San Justo: Una familia con total vocación policial
Cuando hablamos de policías, lo hacemos de personas que deben cumplir un perfil muy importante, el de comunicarse y asociarse con los demás, mantener cierta amistad, comprender y aceptar las opiniones de los demás.
Por: Evangelina Bernal
evangybernal@gmail.com
Estas cualidades son muy importantes como así también sus actitudes, valoraciones y creencias que tiene de las cosas, el compromiso como ciudadano, actitud y aptitud de servicio, lealtad a las instituciones, capacidad para resolver problemas bajo mucha presión, valor, resistencia a situaciones difíciles, respeto por los derechos humanos, ética y disciplina.
Por eso hablamos de hombres y mujeres capacitados y entregados, como el caso de la familia de Horacio Fernández de 51 años, quien tiene el grado de capitán y hasta hoy presta servicio en el predio del Poder Judicial ubicada en la esquina de la calle Monseñor Marcón y Florencio Varela de San Justo. El uniformado refirió: “Yo estoy cumplido por eso me retiro a los 51 años, pero tengo a mis dos hijas que también tienen la misma vocación, una de ellas es sargento de la policía de la provincia de Buenos Aires hace ya cinco años que ingresó”.
-¿Cómo se llama y donde presta servicio?
-Tiene 24 años, se llama Evelyn Antonella y está destinada en la fiscalía de familia… Y la más chica se llama Debora Abigail de 20 años, quien está en la policía local desde hace dos años y trabaja en Puente 12. La verdad es que nacieron con la misma sangre, quisieron ingresar a la policía porque les gusta, están tratando de tener más experiencia en el trabajo que hacen, como así también para el servicio de la comunidad que es orientar a la gente. En este tipo de acciones, la mayoría de las veces consiste en darle una mano a las personas que sufren violencia de género.
-¿Tiene más hijos?
-Todavía me queda un hijo de 18 años que quería ser profesor de educación física, pero ya me hablo que quería entrar también a la policía. Como se ve, esta esa toda una familia con vocación policial.
-Recién habló de retirarse ¿cuál es el motivo?
-Creo que mi etapa ya se cumplió, voy a pasar la nota para retirarme y empezar a disfrutar lo que no pude disfrutar estando tofos estos años en servicio, que fueron 30 en total. En ese lapso me tocó estar en comisarías, también en lo que era antes la Unidad Regional que ahora es Departamental, en el Comando y por último en el predio del Poder Judicial.
-¿Nos puede contar alguna de sus experiencias vividas?
-Estando en la calle te pasa de todo, en una oportunidad en la Av. Crovara y Asamblea de San Alberto, estuve en un enfrentamiento y me tirotearon el móvil de coche a coche. Recuerdo que el vehículo quedó como un colador y a mi compañero lo hirieron en una de sus piernas, pero yo gracias a Dios salí ileso. Y en Tablada nos encontrábamos custodiando el cementerio Israelita, nos avisaron de un choque, y cuando fuimos, (eso también me quedó grabado), recuerdo que era en horas de madrugada había volcado un coche con dos jóvenes y dos chicas (en estado de ebriedad), y cuando cruzaron las vías volcaron, pegaron contra una columna de cemento, y el auto quedó doblado”. Del susto los dos muchachos se fueron, quedaron las dos chicas atrapadas y el vehículo se prendió fuego, fue una experiencia muy buena porque dentro de todo, con la adrenalina de uno pudimos sacarlas. Eso fue lo más cerca que estuve de perder la vida, y después muchos otros casos que no me vienen a la cabeza, pero procedimientos fueron muchos.
-Por último ¿qué consejo le daría a los que recién se inician?
-Primero, mi deseo es que mis hijas sigan mis consejos, con toda la experiencia que le conté, que traten de hacer lo mismo, y a los chicos nuevos les diría que traten de hacer las cosas bien, que respeten y hagan caso a la gente con experiencia que está en la policía.
