En una entrevista exclusiva para Diario NCO, el guitarrista y coros de Bigger, Oliver Knox, contó el “show en primera persona” que están preparando para el próximo domingo desde las 21, que será vía streaming, pero con una apuesta totalmente diferente.
Hace casi 15 años que Bigger viene recorriendo los escenarios porteños, bonaerenses y de todo el país, son una referencia ineludible del rock emergente y para cerrar un año marcado por el coronavirus preparan un show virtual atípico, que buscará acercar las distancias con el público y proponer un evento atrape al espectador y sus sentidos.
NCO: Hay mucha expectativa por el show vía streaming que están preparando para el próximo sábado, donde planean una presentación que apelará a los sentidos: ¿Qué nos pueden adelantar de esta gran apuesta?
Oliver: Hay mucha expectativa por varias cuestiones: la primera es que será nuestro único show del 2020, para nosotros funciona como inicio y despedida del año al mismo tiempo. Segundo, que el formato nos resulta una novedad, es la primera vez que hacemos algo vía streaming, estuvimos esperando el momento ideal y todos coincidimos en que ahora lo es. Y tercero, le dimos una vuelta de tuerca al formato, ya que vimos varios shows de colegas que terminaban siendo un poco fríos al no haber público. Así que repensamos el show para lograr algo más cálido, íntimo y cercano. Fuimos trabajando la idea hasta llegar al concepto de “show en primera persona”. El público va a poder vivir el show desde adentro, como si estuviese en el mismo espacio que nosotros, va a recorrer los mismos lugares y vivir la experiencia tal cual a si estuviera allí.
NCO: Con casi 15 años de continuidad musical ya son un grupo imprescindible de la escena porteña y bonaerense por historia y contenido: ¿Cómo se hace para mantener ese fuego sagrado intacto después de tanto tiempo?
Oliver: Realmente15 años son muchos años. Nuestras energías van fluctuando todo el tiempo, no es todo color de rosas para una banda emergente. Lo más importante es tener en claro por qué hacemos lo que hacemos. A veces uno pierde el norte y piensa solo en llegar a un lugar, y después te das cuenta que en realidad lo que hay que disfrutar es el camino. Así que en estos años hemos aprendido eso: a disfrutar los procesos, las amistades, los lugares que vamos conociendo cuando salimos de gira. Lo demás puede suceder o no, es consecuencia del trabajo continuo, pero no debería ser el fin en sí mismo.
NCO: Hasta antes de la pandemia venían apostando fuerte con su último disco y la recepción del público había sido más que positiva: ¿Cómo tomaron este parate desde lo artístico? ¿Cómo fue tener que alejarse de los escenarios y reconvertirse?
Oliver: Para nosotros fue una pausa necesaria para retomar fuerzas, ya que veníamos de un año muy activo a nivel giras. En 2019 Habíamos arrancado la gira de “El otro lado” que nos tuvo muy ocupados, pero a su vez también económicamente veníamos ajustados. La situación del país tampoco ayudaba y finalmente la pandemia nos obligó a frenar. En este tiempo donde no pudimos juntarnos, tratamos de explotar la creatividad desde otro lado, no para componer sino para pensar estrategias de comunicación en redes, subir discos antiguos a plataformas de escucha y demás cosas. Somos una banda que funciona muy bien en sala y estudio, estar alejados no nos permitió laburar la música, pero sí la comunicación.
NCO: Su más reciente single “La Evolución” parece estar marcado por la experiencia de la pandemia y una crítica social fuerte: ¿Es imposible abstraerse de la realidad que nos rodea para componer música?
Oliver: Uno puede hacer música desde cualquier lado, no es estrictamente necesario hacer una crítica o bajar línea de pensamiento, pero a veces sucede. Las palabras van cayendo, las ideas van floreciendo y a veces nosotros mismos no somos totalmente conscientes de a dónde va una canción hasta que está terminada. La “evolución” es una especie de parodia de la sociedad actual, contada como si fuéramos un circo de freaks, pero también hablamos en otras canciones de lo lindo que es amar a alguien, o lo feo que es tener una relación toxica, o de bailar hasta que amanezca. La belleza aparece en múltiples formas.
NCO: A pesar de la cuarentena y las restricciones a la circulación lograron participar del evento de una de las revistas de rock más prestigiosas como Billboard: ¿fue un año positivo más allá de los inconvenientes que supuso el coronavirus?
Oliver: Tuvimos el privilegio de ser convocados por Billboard, fue una experiencia divertida tocar cada uno de nosotros en su casa y luego unir esas partes para lograr un todo, y quedó un video divertido. Como dije anteriormente, fue una de las pocas cosas que hicimos a nivel musical este año. Definitivamente no fue un año positivo para las bandas emergentes. Todas las semanas vemos como bandas se separan, colegas dejan la música para dedicarse a otras cuestiones. Ya veníamos de un contexto difícil y todo empeoró más. Nosotros tratamos de seguir con la cabeza alta y el pecho erguido, siguiendo hacia adelante, pero realmente el futuro es muy incierto para el rock emergente en Argentina.
NCO: En la “nueva normalidad” ya se comienzan a ver recitales a cielo abierto con distancia: ¿Para el 2021 planean volver con todo a los escenarios o todavía sigue en estudio esa posibilidad?
Oliver: No tenemos del todo definido cómo seguiremos el año que viene, vemos que se empiezan a ver algunos recitales promovidos por el Gobierno o pequeños festivales improvisados en la calle. Ninguno de los formatos nos termina de convencer, siempre fuimos nosotros mismos los coproductores de nuestras fechas. Así que, por ahora, solo estamos enfocados en la despedida de este año, que bien merecido tiene despedirlo con todo. Y que no vuelva. Y el año que viene iremos poco a poco descubriéndolo.
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