
Así lo indicó el militante barrial de Juntos por el Cambio y candidato a concejal, Eduardo “Lalo” Creus, quien viene trabajando en este espacio junto a su asociación civil “Identidad Vecinal”.
Primera Parte.- Las declaraciones fueron vertidas en el ciclo radial “Y, por ahí sirve”, que conduce Juan Severo y produce Alejandra Lajas, por AM 1190 La más Santiagueña.
“Militante barrial de hace muchos años, ¿qué te llevo a ocupar este espacio?”
“En el recorrido que tengo acá en La Matanza, hace 15 años comencé a formar una fuerza civil que fue parte de muchos militantes que tenía que ver con los logros de mejorar la calidad de vida de mi familia, pero también de la gente que comparto (amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etcétera).
Siempre participé y pretendía hacer justicia de lo que yo veía como una necesidad, y a nivel vecinal, nunca había percibido una fuerza política, una fuerza de la gente que atendiera los problemas que tiene los vecinos.
Al contrario, nos veíamos solos, guachos, la gente no sabía quién tenía que resolver si tiene que pasar el basurero, no sabía a dónde hacer el reclamo que si debe pagar barrido, alumbrado y limpieza y vive en calle de tierra.
Dónde debía dirigirse para regularizar y se le entregue las escrituras, a dónde tiene que ir y reclamar que le hagan una plaza y todo lo que tiene que ver con la vida diaria y no tiene que ver con lo económico o con las políticas provinciales y nacionales, tiene que ver con lo de entre casa.
Yo encontraba que a veces la gente no tenía participación y fui parte de muchas propuesta e iniciativa que hablaban sobre el país, sobre la Provincia, pero nada que contara sobre La Matanza o de lo que le pasa al matancero.
Así que empecé a formar una asociación civil, que llamé Identidad Vecinal, y que hoy tiene 15 años y que es una asociación a partidaria, un espacio que hace mucha política, la política de la gente que busca soluciones, pero no le pertenecíamos a ningún partido político o candidato.
Y sigue siendo así, hoy esta representada por 5000 integrantes de 57 barrios, y cada uno vota a quien quiere y se afilia si quiere, es un espacio que reúne gente de distinta nacionalidad, religión, etcétera, son personas que se junan alrededor de lo que tienen que hacer en el barrio, y eso alcanza.
El punto es que logramos muchas cosas, pero siempre fue a pulmón, nunca habíamos logrado que el Estado nacional, provincial y mucho menos el municipal apoyara nuestras iniciativas, y es porque sentíamos que si no le pertenecíamos o le entregábamos algo no íbamos a recibir lo que por derecho nos correspondía.
Por eso siempre nos arreglábamos con lo nuestro, con festivales, juntando donaciones, poniendo de nuestro bolsillo, hicimos muchas cosas que la gente puede verlo en nuestra página del Facebook.
Cuando se da el cambio político en el año 2015, tengo la oportunidad de recibir a la gobernadora en nuestra sede, ella asume el 10 de diciembre del 2015 y el 10 de enero del 2016 nos visita.
Estuvo cuatro horas con 40 o 50 vecinos donde les preguntó, los escuchó y los conoció, no habíamos participado en esas elecciones es mas nos mantuvimos al margen de ese escenario político.
Cuando vio nuestro trabajo empezó a abrir canales de contactos con los ministerios, con las áreas de Gobierno nacional y provincial, sin pedirnos nada a cambio, fue una cosa que me llamó la atención.
Nunca experimente que un gobernante te ofrezca cosas sin pedirte nada, en general estaba acostumbrado a que te pedían antes y después te solucionaban tus necesidades.
Me desubicó, me agarró a contramano de los prejuicios que tenía sobre todo la clase política y generó conmigo una relación y a través de mi con la gente, en la que durante dos años y hasta el 18 de junio nunca me habían pedido nada que tenga que ver con la política partidaria.
No me condicionaban ni a actos ni a afiliarme ni a poner la cara en una foto cuando la recibíamos y siempre la recibíamos porque es una gobernante, de la misma manera nunca pude recibir a Verónica Magario ni a Espinoza porque nunca quisieron solucionarnos nada sino obviamente tenían la posibilidad de ir y contactarse con la gente.
Cuando empecé a experimentar eso fue gestando un voto de confianza sobre una calidad de gobernante que tiene aciertos y errores muy criticables, pero que tiene la base de lo que yo espero que tiene que tener y hacer un político público y no que someta a la gente por lo que son sus derechos.
