De Catán para todo el país
Combinando su pasión por la música con su carrera de Enfermería, la joven comenzó los ensayos con un nuevo grupo y cierra el año con propuestas para presentarse en diferentes festivales.
Nora Adámoli
Nova.periodismo@gmail.com
Romina lleva la música en las venas, el folclore en la sangre. Comenzó a cantar cuando apenas era una niña de cuatro años, convirtiéndose en el centro de atención de las reuniones familiares. A medida que fue pasando el tiempo, las ganas de pisar el escenario fueron creciendo, por lo que comenzó a formarse musicalmente.
Dueña de una voz envidiable, cruza al folclore con el romanticismo haciendo una gran combinación. Su talento la llevó a participar de numerosos festivales y peñas, en donde tuvo buenas repercusiones. Tan es así, que hasta la contactaron para hacer una presentación en el canal Argentinísima.
Pero todo no es tan fácil cuando las cosas se hacen a pulmón: Romina, quien ya es madre, no puede vivir de la música. Gracias al apoyo de su marido, se encuentra cursando el tercer año de Enfermería. Así, en referencia a las dos actividades, a veces incompatibles, que realiza admitió que es “muy complicado seguir adelante con ambas cuestiones, aunque uno continúa porque eso que a uno le gusta y le nace, lo hace luchar”.
“Cuando uno se dedica a la música, puede encontrarse con muchos obstáculos. Es una materia difícil, especialmente si recién empezás. Por momentos, debo confesar que la lucha me agotaba, pero pude levantar la cabeza”, mencionó.
Es que la joven necesitaba de un grupo que le acompañara para finalizar la grabación de su primer disco. “Me cuesta muchísimo porque tengo problemas con los músicos porque no puedo tenerlos fijos y que siempre estén conmigo. La propuesta para empezar algo nuevo es muy jodida porque no hay muchos jóvenes que se pongan a disposición, o ya están ocupados o no quieren si no hay un interés monetario de por medio. En realidad, cuando uno empieza, no hay dinero sino que primero hay que hacerse conocer para conseguirlo. Es complicado, pero al que quiere celeste, que le cueste”, resaltó.
Finalmente, pudo dar con un grupo con el que está ensayando hace poco más de un mes. Esto facilitó sus presentaciones y ahora tiene previsto presentarse en diferentes lugares. Dentro de La Matanza, fue convocada por el Shopping de San Justo, Canal 4 y varias radios zonales.
Sus inicios y crecimiento
“Canto desde que era muy chiquita, aproximadamente desde los cuatro años. Comencé a catar en el ambiente familiar. Pisé un escenario por primera vez a los 12, pero siempre fue así intercalado. Profesional empecé a tomarlo hace un año y medio más o menos”, comentó Romina a este diario.
Con respecto a su música, cabe destacar que es solista, aunque ha acompañado a grupos tales como La Legüera, también de La Matanza. “Ha sido una invitación, no tengo nada grabado con ellos, pero es un honor”.
En este sentido, mencionó que participó en Pre Cosquín, el año pasado y el 9 de enero en Pre Baradero. En el primer certamen llegó a la semifinal, quedando así como una de las tres mejores cantantes en La Matanza. En el segundo, por su parte, dijo que “el manejo fue muy distinto. Competimos un solo día y no se pasaba a otras instancias”.
Con respecto a su música, cabe destacar que es solista, aunque ha acompañado a grupos tales como La Legüera, también de La Matanza. “Ha sido una invitación, no tengo nada grabado con ellos, pero es un honor”.
Su opinión sobre los nuevos músicos
Con respecto a la incorporación de los jóvenes en la música folclórica, la joven comentó a este medio en una edición anterior, que la cantidad de chicos es muy importante: “Yo no imaginaba que fuese así. Uno estando de afuera no lo ve, pero cuando entra a este mundo se sorprende. Cuando uno va a competencias o a las peñas, se da cuenta que hay mucha juventud en esto, aunque La Matanza está muy flojita”.
