
Diario NCO visitó la centenaria institución de salud vecinal de la ciudad para conversar con el Dr. Rubén Der, director médico de la entidad, para conocer su opinión sobre la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo y cómo se prepara la institución para enfrentarla.
¿Cómo evalúa la situación con el coronavirus que se ha definido como una pandemia y en la Argentina nos encuentra en la etapa inicial?
“Lo primero que quiero decir es que existe una terminología además de pandemia, habla de infodemia. Esto explica que se generó un clima que, suena un poco irritativo decirlo, a veces se sobredimensiona a través de la información la situación y nos tiene en esta especie de encrucijada de hierro de la cual no podemos salir.
Creo, obviamente, que las medidas que se han tomado son, desde el punto de vista epidemiológico, las más adecuadas para evitar la expansión del virus ya que no hay un tratamiento o vacuna, por ahora.
Por lo tanto, bien el aislamiento, el cuidado en la higiene como el lavado de manos o el uso del alcohol en gel, etc. Al mismo tiempo quiero decir que el virus no es un ente fantasmagórico que vuela por el aire, al virus lo trasladan las personas, que fundamentalmente contagian a través de la tos porque el virus está presente en las gotitas de saliva que se inhalan al toser.
El único que puede contagiar es el paciente sintomático que es alguien con fiebre, tos y con un síndrome gripal, pues, en definitiva, el coronavirus es una forma de gripe, por eso el distanciamiento de más de un metro.
También se puede contagiar alguien si toca una superficie infectada con saliva por algún portador del virus. Por eso la higiene con lavado y antisépticos, como el alcohol en gel es la otra pata del aislamiento social para combatir la transmisión del virus”.
¿Cómo se está preparando la Casa de Auxilio para enfrentar la pandemia?
“Nos estamos preparando para aportar a esta batalla desde nuestro lugar. Hemos tomado medidas según el sentido racional de lo que la epidemiología exige: lo primero es hacer una selección de los pacientes que ingresan a la sala, para eso compramos el termómetro infrarrojo detector de temperatura a distancia y el personal que está en la puerta de ingreso realiza las preguntas correspondientes de los síntomas y antecedentes del paciente. Si el paciente no ofrece dudas, ingresa.
Segundo, si detectamos un caso sospechoso, estamos terminando una sala de aislamiento para ser controlado por el médico de guardia y en caso de ser necesario derivarlo por el servicio de ambulancia que hemos contratado a alguno de los lugares que nos indique el servicio de Epidemiología de La Matanza o el Hospital Posadas, con el que estamos en contacto.
Tercero, hemos capacitado a todo el personal y cuerpo profesional sobre el protocolo a seguir en esta situación”.
Trabajaste mucho tiempo en la salud pública. En caso de que se incremente la difusión del virus en forma más importante y pasemos a una situación cualitativamente mayor, ¿qué le falta a nuestro sistema de salud para enfrentar otro escenario peor que el propio ministro de Salud, Ginés González García, ha señalado hipotéticamente?
“Hay que tener en cuenta con este virus que de los pacientes que se tendrían que internar, solo un porcentaje menor iría a terapia intensiva. Por ejemplo, en el Hospital Posadas, de una dotación de 400 camas, existen 20 camas de terapia intensiva, en general en todos los hospitales es así.
Y lo que se está haciendo, como se ha anunciado, es reforzar la cantidad de camas de alta complejidad, lo que se define por la necesidad de pacientes con asistencia respiratoria. Es decir, tiene que haber suficientes respiradores para todos los pacientes que los necesiten y personal capacitado para su uso.
Hay que seguir la evolución de la difusión del virus en las próximas semanas para hablar con más precisión. Por eso, entiendo que las medidas tomadas tratan de que el virus no se transmita en forma exponencial y tengamos un colapso del sistema de salud.
La Argentina no tiene un sistema unificado de salud, ¿no es una dificultad esto para enfrentar esta situación de emergencia sanitaria?
“El sistema de salud de la Argentina es el más atomizado y anárquico del mundo; coexisten en el interior del sistema público tres subsistemas: nacional, provincial y municipal. A esto se le suma las obras sindicales que no fue una creación del gobierno de Perón, sino de la dictadura de Onganía, con la Ley 18.660 de obligación de afiliarse por rama de actividad y por último está el sistema prepago que tiene un porcentaje de los servicios de salud.
Cuando Ramón Carrillo fue ministro de salud de la Nación, el sistema de salud pública era unitario, fue la Fusiladora (Golpe militar que derrocó el Gobierno peronista en 1955) que contrató a expertos de la OPS (Organización Panamericana de Salud) y recomendó este sistema que estamos padeciendo desde ese momento.
El Ministerio de Salud está sometido a que los otros actores se adhieran o no a las políticas sanitarias, salvo en las situaciones de crisis. Por ejemplo, el Ministerio de Salud de la Provincia, solo puede dar indicaciones o financiar programas horizontales que a veces son financiados por organismos internacionales como el Banco Mundial.
Y es un debate que tenemos que dar en Argentina, cómo unificamos el sistema de salud en uno único, nacional. Vieja aspiración de los sanitaristas que creemos que la salud es una sola al servicio de la gente y no puede ser un negocio y sí un derecho para todos”.