Familiares de una anciana de 94 años denunciaron que la mujer fue mantenida cautiva y obligada a casarse con un desconocido por una cuestión económica, en un controversial caso ocurrido en nuestro distrito.
La mujer en cuestión es María Concepción Marain, quién vive en una casa situada en la calle Formosa 3500 de la localidad matancera de San Justo y que era víctima de agresiones físicas y verbales.
El jueves por la noche, por la denuncia que radicó un familiar de la anciana, se presentó en su vivienda una comisión policial, con médicos y con el abogado Damián Roberto Pérez Tassone.
Al entrar a la vivienda se produjo una discusión entre los legistas y una mujer identificada como Rosa Tolosa, una de la denunciadas, y Rubén Ruiz, el hombre que se casó en circunstancias bastante dudosas con la anciana de 94 años, quién fue inscripta en el Registro Civil cuatro años más tarde de su nacimiento. Tolosa fue contratada en 2011 por la sobrina de Marain para que la cuidara a ella.
Cuando las autoridades policiales y judiciales se retiraban del lugar escucharon gritos, ruidos, golpes e insultos hacia la abuela.
Al escuchar esto, la comisión ingresó nuevamente a la casa por la fuerza, ya que era una situación de emergencia y peligro para la anciana, quién les pidió a los uniformados: «No me dejen sola acá por favor, estos me la van a dar, me la van a dar».
De esa manera, la abuela fue trasladada a un geriátrico, donde a la madrugada fue visitada por su sobrina, que había radicado la denuncia.
«Todos los inquilinos estaban amenazados de muerte por Ruiz y Tolosa, que si hablaban los mataban», sostuvo la anciana y agregó que «Me dijeron que ustedes me abandonaron, no me dejaban salir, hacer nada, me pegaban cachetazos».
Cuando la sobrina, Elba Altamirano, le preguntó a su tía si se había casado con ese hombre, la anciana respondió que la mujer y el hombre, imputados por la Justicia, la golpeaban y la «llevaron a un lugar» donde la «casaron con Ruiz».
Un vecino relató que en una ocasión vio a la abuela lastimada en un ojo, lo que sería a consecuencia de la violencia que ejercían sobre ella, ya que al movilizarse en un trípode andador no puede andar por sus propios medios.
Altamirano relató que al no poder cuidar más a su tía por cuestiones laborales le puso una señora para que la cuidara y contrató a Tolosa, quien meses después empezó a prohibirles «la entrada a la familia» de la anciana.
«De repente Tolosa no me permitió más el ingreso, cambiaron las llaves, de afuera y de adentro, y tampoco se me atendió más el teléfono que estaba en la pieza de mi tía», indicó Altamirano.
Sin embargo, la mujer afirmó que descubrió «algo aún más increíble» con el sorpresivo casamiento de su tía con un hombre de 33 años.
«El 24 de mayo pasado en el Registro Civil de La Matanza, se casó mi tía con uno de los inquilinos de 33 años, llamándome la atención que ese mismo día se me revoca el poder que yo tenia para cobrar la jubilación y se hace otro en favor de Tolosa» afirmó Altamirano y comenta que fue nuevamente a ver a su tía ante esa situación, pero fue sacada a los empujones y amenazada por la cuidadora y el flamante esposo de la anciana.
Ante esta situación, la sobrina de la víctima radicó la denuncia el 27 de junio pasado y el 17 de agosto se inició la causa en la Fiscalía de Investigaciones Complejas de La Matanza.
Todo lo anterior parece increíble, pero hay que sumarle que los testigos del casamiento por civil entre María Concepción Marain de 93 años y Rubén Ruiz, fueron Juan Pablo Sombra y Miguel Elías Sombra, quiénes son hermanos y dieron el mismo domicilio en el Registro Civil.
Se cree que la anciana estaría siendo sometida a diversos ilícitos, desde privación ilegitima de la libertad hasta estafas reiteradas.
Un caso que entristece al entendimiento humano, solo puedo agregar, que dado las características profesionales y humanas del doctor Damián Roberto Pérez Tassone, seguramente este caso se halla investigado y dado a la luz