Más allá de las consecuencias que se generan cuando llueve torrencialmente en La Matanza, me parece correcto hablar del denominado “primer cordón”. Sabemos de los inundados y evacuados, pero no es por falta de solidaridad que quiero exponer cosas que suceden en el “primer cordón” cuando llueve.
Hay lugares que se inundan, en pleno centro de San Justo hay inundaciones, en La Tablada hay inundaciones, en Ramos Mejía hay inundaciones, algunas son reiteradas y otras esporádicas.
Algunas tienen que ver con la falta de limpieza de los sumideros de las bocas de tormenta, en La Matanza no hay militantes de “La Cámpora” bloqueando las bocas de tormenta con bolsas de residuos, como los han acusado que sucede en la ciudad de Buenos Aires. Acá no hay militantes del PRO, ni del radicalismo, ni del GEN, ni de Libres del Sur, ni del PO, ni del ARI, etc, haciendo eso.
Acá sólo hay suciedad y mugre acumulada en muchas esquinas.
Qué pase una vez, vaya y pase, pero que en cada tormenta San Justo, La Tablada y Ramos Mejía queden inundadas, es algo que da que pensar.
Hay servicios esenciales que no se cumplen, como el barrido de las calles y veredas. Se sacó el tema del barrido de la licitación con Martín & Martín por una cuestión de ahorro de dinero y, teóricamente, sería reemplazado por el trabajo de los cooperativistas.
Eso no sucede, en algunos lados si se los ve haciendo el barrido y limpieza de las calles, pero en San Justo, Ramos Mejía y La Tablada no lo hacen.
Sucios, inundados e incomunicados
Cuando llueve torrencialmente y algunas calles están anegadas, los taxis, colectivos y remis no funcionan, simplemente dejan de circular.
Los remiseros y taxistas te dicen que con las calles con agua se lava toda la parte inferior del auto y se rompe un rulemán y otras cosas que desconozco y no me interesan.
Los remiseros y taxistas ponen esta excusa para no circular llevando pasajeros a su destino, pero en realidad la cuestión no pasa porque “se lava la grasa del auto”, la cuestión es que los remises (y habló de las principales agencias del centro sanjustence) y taxis no están en condiciones, muchos tienen más de 20 años de antigüedad y los dueños de esos vehículos son incapaces de ponerle un peso, en mantenimiento, a los vehículos. Son servicios públicos y en muchos casos, esenciales.
Los colectivos es otro tema, que tiene que ver con la disposición de los colectiveros más que nada, dado que el “bondi” se llena de gente y ellos se sofocan; por tal motivo, cortan el recorrido, hay paradas que pasan de largo y demás yerbas.
Sr. Intendente, sabemos que La Matanza es un distrito muy grande, con muchos habitantes y que tenemos un presupuesto de una sociedad de fomento, pero me parece que controlar no cuesta tanto dinero y, aparte, esta dentro del presupuesto votado recientemente. Sólo tiene que decirles a algunos funcionarios que dejen de preocuparse de los puestos de panchos y de las parrillas al paso y que se pongan a controlar lo que nadie controla.