
Uno de los referentes de la Academia Porteña de Lunfardo, Carlos Casella, se refirió en “Haciendo Radio”, a dos poemas en honor a la figura tanguera de Raymundo Rivera. En esta oportunidad deleitó a los oyentes con una decima, “Partida” y un soneto titulado, “Gomías”, que forman parte del apartado, “Un nuevo aniversario de tu partida”.
Una forma de recordar que un 18 del año 1986, partió o “bajo del alma” como decía Yupanqui, un personaje tanguero, Don Edmundo Rivero.” Hizo muchas cosas relacionadas al género y quería resaltar la Academia Porteña del Lunfardo. Nos honró desde el primer día que asumió su sillón y ocupó el de Carlos Gardel”, expresó Casella.
A modo de recuerdo recitó en primer lugar una décima que en el ámbito de la poesía significa una estrofa constituida por diez versos octosílabos. En la actualidad, se usa esta palabra con el sentido específico de décima espinela.
Fue enero, como este enero,
en esta misma ciudad
de nostalgia y humedad
al borde del aguacero.
Guardó las pilchas, Rivero,
las llaves del Almacén,
y encaró para el trocén
de alguna estrella lejana,
a las diez de la mañana,
subido al último tren.
A la orilla del andén,
el Dios del barrio tanguero,
lució su mejor sombrero
y un lengue fetén, fetén.
Llegó Rivero y amén
batió la grey milonguera.
Un ángel de voz diquera,
con pinta de pibe reo,
puso de pie al Ateneo,
de Gardel hasta Le Pera
Luego, en segundo lugar brindó la lectura de un soneto que es una composición poética compuesta por catorce versos de arte mayor, endecasílabos en su forma clásica. Los versos se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos (estrofas de cuatro versos) y dos tercetos (estrofas de tres versos).
Aunque la distribución del contenido del mismo no es estricta, sino que el primer cuarteto presenta el tema del soneto, y que el segundo lo amplifica o lo desarrolla. Es así como, el primer terceto reflexiona sobre la idea central, o expresa algún sentimiento vinculado con el tema de los cuartetos.
Mientras que el terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo, en ambos casos, desatados por los versos anteriores. De esta manera, el soneto clásico presenta una introducción, un desarrollo y una conclusión en el último terceto, que da sentido al resto del poema.
En esta oportunidad está inspirado en el momento en que Rivero cantó en la Orquesta de Troilo. “Me imaginé una figura, lo veo flaco, grandote y a Troilo más bajo de estatura. Lo pensé en la figura del Quijote y de Sancho, por la nobleza, la sabiduría y cuento esa historia”, argumentó.
Rivero se disfraza del Quijote,
con peto y armaura,
y Troilo por segurilo en su montura
le cubre las espaldas y el bigote.
Despacito y al trote
van yirando los dos por la llanura,
pasatiempo de pibes, travesura,
sin que Sancho lo note.
En un feca cualunque de la Mancha,
de prepo piden cancha
y pelan la guitarra y el bandola.
La mersa se acomoda en la platea
y una piba de nombre Dulcinea
pone un disco del Mudo en la fonola>>.
Para aquellos interesados pueden ingresar al blog del entrevistado, “De Lunfa Somos”, al siguiente link : https://conelalmaenorsay.blogspot.com/2018/01/gomias.html?m=1 , para repasar sus poemas y asociar así las ilustraciones que acompañan los mismos.