Fue este domingo, en su casa del barrio de City Bell, donde cumple prisión domiciliaria. Es uno de los imputados en el juicio unificado por los Pozos de Quilmes, Banfield y El Infierno.
Organizaciones de derechos humanos, de izquierda y vecinos de City Bell recorrieron las calles del barrio hasta llegar a la casa de Ferreyro donde se encuentra cumpliendo prisión domiciliaria.
Miguel Ángel Ferreyro fue policía de la Provincia de Buenos Aires, integrante de la patota que comandaba Miguel Etchecolatz, participó de la Brigada de Investigaciones de Lanús con sede en Avellaneda. Es uno de los 18 genocidas que son juzgados por los crímenes cometidos en los pozos de Banfield, Quilmes y El Infierno. Y es la primera vez que va a juicio como imputado.
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Durante décadas gozó de la impunidad sin ser juzgado (como tantos que caminan libremente o mueren sin procesamiento) y hoy se encuentra en prisión domiciliaria, aduciendo problemas de salud. El cuerpo médico forense lo había declarado incapaz para participar en el juicio, pero los peritos de parte lograron revocar la decisión.
Gracias al valiente testimonio que brindara Nilda Eloy, militante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, se conocieron los crímenes cometidos en el centro El Infierno, señalando a Ferreyro como autor de violaciones sexuales en aquel centro. El próximo martes, en una nueva audencia del juicio, se podrá escuchar su testimonio grabado.
A más de cuatro décadas de aquel genocidio que arracó a toda una generación de de luchadores y luchadoras y cuyos autores siguen gozando de impunidad mientras los gobiernos pasan, no damos vuelta la página, no nos reconciliamos. Exigimos juicio y castigo a los responsables.
Gracias al valiente testimonio que brindara Nilda Eloy, militante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, se conocieron los crímenes cometidos en el centro El Infierno, señalando a Ferreyro como autor de violaciones sexuales en aquel centro. El próximo martes, en una nueva audencia del juicio, se podrá escuchar su testimonio grabado.
A más de cuatro décadas de aquel genocidio que arracó a toda una generación de de luchadores y luchadoras y cuyos autores siguen gozando de impunidad mientras los gobiernos pasan, no damos vuelta la página, no nos reconciliamos. Exigimos juicio y castigo a los responsables.
Fuente: La izquierda.
