
En el marco de la semana del consumo responsable, es importante desde lo individual repensar la manera que tenemos de producir y de comprar en todas las áreas de la vida, ya que la problemática del consumo abarca tanto desde cómo sefabrican los alimentos, hasta el proceso de producción de la indumentaria.
Por Victoria Hernández
Victoria.hernandez13@outlook.com
Reflexionar sobre los modelos de consumo que tenemos en nuestro día a día no es una actividad fácil, ya que no hay acción más naturalizada que ir al supermercado y comprar productos envasados o adquirir una prenda de ropa pera una ocasión especial.
Pero… ¿Sabías que hay otras maneras de consumir? Obviamente no es necesario hacer un cambio drástico, sino detenerse a repensar nuestras conductas para adoptar hábitos nuevos que tiendan a cuidar el ambiente desde nuestro rol de consumidores.
¿Qué es el consumo responsable?
El concepto alude a que los productos que compramos, cualquiera sea su índole, poseen un antes y un después de nosotros.Consumir responsablementeesuna manera de adquirir bienes y servicios teniendo en cuenta, además de las variables de precio y calidad, las características sociales y laborales del entorno de producción y las consecuencias medioambientales posteriores.
Lo más novedoso e inclusivo de la noción es tener en cuenta los contextos en los que se genera el producto. En lo referente a las empresas, esto va desde las condiciones laborales hasta entender que los recursos naturales que se utilizan en la producción no son renovables.
Gran parte del consumo responsable es pensar en el mañana y en que las generaciones futuras deben tener las condicionesyinsumos necesarios para poder vivir. En definitiva, es el consumidor quien elige a la hora de comprar la historia que se contará en el futuro.
Pensarlo en cifras
El plástico de un solo uso literalmente nos rodea, es el elemento principal de los envases de (casi) todos los alimentos y bebidas, de él está hecho nuestro cepillo de dientes y el pomo que contiene el dentífrico. Incluso las típicas bolsas camisetas, hechas de plástico, son las que entregan en todos los negocios.
Sin embargo, pese a sus múltiples ventajas, es uno de los materiales que más tiempo necesita para descomponerse, ya que, según su grosor y composición, tarda entre 100 y 1.000 años para llegar a degradarse totalmente. De ahí surge la importancia de reciclarlo.
A la hora de darles una segunda vida a los plásticos, hay varias opciones. La clásica es separar residuos y llevarlos a un centro de reciclaje, pero también se puede armar “botellas/ladrillos de amor”, que son botellas de plástico llenas de más plástico, con las cuales se hace lingotes de “madera”. Otra alternativa es buscar proyectos zonales que reutilicen el material para hacer actividades u artesanías.
El costo ambiental de la moda
Confeccionar un jean requiere unos 7500 litros de agua, el equivalente a la cantidad de ese líquido vital que bebe una persona promedio en siete años, mientras que,para fabricar una remera de algodón de 250 gramos, se pueden llegar a utilizar unos 2900 litros de agua.
Estos impactantes números ponen en agenda la relación directa entre nuestro armario y el medio ambiente, ya que incluso al lavar las prendas se desprenden sustancias toxicas que contaminan el agua. Otro punto a tener en cuenta es el tiempo de uso de las mismas, el famoso fast fashion, la rápida obsolescencia.
Pese a que hay algunas empresas de indumentaria que están empezando a elaborar prendas con procesos más amigables con el ambiente, como sustituir sustancias nocivas por tintas naturales, aun los costos son muy elevados y las prendas de difícil acceso.
Sin embargo, como consumidores tenemos alternativas posibles. Es clave pensar en el uso tentativo que le daremos a la prenda y, en caso de ser posible, adoptar otros hábitos al momento de comprar, como adquirir mudas que ya llevan un tiempo en el mercado, en ferias de segunda mano o vintage.
Otros ejes a tener en cuenta
El aceite vegetal usado, es decir, el descarte luego de la cocción de frituras, es dañino para nuestros recursos hídricos cuando es mal gestionado: por las cañerías, en la basura común o en la tierra. Tan solo un litro del descarte de aceite utilizado puede contaminar hasta mil litros de agua.
Son muchos los tópicos que contaminan, pero también son muchas las manerasque poseemos de reducir nuestra huella. Ejemplos de esto son utilizar el transporte público siempre que se pueda, ir a hacer compras con nuestra bolsita de tela, y utilizar cepillos de dientes hechos de bambú.
Las variables en las cuales se puede ser más ecofriendly son infinitas y lo importante no es adoptarlas todas ya, sino día a día modificar lo que esta en nuestras manos para lograr un cambio, ya que, en la era del consumo, reutilizar es un acto de rebeldía.
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