Por Prof. Joaquín G. Puebla
Según el saber popular, el Tero (vanellus chilensis. Es un ave muy astuto para con el cuidado de su nido, pues ante la presencia de un intruso teatraliza la situación echándose como si estuviera empollando, pero en otro lado; para que el visitante se dirija hacia él. En algunas ocasiones hace vuelos cortos alejándose de su nido con la apariencia de no poder volar bien, como si estuviera herido; repitiéndolo varias veces cada vez más lejos hasta que pase el peligro) “cacarea en un lado y pone los huevos en otro”.
Esto viene a cuento porque hace unos días se publicó en el NCO una nota que hablaba sobre la interna de un centenario partido matancero; la misma, me provocó algunos disgustos, me hizo vivir una situación “patética”, demostrando, a su vez, la necesidad, urgente e imperiosa, de una renovación dirigencial urgente del centenario partido.
La paciencia y la buena voluntad tienen un límite, por ejercer mi derecho a opinar tuve que soportar que un veterano dirigente intentase apretarme y me invitase a pelear, en plena vereda de un céntrico bar sanjustence; pero, una vez que le hice ver lo ridículo y patético de su accionar, nos pudimos sentar y dialogar como gente civilizada.
Como es costumbre profesional del Diario NCO, le ofrecí la posibilidad de expresar su opinión a través de una nota periodística, a lo cuál, el veterano dirigente me solicito tiempo para meditar una respuesta y quedamos en hacer la nota en otro momento. Durante varios días lo cruce circunstancialmente y, en cada ocasión, le hable para hacer la nota. Siempre eludió mi requerimiento aduciendo pretextos insustanciales.
Pero grande fue mi sorpresa cuando leo, en un medio gráfico de un colega al cuál respeto y valoro muchísimo, los cacareos incomprensibles de estos teros radicales.
Al leer atentamente la nota, me dio vergüenza ajena, sus expresiones indignadas sonaban a cacareos vacíos, porque sus expresiones no estaban respaldadas por la verdad.
La nota que originó la reacción de estos señores no tiene nada de personal, ni esta dirigida a nadie en particular, se habla de generalidades y de prácticas políticas de algunos sectores internos del centenario partido.
Haber escrito esa nota no me convierte en estúpido ni nada parecido; la misma, es el resultado de haber escuchado, haber visto y haber analizado el accionar de muchos dirigentes del centenario partido durante muchos años.
Las actitudes arrabaleras y barriobajeras del veterano dirigente terminaron dándome la razón de lo que planteaba como fondo y corolario de la nota, de que es tiempo que algunos veteranos dirigentes del centenario partido den un paso al costado, porque en lugar de avanzar retroceden.
Las opiniones de un periodista a un partido ofenden a veteranos dirigentes que se hacen cargo de cosas en las cuáles, por ahí, no están implicados personalmente, pero evalúan que deben salir a marcar una posición para la limpiar la honra del partido. Ahora bien, me pregunto y les pregunto: ¿vale la pena hacerlo cuando los dirigentes de mayor relevancia nacional y provincial venden su apoyo (estos ocurre hace muchos años en la provincia de Buenos Aires) al mejor postor?.
