La presidenta de Taller Protegido APACID, habló sobre la actualidad que viven y cómo llevan adelante la institución, en el programa Haciendo Radio, que se emite lunes, miércoles y viernes, de 13 a 15 por AM 850.
APACID es una asociación civil sin fines de lucro en el cual personas con discapacidad trabajan de lunes a viernes, de 8 a 18. La institución vende distintos productos como adornos, artesanías, productos de limpieza y bijouterie. Además, los integrantes forman parte de actividades recreativas y sociales, todo con fines inclusivos.
Valeria Sunico, presidenta del taller protegido, mencionó que APACID también es el hogar, la vivienda permanente, para las personas con discapacidad adulta que son huérfanas o que no tienen hogares con contención. Además, enfatizó que en ninguno de los casos se trabaja con obras sociales, ni con padrinos protegidos, porque el taller se tiene que retroalimentar.
“La mayoría de las personas piensa que instituciones como la nuestra tienen grandes descuentos en los servicios, pero no. Nosotros pagamos todo al mismo precio que cualquier persona. Es un edificio muy grande que está funcionando las 24 horas, con personal que está todo el tiempo cuidando a los chicos, es muy difícil de mantener con la situación actual del país”, manifestó.
APACID abrió sus puertas hace tres años y medio, debido a que vieron la necesidad de las personas con discapacidad que estaban quedando huérfanas.
Sunico remarcó: “Tratamos de vender y producir la mayor cantidad, pero a veces no llegamos a cubrir el mínimo de gastos. Tenemos los sueldos, cargas sociales, todos los servicios, la parte de infraestructura, los alimentos, la limpieza, la higiene personal, es muchísimo para una institución tan grande y de bajos recursos, una asociación civil”.
La presidenta declaró que necesitan artículos de limpieza, de higiene personal, blanquería, lácteos, verduras, frutas, quesos, pintura, cables, materiales eléctricos, todo aquello que en una casa se puede llegar a utilizar. Para el invierno requieren mínimo dos estufas de cinco mil calorías cada una. En verano, hubo días en enero que tuvieron que cerrar porque no tienen ventiladores.
“Es mucho, por eso a veces tratamos de ir arreglando cosas, pero las deudas van creciendo y por eso intentamos no pedir tanto. La gente se puede asociar a la institución y ser un socio benefactor por una cuota baja, puede ser a través de la cuenta bancaria. Hay muchas formas de colaborar, cada uno elige cómo, mismo se puede ayudar con las manos, con tiempo, con ir y estar”, explicó.
Taller de empanadas
La producción de empanadas comenzó en octubre del año pasado. En APACID pudieron comprar un horno pizzero y el la asociación Rotary donó una amasadora. Al comienzo solamente preparaban para las personas de la institución, actualmente hay una maestra que les enseña a ellos a hacerlas.
“Tenemos la mejor calidad, tratamos de poder acercarnos a la gente, que nos conozca y después nos sigan comprando por la calidad de lo que vendemos y que el precio sea accesible para todos. Vendemos durante el día hasta la tarde, se pueden enterar por las redes sociales, la página web, por teléfono”, comentó Sunico.
La presidenta añadió que las personas que quieran pueden ir a la institución las veces que deseen para ver como se elaboran las empanadas. “La mayoría de los chicos que vienen son de los kilómetros. Lo recalco porque dicen ‘estamos en Ramos Mejía, una zona de elite’, pero no es así, en alguna época lo habrá sido pero ya no”, afirmó.
La calle en la que se encuentra APACID es Cotagaita 2014, en la esquina Pereyra, detrás del colegio Don Bosco, en la misma cuadra que las canchas de tenis. En Facebook están como APACID Taller Protegido y allí se pueden contactar con ellos para información o colaborar.
“Pueden venir a la institución para que realmente vean, conozcan y después decidan por si mismos. Una cosa es lo que yo les puedo contar y otra es verlo”, finalizó Sunico.