Hace poquito me ofreció, sabiendo que me gusta la política, la oportunidad de integrar la lista, paralelamente había llegado a la conclusión de que estamos trabajando en 57 barrios con una asociación civil y hacemos una obra enorme de mucho impacto y con muchos beneficios.
Entonces, cuánto más podríamos hacer si tuviéramos el mismo poder y manejo de recursos que los muchachos que están en el Municipio y que no hacen nada por la gente.
El viernes inauguramos la plaza que esta frente al hospital del kilómetro 32, lo hicimos con los vecinos, ¿sabes cuánto nos costó esa plaza con bancos mesas, árboles? 45.000 pesos.
La vez pasada un barrio se inundaba, son 20 manzanas, porque el Municipio no le hacia el zanjeo, no hay ningún río o arroyo, pero con 12 o 13 veces que llovíael agua subía 50, 60 centímetros”.
“¿Qué barrio?”
“González Catán, Barrio San Cayetano. La gente había hecho festivales y nosotros intervinimos con 70.000 pesos y contratamos un topógrafo, que se encargó de tomar los niveles, y la maquinaria vial. Compramos caños y resolvimos el problema del zanjeo y la obra hidráulica de 20 manzanas y 360 familias dejaron de inundarse”.
“Y eso no se ve en los medios”
“No, pero más allá de que se ve en los medios, llego a la conclusión de que, si yo puedo hacer con tan poco, con el poder de la política podríamos hacer mucho más.
Con estas conclusiones y el ofrecimiento de la gobernadora decidí integrar el espacio de Juntos por el cambio, porque es el espacio que nos dio el apoyo sin pedir nada a cambio y porque es la única herramienta que le puede hacer fuerza al oficialismo en La Matanza. Lo que falta es un proyecto que nazca acá que sea de acá y para acá”.
“Conozco a la persona que es un ser humano, que vive en La Matanza, que conoce los problemas y los padece, son los matanceros quienes van a resolver los problemas y no se resuelve de manera mágica. Ninguna persona o partido nos va a sacar adelante si nosotros, los vecinos, no empezamos a reunirnos y a discutir el barrio que queremos. Esta democracia que vivimos hoy, caduca y no nos representa. Tenemos que bregar por una democracia más participativa donde podamos tomar decisiones de que si necesitamos cloacas, calles o jardines”.
“Me da la sensación de lo que falta acá es un proyecto que nazca acá que sea de acá y para acá. La gente que ha participado alguna vez de la militancia política y social, que ha estado en una fuerza organizada ha sido parte de una propuesta que no nació en La Matanza.
Propuesta que ha sido nacional o provincial, los dirigentes de esas propuestas tienen una mirada y unos objetivos que no son siempre lo que queremos en la localidad.
He visto compañeros correligionarios, gente del radicalismo, muy honesta que se encontró de golpe sola, en un Concejo Deliberante solita y solo le quedaba renunciar o seguir como un caso testimonial, a lo mejor su partido a nivel provincial había decidido que La Matanza no se peleaba.
Como pasa en otras fuerzas políticas o gente que te dice, suele pasar en la izquierda también,” cuando se haga la revolución socialista se va terminar la inundación”, el tema de la inundación es hoy”.
“Con eso compañeros correligionarios en que te dicen que son uno contra veintitrés, se da porque te quedas encerrado en las cuatro paredes, pero si salís al barrio, te juntas con los vecinos, trabajas con ellos y elaboras una ordenanza y lo presentas y ese día te venís con los vecinos y cuando se apruebe, también te venís con los vecinos, no va ser uno contra veintitrés, sino mil contra veintitrés. Esto es la diferencia que uno ve. Todos saben que formo parte de un partido, Unión popular, donde, con los compañeros, discutimos siempre sobre política nacional, pero yo planteo siempre discutir sobre política matancera. Porque si uno pretende hacer un edificio, hay que hacer un buen cimiento y el cimiento arranca en un distrito como La Matanza que en habitantes somos casi 5 o 6 provincias del norte”
“En primer lugar los partidos opositores siempre han hablado de La Matanza desde afuera, segundo las fuerzas de izquierda han buscado, para lo que ellos consideran lo mejor de la gente para llevárselos a otro lugar.
No hay una construcción, es decir, lo mas pesado, lo que menos se ve, lo más gris, lo de todos los días, ir al lugar donde la gente esta mas afectada, donde todo esta mal, donde nadie te ve, lo que nunca te alcanza haciendo, porque la necesidad es mas grande de lo que podés hacer.
