El insólito hecho ocurrió en el kilómetro 32 de la Ruta 3, a la altura de Villa Dorrego. El camionero observó la situación, dio media vuelta y asistió a los damnificados por el siniestro vial.
El acto de solidaridad se dio cuando el chofer transitaba con dirección a San Justo y cuando observó que dos personas intentaban apagar el incendio de la parte delantera de un auto con un matafuegos, pero al ver que no podían controlarlo con ese elemento, dio media vuelta sobre la ruta y quedar junto a ellos, ahora en dirección a Cañuelas, procedió a descargar el contenido del mismo.
Al bajarse, Carlos –así se llama el camionero– les expresó que podía asistirlos, pero solamente si vaciaba la carga que llevaba en su vehículo, algo a lo que el propietario del mismo accedió: “Sí, hacé lo que puedas”, fue la respuesta instantánea de los damnificados por el incendio.
Con una carga mixta, ya que había vaciado el contenido de una pequeña cámara, pero también el de una pileta grande llena de verdín –con lo cual los líquidos cloacales estaban bastante diluidos, aunque no desaparecidos–, guantes en mano y vistiendo una remera verde, Carlos comenzó a desarrollar su tarea con esmero y dedicación.
Finalmente logró su cometido: apagó el foco de incendio exitosamente y mientras realizaba su “trabajo” se enteró que había un agravante: el vehículo tenía un tubo de GNC, por lo que el peligro era aún mayor para todos los allí presentes.
“Tenía tres cuartos de tanque y prácticamente lo agoté, porque el auto no se apagaba más. Mi temor era que hubiera criaturas y que no se pudiera apagar, así que no dudé en ayudar”, relató Carlos al sitio Primer Plano Online. Un caso de solidaridad de una forma inesperada.
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