Fecha de publicación: 15/08/14
Así lo relató a NCO, Graciela Molina de Figueredo, una pastora que desde hace quince años que trabaja en el barrio El Porvenir, situado en esa localidad matancera.
Por Evangelina Bernal
Como ya hemos informado en muchas oportunidades, este barrio ya constituido, habitado por personas humildes, incluyendo niños y adultos, carece de muchas necesidades, tanto en el área habitacional como en matera de obras, y Graciela, encargada de una iglesia llamada “Apostólica y Profética Jesús La Vid Verdadera”, donde trabaja junto a su esposo, el pastor Froilán Figueredo, en la calle Rodney entre Larsen y Lanza, expresó lo siguiente:
“Hace ya quince años que vengo al barrio, pertenezco al partido de Florencio Varela y como todos lo saben aquí en la zona, cuando comenzamos en este lugar, siempre he venido trasladándome en colectivos, sin tener en ese entonces un medio de movilidad propio (como hoy lo tenemos), y he tenido que caminar cuadras de barro y agua en varias estaciones del año, porque el barrio no tiene asfalto y en mayoría hay calles de tierra, sumando a todo esto que hay solo una línea de colectivos (problema que aún actualmente tiene la gente de este lugar), pero de todas formas, he llegado para realizar la obra que Dios me entregó.
La fe en Dios
Al principio, comentó Graciela “una persona donó el terreno, comenzamos haciendo reunión al aire libre durante tres años, luego que con la donación de maderas y tirantes se pudo hacer una enorme casilla, y gracias a Dios se pudo establecer lo que hoy es una iglesia que con la colaboración de todos los concurrentes. La Iglesia está hermosa, es de material con cerámicas, sillas, el baño y la cocina terminados… Trabajamos ayudando a la gente que necesita de una palabra, enseñándoles los principios de Dios, y a través de la fe muchos reciben la sanidad, la liberación, otros son sanados interiormente, porque hay casos de personas que han sido violadas de niños, que no se atrevían a contarle a nadie, por ejemplo muchos jóvenes dejaron la droga, el alcohol y hoy son músicos de la iglesia, y no solamente en el área espiritual, sino también que se le abren puertas de trabajos y comienzan a ver el bienestar en sus vidas y en sus propias familias”.
Actividades, asistencia a los niños y donaciones
En referencia a las actividades que realizan remarcó: “En este lugar tenemos actividades los días miércoles y sábados que es donde nos reunimos, estamos proyectando poder salir a las calles en horas de la noche (como lo hacemos en Florencio Varela), para dar una taza de café con leche o mate cocido con un alfajor, o una porción de bizcochuelo a la gente en situación de calle. Así también estamos recibiendo ropa y calzado para llevar a la gente en las provincias donde verdaderamente hay mucha necesidad.
“Los días sábados están las maestras en la escuela sabatina (porque se realiza ese día), asistiendo a los niños dándole enseñanzas bíblicas, donde aprenden a amar a Dios, a respetar a sus padres, el perdón, después se les da una merienda y verdaderamente son casi setenta los niños que se acercan a este lugar, y todo se hace con la colaboración de los miembros; no recibimos ayuda de nadie, por eso nos gustaría que el gobierno o alguien pueda venir y ver que en la calle Rodney entre Larsen y Lanza hay una iglesia, donde se cobija a más de ochenta personas entre jóvenes, niños, adultos”.
“Otras de las cosas que quiero recalcar, es que nunca dejamos de pedir a Dios por quienes nos gobiernan, por el intendente Fernando Espinoza, siempre pedíamos y pedimos y aún lo hacemos por Alberto Balestrini desde que paso por ese problema de salud, porque así nos enseña Dios a pedir por los que nos presiden”.
Y para finalizar acotó que “nos gustaría que a través de este medio, alguien pueda venir y ver nuestro trabajo, sabemos que fue el día del niño, y estamos juntando el dinero para poder festejarlo, y si alguien anhela colaborar con golosinas, galletitas, ropa o lo que sientan, todo será bienvenido porque trabajamos con ellos todo el año, lo hacemos como podemos porque esta iglesia, acá en el barrio, es como una flor en el desierto”.
Cómo colaborar con la merienda de los niños
Contactos:
Graciela Figueredo 4 287- 2798
- 11 596 45 827