Sin embargo, nace ahí una fuerza que no se quiebra, esa construcción no la hace nadie, porque lleva más tiempo, porque lleva más esfuerzo, pero yo decidí hacerla, primero desde lo social con nuestra asociación civil y ahora desde la política.
Yo pienso que mi banca o desde el lugar que me toque ocupar, va a ser una plataforma para que ahí se pare, todo aquel con su idea política o, aunque no le guste la política, a expresarse a hacerse visible”.
Nos enseñaron a querer, no a pensar
“Yo siempre brego y animo a la gente a participar, que la política no es mala, a lo sumo son los políticos que usan la política para beneficio propio”
“Esto es como la matemática, si la usás bien, es una cosa, y el que la usa con malas intenciones te jode los negocios o los vueltos”.
“Sin ser peronista traigo una frase de Perón, si nuestro candidato sale del conjunto de la gente y estamos al lado de él, no le vamos a dejar que se desvíe”.
“En nuestro país, a diferencia de otros, me parece que nuestra cultura tiende a idolatrar al líder, hay que lograr un equilibrio ante la gente que vota y después no participa y la gente que participa, pero lo hace ciegamente porque el líder es indiscutible. Es un poder que corrompe, que hace que se la crea y sin querer va tomando distancia de la gente.
Mirá lo que me pasa: tengo un Kangoo del año 2011, cuando llego a los barrios muy humilde percibo que la gente no te quiere ver en una Kangoo, la gente quiere ver al político de traje y corbata.
“Nos enseñaron a querer y no a pensar, y Fidel decía en Cuba cuando tomo el poder “Yo les voy a enseñar a pensar y no a querer”
“Estás hablando de procesos culturales y que llevan mucho tiempo. Hoy, por ejemplo, hay un gran drama y es escuchar a la gente que dice: y bueno que roben, pero que hagan. Es tremendo, eso debe haber pasado durante muchos años para que las personas acepten y se hayan formado esa idea. ¿Cuántos años nos llevará dar vuelta esa idea?
Estoy pensando en comprarme una casa rodante para convertirla en una oficina: la oficina del ‘concejal Lalo’, y con esa casita voy a estar en todos los barrios.
Creo que la representación de la gente tiene que ir a la gente y no que la gente vaya a esperar en una mesa de entrada en el Concejo Deliberante a que el doctor los atienda, me parece que eso es uno contra 23, pero uno haciendo algo que 23 no hacen.
“Es una buena propuesta que la oficina del concejal este en los barrios, porque irías a buscar los problemas de la gente”
“La otra propuesta es un poco más audaz, un desafío mas grande. La gente no sabe, primero, qué es un concejal y después quién es su concejal. De los 24 concejales, creo que de 10 vecinos, 9,5 no te sabe nombrar un concejal.
El que sabe los nombres es porque está cerca y está al tanto de la política, pero los otros muchos pensarán que función cumple un concejal. El concejal es como el diputado, es el que vota las leyes, el que propone las leyes, pero la gente no tiene idea.
“Cuando preguntás quién representa al pueblo, el 90% de las personas te responde, el presidente, el gobernador o el intendente, y están equivocados, si vos le pedís que te nombren cinco concejales de La Matanza, y los pones en un aprieto”.
“El problema no es tan solo que las personas tienen que saber quiénes son sus concejales, sino para qué están. Tiene que saber que se tienen que reunir y trabajar, el Concejo Deliberante de la Matanza, sino me equivoco se reúne tres veces por año.
“Que debería ser dos veces al mes”
“Todavía no aprendí eso, pero lo que haga falta, me parece que tres veces al año no alcanza para resolver los problemas que tiene una provincia dentro de un municipio.
Ahí esta el otro desafío, no nos convocan a una reunión, entonces nos autoconvocamos los que quieran trabajar. Serán secciones de cinco o seis concejales, y otro punto sería que el Concejo Deliberante se reúna en un lugar diferente alrededor de La Matanza, que la representación se acerque al pueblo.
Que la gente sienta que los políticos del Distrito están cerca de ellos, para lo que sea y si a veces no tienen que tirar de las orejas algunos tendrán que aceptarlo.
Me ha tocado, estando en este espacio, gente que se ha quedado sin trabajo, se haya enojado conmigo, y yo tengo que aceptarlo por más que no sea el responsable directo.
Por eso los que están representando a la gente tienen que aceptar que se los critique, que tengan que rendir cuentas, incluso, que no es lo mejor, que la gente descargue su bronca.
Los representantes no están obligados a ocupar esos lugares, pero si decidiste hacerlo tenés que aceptar los pros y los contras cuando tomaste esa decisión.