El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, disertó en el Salón Mujeres Argentinas del Bicentenario, donde la Presidenta Cristina Fernández de Kichner recibió a los intendentes de la primera y tercera sección electoral en el marco de la presentación del Plan de Obras: “Más cerca: Más Municipio, Mejor País, Más patria” llevado adelante por el ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
Espinoza comentó que este es un momento inédito del país y agregó: “El pueblo de La Matanza será incondicional para lo que Cristina decida hacer pero queremos seguir en este camino de progreso y desarrollo de esta Argentina que estamos viviendo”.
Además enfatizó: “Creo que más que las palabras valen los hechos. Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar. Fue algo que dije en el primer acto que tuve en el Salón Blanco siendo intendente con Néstor por un tramo que habíamos armado de la red de agua potable para vecinos que hacía más de 40 años estaban esperando esa obra en La Matanza”. Así se refirió a las obras que actualmente se están llevando a cabo en el distrito.
“La Matanza tenía en el año 2003 un millón de habitantes sin agua potable, es decir que el 50% de su población no tenía este servicio. Pero gracias a la decisión política de Néstor y después suya, hoy podemos decir con mucha felicidad que en el primer trimestre del año próximo el 99 % de la población del distrito va a tener agua potable”, señaló e hizo hincapié en la red cloacal que están realizando para 400.000 habitantes, cubriendo así al 72% del distrito.
Finalizó manifestando: “todas las transformaciones que logramos solo se consiguen con un liderazgo muy fuerte y con un gran equipo. Acá, querida Presidenta, tenés titulares y suplentes. Estaremos en el lugar que quieras, pero tenés que conducir este equipo y el pueblo de La Matanza, incondicionalmente, va a ser la primera línea de fuego para que seas lo que decidas ser”.
Deja de ser chupamedias y transcribi lo que suceio «…el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, que se enredó en un juego de palabras. «Deseo que pueda vivir los últimos años que le quedan de vida feliz», arrancó, intentando explicar la contradicción que le generaba querer que la Presidenta continúe por otro mandato con la necesidad de descanso que toda persona necesita. Pero se equivocó y apenas ella lo escuchó hizo cuernitos con la mano derecha. Él se rió y retomó. «Se me contrapone lo que siento cuando camino La Matanza. El pueblo quiere que sea la persona más feliz de la Argentina, pero también que usted tiene que conducir este equipo», le reclamó. Cerró tuteándola. «La Matanza va a estar en la línea de fuego para que vos seas lo que decidas ser».