municipal de Morón acompañada por Juan Pablo. Le practicaron tacto y le dijeron que tenía entre 2 y 3 puntos de dilatación y que fuera a su casa.

La pareja volvió al nosocomio a las 6 de la mañana. “Ahí a ella la meten adentro y a mí me hacen esperar 20 minutos e ingreso a la sala de parto, porque lo que yo quería era presenciar el parto”, cuenta Juan Pablo Cejas, que narró todos los hechos en una entrevista con este medio.

Hasta ese momento, era un embarazo súper controlado, normal. Yo tengo todos los papeles y los estudios previos, las ecografías iban todas en evolución de peso, la última faltando 22 días para el nacimiento decía que el nene iba a pesar 2.850 Kg. aproximadamente. Después nuestro hijo nació con 2.020 kg”.

Juan Pablo refiere una situación que en su momento no le llamó tanto la atención pero que luego, recapitulando lo que había pasado, ubica como el momento clave, donde se podría haber evitado todo lo que pasó.

Los últimos días antes de dar a la luz a mi pareja le salieron unos granos en la panza. Vamos al hospital, la ve la dermatóloga y nos dijo que podía ser una alergia, le dieron corticoides y volvimos a casa. Remarco esta situación porque después del parto, se dieron cuenta de que el nene estuvo los 10 días previos sin poder alimentarse en la panza, desprendido de la placenta y ahí cuando fuimos por la alergia si alguien hubiera ordenado un monitoreo se hubieran dado cuenta, pero eso nunca pasó”.

Volviendo al momento del parto, Juan pablo cuenta que cuando entró a la sala de parto, Sofía ya estaba en posición pero que sólo había dos residentes y una instrumentadora, no había médico, obstetra, ni partera.

Le hacían tacto y le hacían empujar, hasta ahí era normal, yo estaba al lado de ella. En un momento la giran, la hacen empujar recostada y en ese momento cuando le hacen tacto sale caca. Era que al girarla le habían dado otra vuelta al cordón y casi se asfixia el bebé. Ahí salieron corriendo para el quirófano. Era todo una histeria y nosotros no entendíamos que pasaba, nadie nos decía nada”.

En ese momento, con todos los nervios, tanto Sofía como Juan Pablo se dieron cuenta de las carencias del Hospital: “No había anestesista, llamaron a la partera que tendría que haber estado desde el principio pero no había venido y apareció después. Al final le hicieron una cesárea de urgencia con anestesia total”.

Juan Pablo trabaja como vigilador en el Hospital de Morón, con lo cual el nacimiento de su hijo también era algo de lo que estaban pendientes sus compañerxs y amigxs. Gracias a eso, él y Sofía se enteraron de detalles e información que les fue ocultada.

Cuando nace mi hijo, yo salgo y veo la cara de todas las enfermeras y personal de ahí que me conocen por mi trabajo en vigilancia. Viene una doctora y me dice que el nene había nacido con bajo peso, que había sufrido algunos problemas pero no me daban bien la información, no me contaban detalles. Después, por el relato de mis compañeras, me entero que el nene estaba fallecido, lo reanimaron, lo tuvieron que aspirar porque no había salido todo el meconio y a la media hora lo lograron estabilizar. Recién ahí a mí me dejaron entrar a neo. Me ocultaron lo que había pasado”.

Después de todo esto, como el hospital de Morón no tiene para hacer el trabajo de hipotermia, me sacan de urgencia y nos trasladas al Hospital Garrahan, con una ambulancia que no estaba preparada para hacer ese traslado tan complejo, de hecho todo el camino fueron dándole oxígeno manualmente, porque no tenían el equipamiento necesario”.

En el Hospital Garraham salvaron a Jeremías, pero la familia tuvo que pasar por 43 días de pesadilla, de los cuales los primeros 12 Sofía siguió internada en el Hospital de Morón, lejos de su hijo.

Mi hijo estuvo internado 43 días, los primeros 15 entre la vida y la muerte. Mi pareja internada en el Hospital porque aparte de todo lo que había pasado tuvo una infección. A los 5 días le dan mal el alta, con los glóbulos blancos altos y por eso se vuelve a descomponer y la tuvieron que volver a internar otros 7 días. Las negligencias no terminaban nunca”.

“En el Garraham le conté todo al médico y me dijo ´yo voy a salvar a tu hijo´. También me aseguró que todos estos casos como el nuestro son de negligencias de obstetricia, porque con un simple monitoreo se podría haber evitado”.

La familia siente que le robaron la oportunidad de vivir la experiencia de un parto normal, que los engañaron y ocultaron información, que pusieron en riesgo la vida de su hijo y también la de Sofía, pero además saben que puede haber otras consecuencias.

Hoy mi hijo y mi pareja están en casa, estamos todos juntos. A Jeremías le tenemos que hacer un año de control y ya nos dijeron que puede tener problemas neurológicos con el tiempo, lo mínimo algún inconveniente de aprendizaje. Mi pareja está con un estado de depresión muy grave, queríamos y pensábamos que íbamos a tener un parto normal, otra experiencia, no esto”.

Juan Pablo no dejó de lado, en su testimonio la cantidad de apoyos que tuvo de sus compañeros y compañeras de trabajo así como tampoco se olvida del destrato y la indiferencia que sufrió de parte de los directivos del Hospital y del Secretario de Salud del Municipio.

Yo trabajo ahí y la verdad que la gente, las enfermeras y otros médicos se solidarizaron muchísimo, tengo muchos mensajes. Pero no tuve la suerte de que el director médico, que se llama Duarte me recibiera porque estaba de vacaciones, y tampoco estuvo el secretario de salud del Municipio. Ni siquiera nos ayudaron con el remís los 43 días que estuvimos padeciendo todo esto. Nadie nos dio apoyo”, subrayó Juan Pablo Cejas, cargando contra la gestión de Ramiro Tagliaferro.

Según nos cuenta Juan Pablo, al otro jueves de lo vivido con el parto de Jeremías, en la misma guardia, murió otro bebé “por negligencia del Hospital. La misma guardia con los mismos médicos”.

Este medio consultó con fuentes del propio Hospital Municipal, que aseguran que el sector de neonatología es uno de los peores en cuanto a mantenimiento: “de tres equipos de aire centrales funciona uno solo, con lo que hace un calor tremendo y de los cinco ascensores funciona sólo uno”.

Juan Pablo cuenta también, que lo evaluaron y van a realizar la denuncia en la justicia, “contra el Hospital y sus directivos primero y contra el responsable final que es el Estado Municipal”.

Hoy, el se encuentra con licencia en su trabajo y por ser contratado, cobra sólo el básico de su sueldo de empleado municipal, no recibe ninguna ayuda de parte del municipio y tiene medio por su fuente de trabajo una vez finalizada la licencia.

Por pedido de él y su familia aquí se publica su celular para cualquier tipo de acción solidaria que los pueda ayudar a pasar mejor esta situación. 11 5643-2830 (Juan Pablo Cejas)

Fuente: el captus.

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